Capítulo 6.

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-¿Qué?-Pregunté algo confundida, aún no podía creerlo.

-Así es, disculpa.-Afirmó la chica

Al cabo de unos 5 minutos una señora se bajó de un auto rojo que acababa de estacionarse en frente de la cafetería.
Era la madre de Megan.

Al verme se mostró sorprendida y algo confundida, como si de verdad no pudiera creer que fuera yo.

-¡Melanie!, ¡¿cómo has estado?!- exclamó esta.

Megan no se enteraba de lo que estaba sucediendo, pues se encontraba esperando  en la puerta con sus audífonos puestos, bastante concentrada en su celular.

-¡Señora Martínez!, excelente, ¿cómo ha estado usted?, ¿cuándo regresaron?

-Me alegra mucho. Hemos regresado hace una semana, supongo que ya te has encontrado con Megs.

-Así es, pero al parecer no logra reconocerme.-dije con una expresión de decepción.

-Temía que pasara esto-agregó esta algo triste

-¿Qué ha pasado?-pregunté llena de intriga

-¿Te parece si nos vemos en Roseville? Este tema es algo delicado y prefiero explicarte con más calma y en un lugar más tranquilo.

-Sí, no se preocupe, ¿a las 2:00 le parece? Más o menos a esa hora termina mi turno laboral.

-Perfecto. Nos vemos luego cariño-terminó por decir antes de salir de la tienda.

Estuve el resto de la mañana pensando. Pensando en Megan y en su regreso,y en lo que la señora Martínez debía decirme y no logré estar bien concentrada.

Pensé en escribirle a Tobías y avisarle que Megs había regresado, pero opté por no decirle nada hasta hablar con la madre de esta y asimilar todo.

Martes, 28 de septiembre, 1:55pm.

Me encuentro sentada en una mesa situada al rincón del restaurante, esperando; cuando al cabo de unos 10 escucho una voz a mi lado.

-¿Llevas mucho esperando linda?

-No, no hace mucho llegué, no se preocupe.

La señora Martínez se sentó en frente y pidió un café.

-¿Tú quieres algo linda?

-Un té está bien, gracias

Una vez que le trajeron su café, se puso algo seria y comenzó a hablar.

-Bien, esto es lo que pasa.

Dos meses atrás nos encontrábamos viajando hacia una ciudad cerca de donde vivíamos, todo íba excelente, Megs estaba en la parte trasera con sus audífonos y mirando por la ventana; yo me encontraba adelante junto a mi esposo, no recuerdo muy bien el por qué, pero empezamos a discutir, desafortunadamente mi esposo perdió el control y chocamos. El accidente fue tan grave que Megan perdió la memoria, a pesar de que se intentó de todo, los médicos no pudieron hacer nada, Megs no íba a recuperar la memoria. -relató la señora Martínez con los ojos llenos de lágrimas.

Yo estaba totalmente en shock, no podía creer todo esto.

-Yo...no sé que decir-dije mientras mantenía mi mirada fija al suelo.

-Lo sé, te entiendo perfectamente, estás impactada, tal vez te resulte todo esto muy confuso, pues hace algunos años eran mejores amigas y todo iba a la perfección y de un momento a otro ni siquiera logra reconocerte. Pero... yo tengo fé, Mel, tengo fé en que todo va a mejorar, tengo fé en que ella se va a acordar de ti, de todo lo que pasaron juntas, es sólo cuestión de tiempo.

Mi vista comenzaba a nublarse debido a las lágrimas estancadas que estaban a punto de salir.

-Sabes Mel, ella nunca dejó de mencionarte, te recordaba todos los días, solía decir que en cuanto regresaramos, se iría a vivir contigo y formarían una banda musical.

No pude contenerme más, empecé a llorar, todas las emociones que tenía acumuladas en ese momento salieron, sólo lloré con la cabeza agachada, recordando tantos hermosos momentos que viví junto a Megan, y ahora simplemente ¿todo se habría borrado para ella?. Sentí impotencia, mucha impotencia.

La señora Martínez se quedó en completo silencio, un silencio de esos que muestran comprensión.

Después la señora Martínez recibió una llamada y me avisó que debía irse.

Nunca me olvides.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora