De la vez que Tony Stark se Convirtió en Mujer

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Antigua Torre Stark, rebautizada recientemente como la torre Avengers. 3: 00 am.

Tony Stark se encontraba sumergido en su trabajo, construyendo unas mejoras para su armadura mientras esperaba que su nuevo experimento de ciencia funcionara.
Necesitaba distraerse, necesitaba mantener la cabeza ocupada de lo contrario, pensaría en Steve y en su flamante relación con su prima, Sharon Carter. Si bien es cierto la culpa es solo suya, igual no dejaba de doler.
Steve es un buen hombre, tan bueno que aceptó salir con él, sin importarle los prejuicios y la reputación que tenía, dejando atrás la estricta crianza de los años 20's y tras un par de citas más, hacerse su novio. Tan buen chico que, cuando hablaron del tema de formar una familia—a pesar de que aún no habían tenido sexo porque el rubio quería primero casarse antes de tomarlo como era debido—él simplemente le dijo que no importaba, que siempre podrían adoptar o simplemente no hacer nada con respecto a eso. Para él, era suficiente con estar con Tony, que lo único que necesitaba y anhelaba, era estar con Tony.
Si se ponía a pensar, en ese momento, su corazón se rompió, quería darle todo a Steve, quería darle el mundo entero, la luna, la galaxia entera. Un hijo. Así qué, comenzó a idear una forma de mandar a la mierda a la biología y  ser él quien diera a luz a los hijos del capitán América. Con ayuda de Bruce, la doctora Cho y Shuri idearon un plan maestro para llevar a cabo una novedosa idea. Hasta ahí, todo bien.
¿El problema?, que decidió romper con Steve sin darle una razón concreta al rubio. No quería atarlo a él cuando sabía que su más grande sueño era tener un hijo propio, a pesar de las veces que éste le repitió que no importaba y que solo quería estar con él.
Pero nada de lo que él dijera lo convencía de ello, menos aún cuando lo había escuchado hablando con Buckaro de ese tema.
Y ese era el motivo por el cual se encontraba encerrado en su taller, pero ya no servía de nada, porque hace un par de días, Sharon lo había llamado para contarle emocionada que Steve al fin había aceptado salir con ella y que la había besado a la primera. El corazón de Tony se partió en mil pedazos, no podía reclamarle nada a ella, ya que casi nadie sabía de la relación que tuvo con Steve, por lo que simplemente la escucho muy atento y aparentando felicidad por ella, aunque por dentro se estuviera muriendo.
El sonido de una alarma lo saco de sus pensamientos, corrió directamente a la zona de su taller en donde tenía montado su laboratorio de química, pero, ni siquiera pudo llegar a la puerta, porque éste explotó, Haciéndolo volar varios metros del suelo envuelto en una humareda y fuego, las esquirlas de los tubos de ensayo y demás cristales rotos se incrustaron en diferentes zonas de su cuerpo mientras caia al suelo muy aturdido.
Por suerte, el sistema contra incendios y Friday hicieron lo suyo y contuvieron la catástrofe. Luego de varios minutos, Tony despertó y se revisó el cuerpo, por suerte no estaba herido físicamente de gravedad. Ah, pero su corazón fue otra cosa. Todo se había destruido. No tenía que pedir un recuento de daños para saber que, todo su trabajo de meses se había ido al traste.
Con un gemido de dolor, se levantó del suelo sin percatarse que estaba empapado de una sustancia de color lila de consistencia oleosa y se fue directamente a su habitación. Era una bendición el saber que todo el equipo, incluyendo a los dioses Asgardianos, habían salido a una fiesta de beneficencia que realizaba las Industrias Stark para los niños sin techo.
Por lo que nadie sabría sobre su desastroso fracaso. Se curó como pudo y se baño, se colocó unos bóxers ajustados y se metió a la cama exhausto, más no lloró, ya no lo haría, pero tampoco volvería a empezar, ya no tenía sentido, por suerte, el sueño lo reclamó rápidamente, llevándose al menos por unas horas su dolor.

[...]

Eran casi las nueve de la mañana cuando el ruido característico de los muchachos levantándose y haciendo el desayuno lo despertó. Aun no entendía como rayos es que podía escuchar todo ese escándalo si la cocina comunal estaba a dos pisos por debajo de su penthouse. Aunque, tenía la sospecha de que habían sobornado a Friday para despertarlo y así hacerlo ingerir al menos un poco de comida decente, como solía decir Natasha.
Por lo que simplemente se levantó con un enorme bostezo y sin ponerse absolutamente nada encima salió de su habitación, esa era su forma de vengarse de ellos por despertarlo a esas horas de la madrugada. Se dirigió al ascensor dando tumbos y con los ojos cerrados, como de costumbre, pudo notar que se sentía un poco más ligero, pero no le tomó importancia ya que tendía a bajar de peso rápidamente cuando se encontraba medio depresivo.
Las puertas del ascensor se abrieron en el comedor comunal y se dirigió directamente a la barra de la cocina a por su tan ansiada taza de café y por su donut favorita, en cuanto sus labios sintieron aquel líquido caliente y negro soltó un gemido, como siempre hacia, solo que ésta vez le sonó un tanto extraño, como más agudo, quizá se estaría enfermando de la garganta, algo más a su lista de padecimientos.
Como si ya no tuviera bastantes.
Para cuando finalmente abrió los ojos, once pares de ojos lo estaban mirando estupefactos y con sus respectivas bocas abiertas. Vio que Clint tenía un tenedor repleto de huevos con tocino a medio camino, Scott tenía los cachetes hinchados de jugó de naranja que no había tragado aún, Thor lo miraba con una sonrisita sucia hasta que Loki lo golpeo en la cabeza, sin dejar de mirarlo con una ceja alzada, el pequeño Peter se había ruborizado hasta las orejas y Wanda rápidamente procedió a taparle los ojos.
Las expresiones de sus compañeros variaban de sorpresa a atónitos a cada segundo, Tony no pensó que podía reírse más hasta que vio la expresión de su rubio amor, la cara del capitán América era épica, estaba todo sonrojado, la boca abierta en una perfecta O, sus ojos brillaban de un tono rojizo curioso, pero no sabía decir si era por sorpresa o, ¿ira?
–Oh vamos— Comentó Tony con aburrimiento—De Peter lo entiendo, pero, ¿Ustedes? Cómo si nunca me hubieran visto en estas fachas.
Una exhalación colectiva se escucho en toda la estancia, pero nada como la cara de extrañeza del mismísimo Tony, su voz había salido muy extraña, no con la acostumbrada cadencia y medio rasposa, profunda y tan sexual que aquel que lo escuchaba, su ropa interior automáticamente se deslizaba de su lugar habitual, no, su voz había cambiado y sonaba más suave, femenina, muy femenina.
–¿Tony?— pregunto Natasha estupefacta, nada la podía agarrar de sorpresa, así que eso ya era decir bastante.
–No puede ser—Susurró Bruce mientras salía corriendo de la sala en busca de su móvil.
Tony corrió al espejo de pared que había junto al elevador y se miró de cuerpo entero.
Los ojos eran los mismo, al igual que el cabello, salvo por el hecho de tenerlo tan largo que le llegaba al trasero. Su rostro, ahora era más delgado y fino y estaba libre de barba, dejando al descubierto aquel lunar en la esquina derecha de su barbilla que quería ocultar.
Sus hombros, que antes eran anchos y masculinamente sexys , ahora eran delgados y muy femeninos. Sus ojos se abrieron aún más — de ser posible— cuando vio su pecho, sus pectorales habían crecido de sobremanera. ¡Le habían salido tetas y eran enormes!
Su cintura era más estrecha de lo normal y las caderas más anchas, bueno, su trasero no había cambiado, seguía igual de grande y prieto. En síntesis, Tony Stark se había convertido en una mujer despampanante.
—!!!AAAAAAHHHHHHH!!—comenzó a gritar— !!!!VIERNES QUE RAYOS ME PASO!!!!
–Juro por mi pequeña Thorin que yo no hice nada— comentó Loki con las manos en alto cuando sintió la mirada de los Vengadores.
–Evaluando datos junto al doctor Banner, jefe.— Comentó Viernes.
–¡PERO QUE MIERDA!, ¡TENGO TETAS!— Tony tomó sus tetas y las apretó, moviéndolas de arriba a abajo, dando énfasis a su punto— ¡ TENGO UN PAR DE MALDITAS TETAS!
–Eso sí que es digno ejemplo de karma expres—comentó Clint—!Ouch!... ¿ por que me golpeas?
Pietro le había dado un golpe en la cabeza.
–Te he dicho que no te burles de la desgracia de los demás, Barton—levantó su mano y cubrió los ojos del arquero.
– ¿Por que haces eso?
– Porque antes de mi, tu eras un heterosexual confeso y Stark de mujer, es simplemente de otro nivel.
–Wao, si que estas para comer y para llevar, Stark —comentó Sam con los ojos encendidos.
–Rayos, si no estuviera casado, ya habría cruzado más de una palabra contigo, Stark— comentó Buck, lanzándole su sonrisa especial de la casa.
Tony se giro y los señaló con un dedo.
–Ustedes, ni crean que porque tengo éste cuerpo no podré darles una paliza. Bien lo pueden certificar Wanda y Natasha.
–¡Así es hermana!— Levantó la mano que tenía libre Wanda.
–Opino lo mismo que Bucky, si no estuviera casada con tu hermano de ciencia, tu y yo intercambiaríamos más que palabras— Natasha le guiñó un ojo en son de broma.
Con un gruñido, Steve se acercó a Tony y, quitándose la camiseta se la puso con cuidado, si como hombre era escandalosamente guapo, como mujer y vestido con su camiseta—que le quedaba enorme—era la lujuria personificada.
Así que, sin decir absolutamente nada,— salvo por la mirada asesina que les envió a todos los que miraban a Tony—lo tomó en brazos y se lo llevó a su habitación, cuando lo colocó en el suelo cerró la puerta con llave.
–Ahora mismo me vas a decir que rayos hiciste —soltó Steve con la mandíbula apretada.
– A mi no me das órdenes—Tony lo señalo con un dedo— además, a ti no te incumbe lo que haga o deje de hacer en mis ratos de ocio.
–¡¿Pero que dices?!, mírate, eres mujer, de seguro uno de tus tontos y ridículos experimentos salió mal y te convertiste en esto, en este... Fenómeno...
Steve se arrepintió en cuanto salió aquella palabra de su boca, no podía negar que aún estaba enfadado con Tony por haber roto con él, pero eso no le daba derecho a desquitarse ni a hablarle de esa manera. Se sintió peor cuando vio aquellos grandes ojos castaños llenarse de lágrimas, mientras su grueso labio inferior temblaba.
–¿Fenómeno?, ¿eso es lo que piensas de mí?
–Tony...  Yo no quise...
–Olvídalo, es bueno saberlo, así me meto de una vez en mi maldita cabeza que yo no puedo hacerte feliz.
–¿Pero de que hablas?, si no mal recuerdo tu me votaste.
–¡Lo hice porque no podía darte lo que querías!—Grito Tony rompiendo en llanto—te escuche cuando le decías a Barnes que soñabas con un hijo, por eso yo, intente hacer un suero que me permitiera llevar a un hijo tuyo dentro de mi, pero fallé y me convertí en esto. Pero gracias a eso supe lo que realmente piensas de mi, muchas gracias.
Steve cerró los ojos con frustración, sabía a que conversación se refería y suponía, que no había escuchado el resto de la misma. Si, le había dicho a James que quería un hijo, ¿pero sin Tony?, prefería no tener absolutamente nada porque lo amaba por sobre todas las cosas.
–En serio, estas totalmente loco—Steve se frotó el puente de la nariz—aún no entiendo que es lo que puedo ver en ti.
Tony se ofendió en serio, con la rabia a punto de salir por su boca en forma de palabras hirientes, se quitó la camiseta del rubio y se la lanzó a la cara.
–¡Eres un estúpido, anciano de mier...
Su grosería fue abruptamente interrumpida por un par de labios insistentes, Tony comenzó a forcejear, pero el rubio lo tenía apretado contra su cuerpo en un  férreo abrazo. No pasó mucho tiempo para que se rindiera y se abriera para él, dejando que su lengua se encontrara con la contraria en una batalla de voluntades.
Cuanto se habían echado de menos, Tony se puso de puntillas y rodeó el cuello de Steve con sus brazos, pegándolo aún más a su escultural cuerpo. El rubio le estaba dando uno de esos besos que cortaban el aliento, te dejaban las piernas temblando y te dejaban las bragas húmedas, o en su caso, su bóxer.
–Aún no entiendo que puedo ver en ti—Susurro Steve contra sus labios—pero entiendo muy bien que te amo con toda el alma, entiendo que tu eres mi vida entera y que sin ti, no me interesa nada ni nadie, si no te tengo a ti, prefiero no vivir. Mi genio loco.
–No te creo.
–Mi cielo, ¿Alguna vez te he dado motivos para dudar de mi amor por ti?—Tony miro hacia otro lado, aún entre los brazos de Steve— te lo dije aquella vez, si, quiero un hijo y que más quisiera yo que fueras tú el que lo lleve en su interior, pero, si para eso tengo que perderte, pues simplemente no quiero nada.
Steve lo volvió a besar, mientras recorría sus curvas con sus grandes y fuertes manos. Desde que lo conoció, siempre quiso tenerlo así, piel a piel, no era como se lo había imaginado, pero seguía siendo él.
Además, con Tony, ¿cuando eran las cosas como lo esperaba?
–Steve, hazme el amor— Susurró Tony contra sus labios mientras pasaba sus delgadas manos por sus pectorales, bajando hasta llegar a su enorme erección—tómame aquí y ahora, por favor.
El aludido no se hizo de rogar y lo tomó entre sus fornidos brazos. Tony lo abrazó con brazos y piernas mientras era llevado hasta la cama.
Una vez allí, se separaron sólo lo justo para que Steve terminara de desnudarse y le quitara su bóxer, entonces, en el momento en el que Steve se acomodó entre sus piernas y su miembro erecto chocó contra su nueva y húmeda vagina, ambos gimieron ante el contacto.
–¿Estás, seguro?— indagó Steve.
–Por su puesto, aunque, veo en ti cierta duda.
–Es que, siempre soñé con tenerte, pero no así, no con...— entonces dirigió una mirada significativa al enorme busto de Tony.
–¿Tetas?—sonrió Tony como solo él sabía hacerlo— míralo de este modo, podrás disfrutarme en ambas formas, ahora y en cuanto regrese a mi cuerpo original.
Los ojos de Steve brillaron con un tinte de lujuria sin diluir, entonces besó a su Tony como siempre había querido hacer desde que se separaron.

[...]

Tras varias horas de investigación, al fin Bruce había dado con lo que le había pasado a Tony y, por supuesto, sabía en que aquellos solo duraría unas veinticuatro horas, luego de eso, regresaría a la normalidad.
Suspirando, se quitó los lentes de seguridad y se levantó de su asiento, salió de su laboratorio y se dirigió a la cocina comunal, en su paso, no se percató de que ya había amanecido y de que la gran mayoría de los muchachos estaban despiertos. Ah, pero eso si, todos llevaban una cara de trasnochados que se notaba a leguas.
–Hola, ¿hubo una misión y no me avisaron? —pregunto al ver a sus amigos con esas caras.
–No fue nada de eso —contestó Wanda irritada.
–Lo que pasó fue que nuestro capitán América y nuestro hombre, ahora mujer de hierro, se la pasaron comiendo fondue toda la noche—se quejó Clint igual de irritado.
