Una clásica historia de amor

14 de febrero

Cuando me desperté hoy me di cuenta de el día que era, el tan esperado 14 de febrero, ese día en que las parejas son felices y pintan todo color de rosas, se regalan flores, bombones, globos y todo ese tipo de cosas. Para muchos ese día significa amor, para otros el dolor de haber dejado a un amor atrás y para otros no significa nada, solo es un día más como los anteriores; pues yo soy de esas personas. Nunca me interesó expresar amor de esa forma, o simplemente no encontré a persona indicada para demostrárselo.

Disculpen, que mal educada. Sucede que el 14 de febrero es mi día menos favorito.

Soy Emilly Fort, pero todos me llaman Em. Se podría decir que soy una adolescente promedio de 18 años, al menos eso dice mi familia, pero yo creo que soy todo lo contrario. Vivo en Cardona, España; un lugar ambientado en Inglaterra del siglo XV. Es un lugar precioso, solía estar rodeado de un frondoso bosque, aunque ahora es más bien árido. Mis abuelos siempre han contado muchas historias sobre como seres mágicos que viven dentro del castillo sobre la montaña, el castillo de Cardona, han hecho desaparecer aquel hermoso bosque con la llegada de las personas al lugar, pues el bosque albergaba muchas bestias y poderes que los humanos no podían conocer. Lo bueno que saque de esas historias fue la inspiración para escribir mi propio libro.

Me gusta mucho leer, tal vez demasiado. Tanto que he llegado al punto de a veces obsesionarme con personajes, o rogar en sueños por vivir dentro de una de esas historias.

Hasta que un día se me ocurrió la idea de utilizar lo que tenia a mi alrededor, y comencé a escribir una historia; un mundo fantástico escondido en lo profundo del bosque que rodeaba a Cardona, hadas, brujas, pero sobre todo elfos con su belleza inmortal.

El mejor cliché, la humana sexy y torpe, que se adentraba sola en el bosque porque todos la molestaban, se encontraba con un hermoso y narcisista elfo, con su admiración secreta hacia la torpe humana, la relación amor odio y el vivieron felices por siempre.

Otro hombre perfecto para mi lista, que ridícula al pesar que realmente podría conocer a alguien así. Tal vez era hora de deja a esos hombres tan perfectos atrás y concentrarme en otras cosas, como la carrera universitaria que pienso seguir o a que me quiero dedicar, planes a futuro que por lo pronto no incluyan hombres.