Parte 25: El hombre de la lluvia

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25-El hombre de la lluvia

**Ichigo**

Me tiembla todo el cuerpo, no puedo hablar. El hombre que está frente a mí me tiene totalmente paralizado. ¿Por qué? Solo pasa por mi mente continuamente esa palabra. ¿Por qué él?? Su cuerpo delgado con marcas pasadas, la palidez de su piel, la barba desaliñada, su cabello largo y rebelde...

-¡Zangetsu!-

El profesor me tapa la boca para que no grite y me mira con los ojos cargados de ira. Estoy aterrorizado, mi profesor...en las saunas...simplemente tapado con una toalla como yo, buscando sexo hambrientamente....este es su secreto. Su lúgubre secreto. Tira de mi brazo para sacarme fuera del lugar, lejos de esos babosos que ansían por tocarme y él hace que todos se retiren simplemente fulminándolos con la mirada. Termino cayendo fuera del edificio, en un callejón, dando con el culo en el suelo mojado. Ha empezado a llover con fuerza y siento como las gotas calan en mi cuerpo desnudo...Zangetsu sale en mi busca se queda frente a mí. Mirándome, maldiciéndome, atemorizándome...la lluvia moja su cabello pegándolo a su rostro, tapándole los ojos. No lleva sus gafas, puedo apreciar sus profundos ojos en esa pesada lluvia, en ese día tan gris...suelta un taco y echa la cabeza hacia arriba mirando al cielo. Permanece así unos segundos para luego tranquilizarse y volver a mirarme. Ha suavizado su expresión, aunque sigue acojonándome.

-Ichigo... ¿por qué?....-

-¿por qué qué? ¿Por qué tú, profesor?? ¿A esto te dedicas en tu tiempo libre?-

-No deberías estar aquí. Jamás deberíamos habernos encontrado-

-¿piensas que voy a ir diciendo que te gusta venir a follar a la sauna? No soy tan estúpido-

-¡eres un necio!!! ¡Y un ignorante!!-

-¿Por qué te alteras? Siempre has sido un hombre muy correcto y educado...no te entiendo...-

-Tú no me conoces...no sabes nada de mí...-

-pues habla...no me iré hasta que me des una explicación. Estamos de mierda hasta el cuello los dos -

-Tengo una adicción enfermiza al sexo.-

-co.... ¿cómo dices? –

-Ninfomanía –

-no....no puede ser...pero si pareces totalmente normal, nunca te he visto ninguna actitud rara...-

-Necesito desahogarme constantemente. Puedo controlarme medio día, las clases me ayudan mucho a centrarme en mi oficio como profesor, pero una vez salgo a la calle...es inevitable. Me siento culpable, un monstruo....no hay cura para esto-

-Lo siento....no sé qué decir...-

-Márchate y denúnciame si quieres-

-No me has hecho nada para denunciarte-

-lo haré como te siga viendo ahí mojado y medio desnudo. Los jóvenes son mi atracción principal-

El corazón me va a mil por hora ¿Qué hago? Es mi profesor, le tengo en un pedestal que corre el peligro de resquebrajarse. ¿Huyo? Yo no soy ningún cobarde ¿le ayudo? Tengo miedo, no sé cómo va a reaccionar. Me incorporo del suelo y me cruzo de brazos sintiendo el frío de la lluvia. Zangetsu entra un segundo de nuevo al edificio y saca su gabardina negra para echármela por encima. Suspiro aliviado. El hombre se está controlando y debe ser muy difícil...nos guarecemos de la lluvia en una de las esquinas del callejón y nos sentamos en el suelo quedándonos en silencio.

"Arte para seducir"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora