Capítulo 3: Callejón

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Desde el baile pasé casi todos los días con Dayana y Anthony, la pasábamos genial hablando de muchas cosas, hasta descubrí que es una gamer y Otaku. Anthony siempre la molesta por lo de ser Otaku, pero al final la castaña siempre acaba dándole una lección con unos pares de golpes, la verdad es que ella es bastante fuerte y hasta diría que le tengo miedo.

Pasó de ser la chica misteriosa a ser una gran amiga para los dos, llegué a un punto en el que deseaba el siguiente día para poder hablar con ella, para volver a ver esa risita que tan encantado me tenía. Aunque desde que se sinceró conmigo no ha contado nada más sobre su vida, a pesar de que siempre le hemos preguntado... Lo único que sabemos de ella es que va al instituto, se llama Dayana Lightwood y lo que me contó en el callejón, aunque con eso yo ya estoy suficientemente feliz.

- ¿Y dónde vives, Dayana? – Pregunta de repente Anthony dejando a la chica helada.

- Creo que no es un tema relevante – Toma otro sorbo de tu taza de té negro que tanto le gusta.

- ¿Por qué no? – El pelirrojo parece indignado – Haz visto por dentro la casa de Jack y la mía ¿Y nosotros no podemos ver la tuya?

- No creo que eso haya impedido ser su amiga, Tony – Desde hace poco así llama a Anthony y a él parece gustarle – Fin del tema – Siempre tan autoritaria.

- Pero, pero... - El chico hace un puchero y yo se lo tapo con mi mano.

- Si ella no quiere hablar del tema – Comento un poco fastidiado por la insistencia de niño pequeño de Anthony – No deberías seguir.

- Está bien, está bien – Se rinde y come molesto de su dona – Yo solo quería ver cómo era la habitación de una chica de nuestra edad, normal.

- Pero si siempre las chicas te invitan a sus habitaciones...

- NORMAL – Repite con desagrado – Las que me invitan a su casa son fresitas todas, son loquitas amantes de tipos que se muestran completitos.

- ¿Otra vez celoso de Jay? – Pregunta Dayana divertida. Jay es un cantante bastante famoso entre las adolescentes, le hace competencia hasta Justin Bieber.

- ¡No es eso! – Exclama totalmente ofendido – ¿Cómo iba a estar celoso de ese mariquita amante del rímel?

- Pues yo encuentro que es sexy – Confiesa como si nada la castaña haciendo que los dos soltemos un jadeo de asombro.

- Pensé que no te gustaban los cantantes así – Intento no mostrarme desagradable con ese comentario.

- Pues la verdad es que canta bien, no puedo negarme – Deja su taza en el plato – Además está bastante bueno.

- Para mí que se pone esteroides – Comenta sin ocultar su enojo mi compañero, creo que me robó el comentario.

- No, no lo creo – La castaña ignora completamente la cara de No-me-jodas-que-enserio-te-gusta-ese de Anthony – Si fuese así se notaría, además, sube fotos de él ejercitándose a su cuenta de Instagram.

- ¡Hasta lo sigues en Insta! – Espeto sin darme cuenta, pero creo que no me arrepiento.

- ¿Mmh? ¿Acaso está mal? – Se encoje de hombros – Después de todo soy una adolescente con las hormonas a flor de piel.

- ¡Vamos, Dayana! – Anthony se acerca más a ella, pasando sobre la mesa de la cafetería en la que nos encontramos – Pensé que eras distinta a esas chicas.

Amor Psicópata~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora