KURAPIKA one Shots

14.- Instinto (Killupika) 2

Debería agregar a la descripción que estos "one shots" rara vez son de un solo capítulo xD

Advertencia: Contenido sexual, altamente Yaoi.

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Debo estar demente
Tomar esta decisión
Echando a perder
Nuestra amistad

Que valga la pena.

Es casi imposible calmar a una bestia salvaje cuando esta atrapa a su presa, la tiene entre sus garras y sus pupilas se dilatan de la excitación que causa el manjar que está por resbalar dentro de su boca, no hay tiempo de pensar, sólo actúa por instinto, por muy malo y agresivo que sea.

¿Qué puedo esperar yo sin la suficiente experiencia para detener a un asesino de dicha categoría?

Estoy perdido.

Y ya que no tengo salida, lo mejor es aceptar mi destino, ceder al deseo de mi atacante sin esperar oportunidad de escapar, no se puede, simplemente no.

Conozco a Killua lo suficiente como para saber que cuando sus ojos miran de esa forma, ha perdido la razón, es una bestia, la viva imagen de un asesino y más que eso.

No quiero morir esta noche, pero tampoco quiero pelear contra él. Lastimar a un amigo no.

Sé lo que quiere.
Que lo tome.
Yo haré lo mismo.

No hay luz en mi casa, no tengo muchos vecinos, vivo lejos de la ciudad, en completa soledad, soy el blanco de ataque perfecto para cualquier criminal. Pero... De todos los que pudieron venir a mi casa con malas intenciones ¿Tú?

No va a ser fácil.
De hecho.
Va a doler.

La tortura comenzó

Nunca había visto el cuerpo desnudo de otro hombre que no fuera yo, educado con pudor y reservado de las tentaciones carnales, era la primera vez que un chico me mostraba su miembro. Y que además dicha persona fuera mi amigo.

Esto no es de mi incumbencia pero Dios, su pene es más grande que el mío...

No es que lo haya visto, no hay luz y la noche no ayuda. Pero...

Lo toqué, lo tomé con una de mis manos, está de más decir que eso le causó una mayor erección, pero fue inercia al sentir cómo de repente su boca se adueñó de uno de mis pezones.

Quería gritar y detenerlo, no estoy acostumbrado a que toquen así mi cuerpo, mucho menos que una boca extraña se pose sobre mi piel.

Intenté empujarlo con mi mano pero él apretó mi muñeca y la alejó posicionándola sobre mi cabeza en menos de un segundo. Es tan rudo y posesivo.

Me apena tanto gemir y ponerme así por eso. No conozco mi propio cuerpo, lo que me gusta, las partes que me excita tocarme, no lo sé, él las descubre por mí y las lleva al límite.

Quiero más de esto, se siente demasiado bien, mi boca no puede decir nada, apenas tengo tiempo de respirar, quiero gemir más bajo pero no deja de masturbarme y morder mis pezones a propósito para aumentar mi excitación.

Killua, quiero invitarte a mi cama pero tus ojos dicen que dónde sea es perfecto y no permitirás que ni yo mismo me entrometa en tus antojos.

Estoy listo para que hagas lo que quieras conmigo. Pero no para que hieras mi dignidad.

Basta de caricias dulces, ambos sabemos que viniste a violarme, tus ojos no mienten. Si no me dejaba, ibas a obligarme aunque tuvieras que medio matarme para lograr saciar tu sed.

No has escondido tus garras, con ellas sigues amenazando mi cuello, no podemos simpatizar ¿Cierto? Todavía crees que voy a resistirme.

Esto me aterra de cualquier forma.
Este no es el Killua que conozco.
Es el monstruo sin piedad que nació para matar, para destruir, para tomar por la fuerza.

Tengo que calmarlo
Darle lo que quiere de mí
Hacerle entrar en razón
Lo que sea para que vuelva

- ¿Qué haces? N...no... ahh... - Me lastima sin preguntas, sin preparación previa, sólo sus dedos invasores dentro de mi recto.

Está siendo tan gentil como esperaba, es decir, ni una pizca de cuidado. Desgraciadas garras de esta fiera alimentándose de mi. Me rompen.

- Hace mucho tiempo que he querido hacerte mío- Habló Killua en un susurro cerca de mi oído, casi un ronroneo - escuchar tus gemidos, sentir tu cuerpo, te he amado en secreto desde hace tanto y ahora no puedo esperar más, te haré mío, Kurapika, te haré gritar mi nombre, rogaras que me detenga, pero olvídate que lo haga, esta noche no te apartarás de mi, voy a hacer que cumplas todas mis fantasías.

-¿Estás...? - pronuncié a tartamudeo debido a la impresión inmediata - ¿Estás conciente de lo que haces?

- Siempre lo estuve - contestó robándome otro beso, presionando mi cuerpo contra el suyo, entrando más en mi. Ahora sí estoy confundido y asustado.

Mi amigo está obligándome a tener sexo con él y está totalmente conciente de lo que hace, por sí eso fuera poco, no le importa lo que yo tenga que decir.

- Ent... entonces tú... - El rompecabezas está armado.

- Entraba a tu casa, te tocaba mientras dormías, te probaba, me excitaba verte dormido y vulnerable, a veces quería tomarte ahí mismo pero decidí esperar, esperar al día en que pudiera encerrarme contigo y jugar con tu cuerpo mientras sigues despierto- Su discurso agitado y decidido era lo de menos, mientras me decía todo esto, efectivamente yo estaba jadeando e intentando mantener el control de mis emociones, derramando lágrimas de dolor al recibir de golpe su pene entre mis piernas, encontrando un fondo que ni yo sabía que existía - no hay nada mejor para un asesino que ver el rostro de sus víctimas durante los hechos. Quiero que gimas fuerte, que pidas más, que me entregues hasta la última pieza de tu inocencia, Kurapika.

¿Es normal que este dolor me guste tanto? ¿Qué mis ojos escarlata no sean suficientes para evitarme este llanto? Los vaivenes llegan uno tras otro causando fuertes espasmos en mi espalda, mi mente gritaba "sácalo, maldita sea, duele" y mi cuerpo no reaccionaba, mis labios estaban ocupados pidiendo por más porque mi corazón también lo amaba.

Ahora sólo me pregunto qué se derramará más de entre mis piernas esta noche.

Mi sangre o su semen.