–Los gritos, gemidos y gruñidos, así como la pobre cama golpeando contra la pared se escucharon por toda la torre—suspiró Scott cansado.
–¿Steve no quería esperar al matrimonio para comerse ese pastel?.—preguntó Sam.
–Si, pero eso no le impidió darle ciertas mordidas y, desde que se separó de Tony Steve la pasó muy mal y juró que si volvían a estar juntos, le demostraría la mala decisión que tomó al dejarlo.
–Ok, entiendo eso ¿Pero como es posible que escucharan su reconciliación?, las habitaciones son insonorizada.
–Mi culpa—Clint levantó la mano—perdí una apuesta con Loki y, para demostrarme su punto, maximizó las voces de Tony y Steve, inclusive la suya propia y la de Thor, fue por eso que se escucharon tantos gritos— Clint se estremeció, esas parejas si que son cosa sería.
Todos los presentes miraron con furia al arquero, quien lentamente se fue retirando, mientras le lanzaban restos de comida y uno que otro cubierto.
Bruce sonrió, sabía que su amigo había estado muy mal desde que rompió con Steve, solo esperaba que las cosas esta vez funcionen.
–Hey, guapo, se nota que no haz dormido, ¿te gustaría hacerlo entre mis brazos?—Natasha le guiño un ojo sensualmente.
–Por supuesto, después de usted, mi bella dama.
Bruce hizo una reverencia y Natasha paso rumbo a su habitación contoneando sus caderas, el científico la siguió hipnotizado, de pronto, el cansancio se había esfumado.
Mientras en la cocina daban caza a un arquero con la boca tan grande como una piscina, cierto soldado estaba despertando.
Sentía un calorcito delicioso contra su pecho y abdomen, además de que su miembro, despierto por la erección matutina, se encontraba muy bien arropado en una zona calientita y húmeda.
Steve suspiro profundamente y el aroma de Tony saturó su sistema, entonces lo recordó y abrió los ojos de golpe, lo primero que vio fue una maraña de cabello castaño y corto justo debajo de su nariz, lentamente, solo para confirmar, movió lentamente la mano que tenía sobre su pecho para confirmar que su muchacho había regresado.
Plano, musculoso pero plano. Bajo lentamente hacia el sur, muy al sur, hasta llegar a la zona de la pelvis, en donde acuno con alivio el más que dotado miembro del castaño. Al ser la primera vez que lo tenía entre sus dedos, lo comenzó a tocar con golosa lujuria, mientras lo iba despertando poco a poco, sin ser tan brusco, no quería despertar tan pronto al dueño de semejante atributo, aún no.
En cuanto lo tubo muy erecto, lo dejó por unos momentos para coger las nalgas de su genio y las separó lentamente, había sido una buena idea dormir de cucharita, ya que le daba acceso para hacer lo que estaba a punto de hacer.
El mayor, movió ligeramente su pelvis para acomodar su enorme erección en la entrada al paraíso, había sido bueno que hayan experimentado y trabajado a fondo el cuerpo femenino la noche anterior, ya que habría sido complicado metérsela a Tony sin despertarlo. Entonces aprovechando también la humedad que ahí había, producto de las veces que se había venido dentro de él, empujó poco a poco, centímetro a centímetro.
Tuvo que apretar los dientes para no soltar una palabrota por lo bien que se sentía, estaba incluso más apretado que la noche pasada y lo estaba haciendo ver las estrellas. Entre sueños, su genio comenzó a gemir bajito mientras contraía su entrada de forma rítmica, haciendo que Steve lo abrazara más contra su cuerpo para tratar de calmarlo. De lo contrario, perdería el control y terminaría partiéndolo en dos.
Una vez se calmo, comenzó a entrar y salir lentamente, con el rostro hundido en los cabellos castaños, aspirando su aroma que lo volvía realmente loco. La mano que tenía libre se hizo dueña nuevamente del miembro de su Tony, que, para ese punto estaba chorreando líquido y lo comenzó a masajear al ritmo de sus embestidas.
- Steve... Más rápido... Steve... Más duro...
El mencionado se sobre saltó, pensando que había sido descubierto, pero Tony aún seguía dormido, Steve sonrió, al parecer, su pequeño creía estar en un sueño húmedo y le pedía más. Era gratificante el saber que hasta en sueños lo deseaba tanto.
Sin más espera, levantó la pierna de Tony y metió una de las suyas entre ellas, de modo que sirviera de soporte mientras lo seguía tocando y penetrando con más fuerza. Para ese punto, el castaño ya estaba despierto y gimiendo como alma en pena de lo bien que estaba siendo cogido.
Así que, encorvo aún más la espalda para que su novio lo penetrar más hondo, no pasaron ni cinco minutos en esa posición cuando Steve ya lo estaba llenando nuevamente con su semilla, mientras él se venía en su mano y en las sabanas.
–Buenos... Días... Amor...
–Vaya... Forma de...Despertarme...
Tony se encontraba en el séptimo cielo, la noche anterior había sido maravillosa, pero este despertar ingresaba en la categoría de lo majestuoso.
–¿Tienes algo que hacer hoy?— pregunto el castaño.
–No, ¿por?
–Porque puedo enseñarte unas cuantas cosas con este cuerpo, que anoche no pude mostrarte —dijo con sensualidad, mientras que contraía su entrada a voluntad, arrancando un gemido agónico a su novio.
–Pues, ¿a que esperas?
Tony giró su rostro lo suficiente para que Steve se acercara y lo atrapara en uno de esos besos que te consumían hasta el alma.

[...]

–Me parece, ¿o Stark está un poco más gordo?— comentó Clint mientras veía cómo Tony se metía casi una pizza entera entre pecho y espalda él sólo.
Tony lo miró con los ojos entrecerrados mientras masticaba un trozo de pizza que había mordido.
–Yo que tú, cerraría la boca si quiero conservar mis bolas en su sitio—comentó Rhodes, mientras trataba de no mirar demasiado a su mejor amigo. Ya que Clint tenía razón.
Es más, nadie se atrevía a decir absolutamente nada, debido a que al castaño le entraban unas rabietas monumentales cuando se tocaba el tema de su peso. Todos tenían mucho cuidado en tocar ese tema, menos Clint, quien no sentía aprecio por su propia vida.
–Barton, sigue metiéndote con Tony y terminarás en el sofá— amenazó Pietro
–No estoy diciendo ninguna mentira, desde que Tony y Steve se reconciliaron no dejan de hacerlo como conejos, cualquiera diría que con tanto ejercicio lo tendría en forma, pero es al contrario, creo que cada día está más gor... Auch— el arquero se quejó de un pellizco en las costillas— oye, pero que...
Clint se quedó mudo al ver la reacción de Tony, se esperaba cualquier reacción menos esa. Gruesas lágrimas corrían por las mejillas del castaño mientras lloraba de forma desconsolada, al percatarse de que todo el mundo se le había quedado viendo, había salido corriendo a su habitación a encerrarse.
Justo en ese momento, llegaba Steve con varias bolsas en las manos, a Tony se le había antojaba helado de frambuesa con galletas de chocolate y arándanos morados frescos, así que, como buen novio iba por lo que su amorcito pedía. En cuanto vio las caras sombrías de sus amigos, supo que algo había pasado.
–Díganme que Tony no destruyó nada está vez— suspiro mientras dejaba su compra en la mesa.
–Esta vez Tony no hizo nada— comentó Natasha mientras fulminaba a Clint con la mirada —pero será mejor que vayas a verlo.
–¿Que sucede?
–Alguien, cuyo nombre empieza con C y termina en Barton, le dijo a Tony lo que no debía decirle y lo hizo llorar– lo acusó Pietro.
Steve los miro sin comprender muy bien lo que habían dicho, ¿Tony? ¿Llorando? Imposible.
–Steve, todos nos esperábamos que Tony reaccionara mal, pero esta vez, se hecho a llorar como bebé y se ha encerrado a su cuarto.— James, conocedor de lo que su amigo probablemente estuviera pensando, le aclaro las cosas un poco mejor.
