Nuevo comienzo

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 Julio….. Cuatro días después de la final del mundial:

Philipp elevó su mirada al cielo y suspiró mientras guardaba sus manos en los bolsillos de la campera deportiva del Bayern que llevaba puesta. Acomodo su bolso, mejor en su hombro derecho, y guardo su teléfono celular ahí.

El cielo estaba teñido de un gris oscuro, y los rayos y truenos comenzaron a hacer eco por Múnich. La tormenta amenazaba con descargarse en cualquier momento, visualizo un rayo a la lejanía, por lo que comenzó a apurar su camino, a un pequeño café que solía frecuentar con Bastian luego de los entrenamientos con el equipo local.

Subió trotando los pequeños escalones que había antes de entrar al local, y empujo la puerta, mientras una sonrisa se colaba por su rostro. El calor del lugar golpeó con su cuerpo frío, y se abrazó fuertemente, mientras elegía un lugar con la mirada aun estando en la puerta.

La chica del mostrador, volteó su rostro al escuchar el ruido de la campana, y le sonrió al cliente que había entrado, y buscaba donde sentarse.

Desato su cabella de la coleta que lo amarraba, y jugo con un mechón de cabello, mientras observaba los movimientos de su cliente, que decidió optar por un asiento alejado de la ventana.

Salto del taburete, mientras tomaba el menú del lugar, y se acercaba a él alisando su camisa blanca.

– Buenos días. – murmuró Anne al estar frente a él. La camarera se sonrojo, cuando él levantó su mirada, y le sonrió cálidamente.

– Buenos días. – respondió. – No hace falta el menú. – murmuró al ver como ella lo apretaba con fuerza a su pecho. – Quiero un café con leche, y una porción de torta de chocolate. –

– Ya iré a prepararlo. – le dedico una sonrisa mientras volteaba y volvía a ponerse detrás de la computadora, anotando lo que el cliente de la mesa siete había pedido.

Se acercó a la cafetera, y mientras preparaba el café, seguía observándolo. Se le hacía conocido de algún lado, pero aun no sabía de dónde. Volteó a ver por la pequeña apertura de la pared la cocina. – ¿Mats? – murmuró a su amigo y cocinero.

El apareció a los pocos segundos. – ¿Qué sucede Anne? –

– El chico de la mesa siete. – murmuró haciendo que él lo miré. Notó la sonrisa de su amigo aparecer por su rostro.

– No puedo creer que venga a esta cafetería aun. –

Anne pestañeo un par de veces, mientras tomaba la torta de la pequeña heladera y cortaba un gran pedazo – ¿Quién es él? –

– Es Philipp Lahm. – Él lo dijo como si fuera algo obvio. Ella frunció su ceño. El chico se palmeó su mano frente su rostro. – ¿No ves futbol? – Anne negó con la cabeza rápidamente.

– No me gusta. Me parece una pérdida de tiempo, ver a veintidós personas correr tras una pelota. –

– Bueno, eso no se lo digas a él. – recostó su cabeza sobre sus codos. – ¿Sabes que el equipo alemán salió campeón del mundo? –

– Tú me lo dijiste. –  

– Bueno, él es el capitán del equipo.  – murmuró antes de voltear su rostro, y centrarse en la otra camarera, que le traía un nuevo pedido.

Anne negó con la cabeza, incrédula, por lo que tomó su celular del bolsillo trasero de su jean.

Philipp Lahm. Puso en su buscador. Segundos después, notó que Mats estaba en lo correcto. Bloqueo la pantalla, y lo volvió a guardar, para luego caminar con una sonrisa hasta el chico.

Un nuevo comienzo |Philipp Lahm| |One Shoot|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora