Zayn entró. Con su sonrisa tan alegre y misteriosa, dos cosas tan diferentes a la vez. Su corbata al rededor de ese cuello de su camisa guadaba tantos secretos. Esa chaqueta de color negro era tan formal, tan elegante. Sus pantalones ajustados, me hacían verlo más y más. Sus botas de cuero eran magnificos. Todo él era magnifico. Me lo quede viendo por un buen rato. Momentos venían a mi mente en un flash. Como una luz se apagaba y luego se prendía, encendiendo otro momento mágico. Dejo su maletín en la mesa. Mientras todos se iban a sus puestos, hablando. Todo el salón seguía en una gran bulla. Sonreí. Bajando la cabeza. Sacando una risita leve.
ᅝᅝ“Quiero que seas mío, Niall...”
Su mirada se fijo en mi. Podía sentirla. Como sus ojos color marrón veía cada detalle de mi ropa, mi cara, de mi cuerpo..., me sonrió. Con un brillo especial en sus ojos en la cual podía decifrar algo más que solo sexo. Cariño... Amor... O bueno, eso pensaba. El carmesí pinto en mis mejillas. Y el solo me miró con algo de ternura. Se giró a ver a la clase y empezó a explicar la materia de Literatura. Cosa que no prestaba mucha atención... era más interesante el cuerpo de dios griego de Zayn.
ᅝᅝ“Suelo dedicarte canciones, sin decirtelo.”
Un susurro salio por mi boca. Escuchándolo, solamente yo, nadie más. Un susurro que podía valer mil palabras. Ese susurro que no se escucha en una habitación, aunque este en silencio, si no que se escucha en tu corazón...
— Te necesito esta noche..., solo esta noche.
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Un pedazo de tú corazón. {Horlink}
Teen FictionA veces la clave es dejar de buscar y dejarse encontrar.