Akia POV
- ¿Cómo comenzar? - se dijo Raito, abriendo los ojos -. Bueno... como al parecer ya sabes, no estoy en mi mejor forma ahora.
Asentí.
- Mi madre fue una zorra y mis hermanos y yo acabamos con su vida. El problema - gesticuló con las manos -, fue que Reiji mandó a matar a su madre, Beatrix, y la madre de Subaru, Christa, se suicidó. Cuando mi madre regresó a la vida y tomó a Yui, logramos asesinarla, pero Yui terminó siendo una vampiresa. Eso fue hace unos cinco o seis meses.
Así que por eso es una vampiresa creada. Era extraño pensar que la rubia había sido humana alguna vez. Raito paró por un momento, pensando a toda velocidad, y deseé poder leer su mente al instante - aun así, no pude.
- El caso es que hace un par de semanas, Beatrix y Christa regresaron tal y como ella y una chica me asesinó en mi propia habitación poco después. Estuve aquí, en el limbo, hasta que me trajeron de vuelta; no sé cómo, nunca me lo dijeron - se encogió de hombros -. Supongo que era demasiado retorcido, o simplemente no era el momento.
- Pero no entiendo - dije, interrumpiendo -; ¿Por qué te mataron?
Se giró y me observó detenidamente. Sus ojos esmeralda escanearon cada centímetro de mi cuerpo y rostro, amenazando con derretirme. Poco a poco, su rostro recobraba color y parecía tener más fuerzas que antes.
- En realidad, tampoco tengo idea. Recuerdo, aun así, haber estado dormido cuando esa chica apareció de la nada y me apuñaló... me quiso degollar, sí. No podía teletransportame y mi puerta estaba cerrada desde afuera. Al final, terminó incrustándome en la pared. Después de eso... después de eso desperté en el laboratorio de Reiji. Yo no podía respirar y él iba de un lado a otro; tenía las manos manchadas de mi propia sangre y sudaba en frío. Supongo que morí en ese moment--
No había terminado de hablar cuando sus ojos se abrieron de golpe y miró el vació, su ceño fruncido y con expresión horrorizada. Me alarmé y comencé a sacudirlo, gritando su nombre, pero seguía con la mirada perdida mientras yo me desesperaba. Le temblaban las manos pero el resto de su cuerpo seguía inmóvil, y sus ojos se inundaron de lágrimas en cuestión de segundos.
- ¡Raito! - chillaba yo, en pánico -. ¡Reacciona, oye! ¡Ya basta! ¡No es gracioso!
Nada. Le di una bofetada. Nada. Mis lágrimas calleron en su rostro. Nada.
- No... Eres un imbécil, ¡detente!
Ahí, pestañeó un par de veces y soltó el aire que mantenía dentro. Suspiré, aliviada, pero enojada a la vez. ¿Había sido una broma?
- ¡Cuidado! - me gritó, apartándome de golpe.
No entendí nada mientras salía volando y caía contra la pared. Un agudo dolor me recorrió apenas sentí los escombros contra mi cuerpo, cerrando los ojos con fuerza y escuchando el caer de todo a mi alrededor. Algo golpeó mi brazo derecho y grité de la agonía, aún aterrorizada. No abras los ojos. No los abras. No los abras, Akia. Hagas lo que hagas, no abras los malditos ojos.
No me resistí, y los abrí. Frente a mí no habían más que escombros, y de entre ellos salió Raito. De sus labios escapa un delgado hilo de sangre, y apartó los escombros alrededor mío sin decir nada.
- ¿Qué ha sido eso? - susurré, levantándome.
- La salida - respondió.
Giré sobre mi talón y vi que, en efecto, los escombros le habían dado paso a la luz. Eran escaleras en forma de espiral, iluminadas por la luz del sol desde arriba. Era la salida de las catacumbas; habían estado tan cerca de nosotros y no nos habíamos dado cuenta.
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Pesadillas e Ilusiones [Secuela de Soñando con un Final Feliz]
Fanfiction"Tal vez no te vea, te sienta o te recuerde, pero siempre te seguiré amando." Apenas despertó, puede ver cosas que nadie puede. ¿Es eso bueno o malo? Raito no está seguro, y con la llegada de un miembro más de la familia, ¿qué puede hacer? Yui tampo...