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₍#₎ BANG CHAN
Te quiero tanto que duele. Duele mucho. Duele porque tenemos que estar lejos, duele porque no puedo decirle a todo el mundo que eres mi motivo para seguir vivo. Duele porque sin ti no sería nada, y duele porque eres mi todo.
La frase típica, pero tan real para mí. Eres mi todo. Me levanto por las mañanas esperando verte ahí, sonriéndome y diciéndome 'Chan, vamos a hacer...' para que yo (obviamente) no pueda negarme y acabemos haciendo cualquier cosa que tú digas. Porque no puedo resistirme a ti, porque es imposible decirte que no cuando estoy tan enamorado de ti.
Duele porque tiene que doler, supongo. Aunque todos sabemos que a mí me da igual si duele o no, porque seguiría estando igual de hipnotizado por ti. Me daría igual si me dijeran que tendría que dejar de realizar mi sueño sólo por estar enamorado de ti, porque lo dejaría. Porque tú eres todo lo que necesito, y ahora me he dado cuenta de que sin ti; me da igual mi sueño, mi carrera y mi vida. Porque no sería la misma.
Me he dado cuenta de esto durante estos dos años que hemos mantenido amistad, y cualquiera diría que soy un poco tonto por enamorarme de una amiga, pero yo sé que es todo menos inútil.
Pienso esto mientras te veo dormir al lado mío, porque desde que me visitas siempre has tenido miedo a dormir sola y yo siempre te he abierto las puertas de mi habitación para que entraras.
Y me es imposible dormir teniendo tanto para ver. Porque podría pasarme horas y horas viendo lo increíblemente impresionante que eres.
Dios, estoy tan enamorado de ti.
Y lo estoy desde el segundo en el que Jeongin te trajo y te presentó como su mejor amiga de la infancia. Como envidié a Jeongin por tener a alguien tan increíble como tú tantos años en su vida. Pero no me puedo quejar de nada, porque después de estos dos años juntos, no he podido celar a Jeongin menos. Porque lo noté, noté como tenías tu atención siempre en mí. Y joder, cómo me gustaba.
Suena egocéntrico, seguramente, pero he aprendido que tus ojos obtienen un brillo diferente cuando hablas con varias personas. Y yo hago que tengas un tipo de brillo diferente. Y no puedo sentirme más orgulloso. Y a parte de notar ese brillo, siempre me mirabas. Me mirabas como si fuera la última persona en el mundo y eso me hacía sentir diferente a como me había sentido con cualquier otra persona. Y, aunque tuviéramos la más simple conversación, siempre tenías esa mirada de curiosidad, de curiosidad sobre qué estaría pensando yo. Y te lo puedo decir ahora, solamente pensaba en ti.
Me encantaba tanto ese tipo de atención que me brindabas que no podía pensar en otra cosa que no fuera en alabarte en mis pensamientos.
También me encanta la forma en la que me tranquilizas en cualquier momento. Cuando estoy realmente jodido, pensando que nada puede ir peor y tú estás ahí, a mi lado, poniendo una mano sobre mi espalda, frotándola y diciéndome que todo está bien. No sabes lo mucho que me ayuda eso. Y me encanta porque siempre estás ahí, cuando te llaman los demás avisándote de que he tenido un mal día y tú dejas todo lo que estés haciendo y vienes a mi lado.
