3.-Late.

660 29 7
                                    

Tallo sus brazos en busca de calor, una suave brisa movió sus cabellos haciéndola tiritar. Alzó la mirada fijándola en el extenso firmamento de color oscuro con suaves puntos destellantes.

Pasar las tardes en el parque de su barrio en sus días de vacaciones se había vuelto su pasatiempo, paseando por los alrededores con sus amigos, quitándole los lugares a los niños en los juegos, haciendo retas de basquetbol al anochecer pero sobre todo una cosa en especial.

Aquel bello chico castaño de bonita nariz, uno de los jugadores del equipo contrario.

Sonrío alzando su mano tapando con ella la destellante luna encima suyo, viendo pequeños rayos de luz de la misma pasar entre las aberturas de sus dedos. De sus labios un cálido suspiro escapó.

Aquella brillante hilera de dientes dejándose ver ante sus sonrisas era simplemente maravillosa, creaba en ella distintas sensaciones. Su pulso se aceleró, su estómago se removió y sus manos comenzaron a sudar cuando aquel joven se sentó a su lado en las gradas ofreciéndole su mano moviendo sus labios pronunciando un "Hola"

El chico río ante su expresión, su voz era lo mas hermoso que había escuchado jamás, una melodía sumamente ligera y hermosa ante sus oídos. Esa tarde el cielo se pinceleo con tonos rosas y amarillos siendo adornados por pequeñas porciones de nubes así celebrando la unión de dos almas aventureras e inocentes.

Sus cabellos se desordenaron y la fría brisa acarició su rostro, sus labios se fruncieron al igual que su entre cejo.

Las noches en el tejado mientras bebían alcohol y conversaban creando todo una vida juntos, prometiéndose no poder estar sin el otro eran escuchadas por el viento quien cantanba al igual que los grillos tocaban su violín.

Cuando los dieciocho años llegaron sus primeros tatuajes también. Dos bellos corazones en el antebrazo demostrando su amor.

Removió la manga de su abrigo, su piel quedó expuesta dejando ver aquella tinta negra. Las yemas de sus dedos acariciaron vagamente el lugar haciéndola sonreír levemente.

Sus labios posándose en su cuello, sus manos acariciando sus muslos con fervor mientras la embestía con lentitud haciéndola sentir llena, amada. Su piel erizandose ante sus susurros sintiendo como su piel quemaba ante cada toque o beso. Sus labios picaban por ser besados y sentir aquella exitante sensación de humedad ante el choque de sus lenguas danzantes.

Sus ojos se cristalizaron, un nudo en su garganta se formo y su cuerpo tembló.

El tiempo paso, sus ideas maduraron junto a ellos causando cambios por parte de ambos. Debido a los estudios el tiempo juntos se redujo, viéndose menos tiempo.

La primera lágrima cayó desapareciendo entre el césped bajo suyo. Sus manos se cerraron estrujando su vestido.

Sus labio se juntaron una vez más y sus cuerpos se fundieron en uno esa noche, siendo la luna testigo de aquel amor desbordante. La mañana llego así haciendo despedirse a ambos amantes.

Los sollozos fueron inevitables, las lagrimas imparables y su corazón irreparable.

La peor noticia llegó la tarde de ese mismo día... había muerto. Sus gritos llenos de dolor no se hicieron esperar, el amor de su vida había muerto.

Su mano tiritante se posicionó encima de aquella fría pared de cemento. Sus dedos detallaron las letras grabadas en ella, especialmente su nombre;

"Jesse"

Hacia ya quince años había perdido aquella parte importante de su vida, arrebatada de su lado cruelmente por el destino.

Culpa de un conductor ebrio en sentido contrario en la carretera.

Desde ese día su vida se volvió monótona, el brillo en sus ojos había desaparecido al igual que su energía.
Escuchar sus discos favoritos lo hacia recordarlo, la unica manera que lo volvia a sentir a su lado.

Desearía poder retroceder, regresar a los tiempos de adolescencia, poder abrazarlo, besarlo, sentir su calor corporal; el bello latir de su corazón al recostar su cabeza sobre su pecho y sus suaves manos tocar y entrelazar.

Pero era demasiado tarde, el ya no estaba.

Jesse Rutherford ImaginasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora