Parte 3: Renji...Kuchiki

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3-Renji....Kuchiki

**Renji**

-Renji, abre la puerta de una maldita vez ¡tienes que comer!-

No contesto, no me muevo. Estoy bien así...sentado en el suelo de mi habitación, con la espalda apoyada en la cama y mis piernas flexionadas agarradas entre mis brazos. Mi barbilla está apoyada en mis rodillas y me balanceo canturreando con tal de no oír las voces del cuidador. Estoy harto. De esperar, de vivir....nadie vendrá a por mí. He perdido a mis dos amigos, los otros niños me evitan, no quieren estar conmigo por todas las faenas que les he hecho....han tomado su venganza. Ha pasado una semana desde que Grimmjow salió de mi vida para encontrar una mejor y rezo porque esté aprovechando cada día que pasa para conocer más a la familia que le ha acogido con los brazos abiertos. Yo terminaré perdiendo las buenas formas y volveré a ser el gamberro de siempre...total, haga lo que haga, a nadie le importará....Soujun me mintió....aún no me lo creo....me dijo que me quería pero todo es mentira...

-¡Renji! ¡Abre! Tienes visita-

¿Visita? Me seco las lágrimas y corro a abrir la puerta. Cuando lo hago el frustrado cuidador me agarra del brazo arrastrándome hasta el despacho del director donde un hombre me espera. Un escalofrío de miedo recorre mi espalda cuando los ojos del desconocido se posan sobre mí. Es un hombre mayor, tiene el cabello larguísimo y encanecido, con un prominente bigote que le da un aspecto más temido. Sus ojos son letales, azules, fríos como el acero, se contraen bajo sus arrugas al entrecerrarlos y sus finos labios esbozan una mueca de desagrado. Sus ojos...son los de Soujun. Este hombre es...

-Renji, menos mal que te has dignado a salir de la habitación. El señor Kuchiki ha venido a buscarte para llevarte con él. Por fin te han adoptado, estarás contento-

¿Contento? ¡Acojonado! ¿Quién es este viejo tan estirado? Me dijeron que un miembro de la familia Kuchiki vendría a recogerme, pero esto...no es lo que me esperaba.

-¿Quién....eres...?-

El hombre me mira con sorpresa ante mis palabras y vuelve a torcer el gesto mirando a mi director para luego dirigirse a mí con una gruesa y sonante voz:

-¿Cómo te atreves a tratarme de tú, mocoso?... ¿de verdad éste es el niño? Debe haber una equivocación-

-Lo...lo es Kuchiki-san, es el niño que su hijo eligió, no hay duda...-

¡El padre de Soujun! Quién lo hubiera imaginado ¡el abuelo en carne y hueso! No sé cómo sigue vivo, tendrá un porrón de años y aun así atemoriza hasta al director que está nervioso en su presencia. Le otorga al viejo los papeles de la adopción para que los firme y se incorpora para situarse a mi lado.

-Vamos, el coche nos espera-

-Te...tengo que hacer la maleta...-

-Bobadas no te hacen falta prendas mugrientas, en la mansión te vestirán como es debido. Camina, no tengo todo el día-

Trago saliva intentando buscar ayuda con la mirada al director pero éste se encoje de hombros y me ignora volviendo a su trabajo. El viejo no me da tiempo a ir ni siquiera a mi habitación a por los dibujos que tengo de recuerdo de cuando éramos pequeños, ni a por mis canicas, ni ningún juguete. Le sigo sin rechistar y flipo cuando veo ante nosotros una limusina negra con un chófer esperando. ¡La familia de Soujun es rica! Bueno, no todo será negativo entonces...pero yo solo quiero verle a él y que me libre de la tensa presencia de su padre. Monto en la parte de atrás con el viejo en frente de mí que no deja de estudiarme en silencio. Su mirada pasa de arriba abajo varias veces y le oigo murmurar con desaprobación. Me está cansando.

"Arte para seducir"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora