Más Que Simples Amigos

capítulo 8

Desde que ambos probaron sus labios por primera vez, No podían parar de hacerlo, era adictivo.

Mientras se miran a los ojos, Yami no para de morderse el labio inferior, Lo cual ese gesto hace que yugi se vuelva aún más loco por él.

—Yami... tengo algo que confesarte.— Mordió su labio inferior y se ruborizo al pensar tal cosa que iba a decirle.

—¿Qué me tienes que decir pequeño?—. Le dirige una pequeña sonrisa.

—Verás... —

"No quiero andar con rodeos, Así que mejor se lo diré de una vez por todas."

—Estuve enamorado de ti todos estos años... Yo no me animaba a decírtelo y trataba de que no te dieras cuenta, porque pensaba que arruinaria nuestra amistad —.Mordió su labio llevando su vista al suelo.

—No me lo esperaba... Pero yo también confesare. —Soltó un suspiro—Estuve todos estos años enamorado de tí, Y pensaba exactamente igual que tú. Pero mira, Aquí estamos, Y no vas a perder mi amistad yugi. —.Le sonríe cariñosamente.

Ambos chicos ríen felizmente para luego darse un fuerte abrazo.

—Ni tú tampoco perderás mi amistad Yami —. Dijo el menor mientras sonreía en su hombro.

Se separaron un momento y sus miradas volvieron a chocar, se miraron con una completa dulzura mientras sus rostros se acercaban lentamente.

Sus labios volvieron a juntarse y profundizaron ese beso más y más. 

Mientras ellos se devoraban desesperados por seguir probandose, Yami mordió el labio inferior de yugi con mucha delicadeza a lo que continuó con su rostro, depositando dulces y suaves besos por todas partes.

Su beso se volvió más caliente.

"Es un sabor tan dulce, que hace que no quiera separar mis labios de los suyos, Son tan deliciosos."

Su lengua entró en la boca de yugi y ambas comenzaron a frotarse entre sí.

Tal contacto hace que el menor se derrita de placer.

Yami paso su mano bajo la camiseta del menor y subió lentamente hasta encontrar un punto en especial, Su pecho derecho.

—Ugm —Soltó un gemido bajo. Ya que es muy sensible en esa parte.

Él oji-Rubíes Retiró la camiseta de yugi que estaba estorbando en esos momentos.

Dio un último beso en los labios de yugi y bajo a su pecho, comenzandolo a lamer y a mordisquiarlo suavemente.

—Ugm, S-se siente bien... —jadeo por la excitación.

Comenzó a frotarlos con la yemas de sus dedos.

"Se siente tan extraño pero a la vez se siente tan bien."

Sus corazones laten a mil.

Nuevamente unen sus bocas y se besan con tanta desesperación.

Al separarse. Lo mira a los ojos y él ojos amatistas se encontraba sudando y con las mejillas sonrosadas.

Retira sus manos de los pezones y comienza a bajar hasta llegar a su cintura, lo sostiene con las dos manos, Mientras su corazón no deja de latir fuertemente.

—Yami... ¿Qué hac... — Lo interrumpe besandolo nuevamente.

"Estoy muy excitado..."

Cruzaron lengua nuevamente mientras sus cuerpos se juntaban más y más.

Toc toc.

Ese sonido los estremeció pero, rápidamente se separaron. yugi se vistió lo más rápido que pudo y acomodó un poco su cabello.

—Yugi¿estás aquí?— Preguntó aún estando detrás de la puerta.

—Si Joey ¡Adelante! —Respondió mientras tomaba un libro para fingir que estaban leyendo.

La puerta se abre y se deja ver aquel rubio de ojos miel.

—¡Buenos días chicos!
¿Qué hacen tan temprano despiertos? y ¿leyendo? —Los Miró extrañado.

—Buenos días joey.—Ambos saludaron al mismo tiempo.

—No podíamos dormir, Pero yugi se levantó unos minutos antes que yo —Respondió con la respiración agitada.

—Ahh que raro tan temprano, por cierto yami ¿Por qué estas tan agitado? Y ¿Estás sudando? —Enarcó una ceja —¿Te sientes bien amigo? —Preguntó mientras se acercaba.

—Si estoy bien, No te preocupes, Es sólo que hace un poco de calor aquí... —Respondió el oji-Rubíes, se paró y se quitó la camiseta.

"Wow ¡Tiene un cuerpo tan perfecto!"

—Esta bien viejo, tienes razón. el lugar es pequeño y está todo cerrado. Por cierto... ¿Ya desayunaron? —Los Miró.

—No, aún no hemos desayunado.—Respondió yugi.

No podía apartar su mirada de él y automáticamente muerde sus labios.

Él lo miró con una sonrisa picara, Yami le sonrió dulcemente.

—Bueno vamos a la cocina, Les preparare un café a todos ¿Joey me harías el favor de despertar a los demás? —Le pregunto al rubio mientras se levantaba del sofá.

—Esta bien —Joey se marchó de la biblioteca dejando nuevamente a solas a ambos tricolores.

Ya que joey se había ido, el mayor aprovecho y lo tomó por la cintura mientra él se movía de un lado al otro. Vio su cuello y depósito un suave y corto beso sobre el, Luego de eso dejó un último beso en su frente.

"Fue un gesto muy tierno para mi."

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