Cap. 14: No todo el mundo lo entiende...

547 32 6
                                    

Lo que está en cursiva está narrado por Daniel.

En la foto, Clara y Cris en la playa. 

Amor... ¿Amor? Suena raro, ¿verdad? Estar enamorado de alguien es... no se, no debería ser normal. Es la cosa más rara que he experimentado en mi vida.

¡Pero ojo! Que no por eso estoy diciendo que no me guste.

Y, después de sufrir mucho en esta vida, al fin estaba compartiendo mis verdaderos sentimientos.

Y eso me hacía sentir... libre.

Estaba muy orgulloso de que, lo que había entre Daniel y yo, era amor.

Porque, seamos realistas, cuando un amor no es correspondido lo pasas MUY MAL. Y yo tenía la suerte de haber encontrado a Dani...

¡Bueno, que me pongo moñas! No soy cursi, ¿vale? Solo que a veces me sale la vena rosa. Sí, asi le llamo yo a mis momentos de cursiladas sin sentido. En fin...

Si no recuerdo mal debo explicaros algo muy importante que pasó en Agosto de aquél año.

Era verano, la playa estaba cerca y había estado trabajando mi cuerpo (No es por fardar... pero tenía una bonita tableta de chocolate).

Así que, sin planearlo mucho, decidimos ir a la playa un día random.

Y sí, digo decidimos porque no fui solo.

Ibamos, exactamente, Clara, Dani, mi hermana y yo.

Fuimos a primera hora, cerca de las nueve, ya que sino se llena de gente y no hay quien coloque la toalla. El mar no estaba muy movido y la bandera estaba verde. Lo que fue un alivio para mí porque, después del incidente el Día del Orgullo Gay pues... no me hacía mucha gracia el agua turbia. Colocamos nuestras cosas y nos tumbamos en la arena. Claro que Cris tardó poco en lanzarse al mar. A Cris le encantaba la playa, el mar, las rocas y la arena. Era... su lugar, sin duda.

—¿Queréis algo?—Preguntó Dani incorporándose.

—¿Algo como qué?—Pregunté mientras miraba su vientre. ¡Era inevitable, ¿vale?! Él también tenía tableta, bueno, y sigue teniendo. Que estoy hablando como si ya no estubiera aquí, que no, que esta alive. Sigamos hablando de su cuerpazo (Esque me encanta, ¿se nota mucho?). Era todo tan bien delineado y tan perfecto que... ¡Ay dios! Se dio cuenta de donde iban a parar mis ojos y sonrió pícaramente.

—Un helado.—Respondió a mi pregunta.—Aunque te veo muy entretenido con mi vientre.—Aparté mi vista rápidamente, rojo a más no poder.

—¡L-Lo siento!—Clara empezó a reír.

—No te disculpes hombre, que no es nada malo.

—T-Tienes razón...—Dije avergonzado.

—¡Oye, yo sí que quiero un helado! ¿Y tu Gabri?—Gritó, como siempre, Clara.

—Está bien. Pero, ¿No puedes gritar un poco menos? Todo el mundo nos mira...—Intenté reñirle, pero ella rió.

—¿Acaso te avergüenzas de mí? Que malo eres Gabri.—Dijo poniendo morritos. Dani se levantó.

—¿Y bien? ¿Cuál queréis?

—¡Yo un Magnum de chocolate negro! Y Gabri seguro que quiere un Drácula.—Volvió a gritar Clara. De verdad... parece que no sepa hablar sin gritar.

—Sí, quiero un Drácula.—Afirmé.

—¡Okay! Ahora vuelvo.—Y se dirigió al chiringuito más cercano.

Sweetie (inacabada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora