Y así es como llegamos al punto donde las cosas empezaron a cambiar para mi, mi familia y el entorno que me rodeaba
Nuevamente el tiempo paso, los días se volvieron semanas, las semanas se volvieron meses y los meses se volvieron un año. El año en que me quede estancada, porque si. Mi vida humana acabo al cumplir los diecisiete años.
Todo con Elías iba bien, tuve que dejar las clases de boxeo, defensa personal pues me quitaban tiempo de estar peleando en el ring. Mis padres no sospechaban que era peleadora pues ellos siempre creían que me la pasaba con Elías en su casa, o en cualquier lugar. Creyeron que me estaba enamorando de el, lo cual era cierto pues era atento y cariñoso conmigo pero con los demás era un hijo de puta.
El día de mi cumpleaños, el catorce de febrero organizo una cena para ambos. Nada me hacia mas feliz que pasar el tiempo a su lado, disfrutar de su compañía, de su afecto.
Tuve tiempo durante el día de estar con amigos y familia pues la noche era de Elías y mía. Al llegarse las ocho el llego puntual a la puerta de mi casa con un ramo de tulipanes morados
–Te ves genial, Diabla– susurro, nadie en la casa debía saber mi apodo.
–Tu te ves mejor, Güero.– Sonreí, el vestía un traje negro que le quedaba ajustado dejando a la vista que se ejercitaba yo por el contrario traía un vestido rojo ceñido en la parte de arriba pero la falda estaba suelta.
–¿Nos vamos?– Cuestione dejando las flores en la repisa que estaba junto a la puerta
Subimos a su auto, un audi negro. Condujo por una zona que jamas había transitado a pesar de todo lo que ha pasado.
–¿A donde vamos– pregunte tratando de ocultar los nervios
–Hoy conocerás más de mi y de mi mundo– respondió pero con su vista fija en el camino
No respondí solo asentí con la cabeza. Mi subconsciente gritaba que algo malo pasaría pero no quise hacerle caso, estaba con Elías ¿Que me podría pasar?
Esa no era la pregunta que debi hacerme aquel día si no ¿Que mas me podría pasar estando con Elías?
Pues llegamos a un sendero que guiaba a lo interno del bosque, no había ninguna luz que alumbrara el camino mas que la luz de la luna llena en casi su punto máximo a lo lejos se escuchaba el aullar de lobos, el cantar de los grillos, el croar de las ranas. Esperen, ¿Lobos? Si para mi desgracia o bendición fueron lobos
Elías se movía por el bosque como si cientos de veces hubiera transitado el lugar, pero confiaba en él. Aún confiaba en el. Entonces después de otros minutos caminando en silencio llegamos a lo que parecía ser el corazón del bosque
–¿Que hacemos aquí? – me estaba poniendo nerviosa el echo de que Elías no respondía y solo me daba la espalda
–Hoy conocerás a mi verdaderos ser, y sabrás porque te deje entrar– contestó con voz grave
–No entiendo– dije tartamudeando
Sin mas se dio la vuelta dejándome ver sus ojos color rojo carmesí, sus colmillos. No, no podía ser real. Esto era un sueño
–No, Miranda. Este soy yo– se acerco peligrosamente hacia mi
–No, no puede ser– cerré los ojos tratando de despertar
–Si lo es, no vives en el mundo que crees. Existimos los seres sobrenaturales, nos codeamos entre humanos sin ellos percatarse de lo que realmente somos– sonrió mostrando mas sus afilados colmillos
–Entonces ¿Que harás conmigo?– cuestione tratando de calmar mi ritmo cardíaco
–En primera calmate tu corazón esta muy acelerado y eso me da hambre– dijo alejándose un poco –Veras, cuando quisiste entrar a pelear dudaba un poco de lo que podías hacer pero el día que “Mataste” a Michelle que es un vampiro me di cuenta que si siendo humana eras fuerte– tomo aire para continuar –Por cierto dice Michelle que pegas duro y que eres buena peleando que ya hasta dudaba de que eras humana– se quedo callado un momento
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I N F I E R N O
Hombres Lobo-Te dije que vendrían por ella, que un nacido híbrido no seria fácil de esconder y menos de el Padre de Elías, ese chupa sangre también te quiere muerta así como tu mataste a su hijo. -Pues peleare- dije pero luego tuve que levantar a la niña pues e...