Erase una vez un padre (le encantaba caminar, se llama Miguel), su hija (se encuentra en la pre adolescencia, se llama Sarah) y su hijo (le encantaba el parckour, se llama Sergio).
Un domingo, les dijo a los niños que iban a salir a caminar (como siempre).
SARAH: Papá, ya estoy harta de ir a caminar, quiero quedar con mis amigas.
MIGUEL: Ya tendrás tiempo para salir con tus amigas.
Sarah suspiro.
A Sergio se le pusieron los ojos en blanco y comenzó un temblar.
SERGIO: Papá, que va a pasar algo extraño.
MIGUEL: Nada de tonterías, no va a pasar nada extraño.
SERGIO: Si, papa, tócame la frente, tengo fiebre.
El padre le toco la frente.
MIGUEL: Es verdad, la tienes ardiendo. Bueno, así que te quedas en casa y tu hermana y yo salimos a caminar.
SERGIO: No vayáis, os va a pasar algo, lo presiento.
MIGUEL: Espera, esto es un truco para no ir, ¿no?
A LOS NIÑOS LES GUSTABA MUCHO HACER BROMAS.
SERGIO: No papá, no es ningún truco.
MIGUEL: De acuerdo hijo. Nos vemos. 💋😜🙋♂️
La hija y el padre salieron a caminar.
CONTINUARA...