–¡¿Que?! Clint, ¿que rayos tienes en la cabeza?
–Siempre bromeamos así, yo no tenía idea de que reaccionaria así, Cap, además, no es como si no fuera verdad, está gordo, tiene una panza enorme, hasta parece embarazado.
–Decidido, duermes en el sofá hasta nuevo aviso– sentenció Wanda, mientras Pietro asentía.
– ¡¿Y eso a ti que te importa?!— se exaltó Steve— Tony está muy sensible debido a su peso y tu vas y se lo recuerdas, sabes sobre las horas que se la pasa haciendo ejercicio y que ya no come tanta comida chatarra como antes, sabes del esfuerzo que le está tomando, no es para que lo molestes.
–Clint, ¿que dijiste?— se exaltó Bruce luego de haber captado el intercambio de palabras entre sus dos compañeros.
–¿De que?
–Lo de la panza.
–Pues eso, tiene panza de embarazado, recuerdo que cuando mi hermana salió embarazada de sus gemelos tenía su panza del tamaño de la de Tony.
–Steve, cuando Tony se convirtió en mujer, ¿utilizaron condones?
Steve se sonrojo hasta las orejas, no quería responder sobre eso, pero había captado el porqué de la pregunta.
–No.
–¿Y después?
–Nunca.
–Hombre, si sabes que existen los condones, ¿no es así?— se burló Sam.
–Si sabes que no hay de nuestra talla, ¿verdad?— comentó Bucky señalando a Steve y a si mismo.
–Entonces, crees que él...
–No lo sé, su aumento progresivo de peso es curioso, solo le han crecido el abdomen, las caderas y un poco los pectorales, pero de espalda, sigue viéndose esbelto.
–Y tiene unos cambios de humor que ni te cuento, mira nada más como ha reaccionado hoy—soltó Rhodey pensativo.
–Pero, no ha tenido náuseas.
–Pero si antojos extraños— Scott señalo las bolsas en la mesa.
–Pero eso no es extraño, el amigo Stark siempre es buen comensal.
– Si, pero la semana pasada comió una carne asada a la parrilla con yogurt de fresa, acompañado de trozos de chocolate con mayonesa y una Soda dietética, eso nos revolvió el estómago a todos— comentó Loki estremeciéndose.
–Debemos hacer una prueba— comentó Bruce mientras se dirigía a su laboratorio.
–Hay una forma más fácil de saberlo— comentó Wanda mientras miraba con intención a Loki.
–Ah bueno, está bien—Dijo Loki rodando los ojos.
Chasqueó los dedos y él y Steve aparecieron en la habitación del castaño, lo encontraron echado de lado, abrazado a una Dakimakura con motivos del capitán América, la cual, usaba solo cuando Steve estaba de misión o cuando estaba muy deprimido, justo como ahora, que lloraba amargamente.
–Mi amor
Steve se acercó de inmediato, se subió a la cama y lo abrazo, su Tony comenzó a llorar más fuerte.
– ¡Por Odín!— Loki se llevó las manos a los oídos— definitivamente está embarazado.
Los llantos de Tony y los murmullos de consuelo de Steve se detuvieron al instante.
–Que... ¿Dijiste?...—hipó Tony, levantando su rostro por fin de la almohada.
Loki se acercó y posó su mano en su vientre, más no lo tocó, no era necesario, la vida que allí se encontraba era demasiado fuerte y podía sentirla de inmediato.
–Dije, que estas embarazado, yo tuve los mismos cambios de humor, el mismo lloriqueo y los mismos antojos extravagantes, además, siento tres latidos fuertes y sanos, aunque en estos momentos se sienten tristes, no les gusta que llores.
La pareja se le quedó mirando fijamente.
–Q-Que...
–¡Que estas preñado!, por Hell, ahora recuerdo que la capacidad de raciocinio es escasa en esta etapa—se quejó Loki fingiendo molestia, pero en realidad estaba muy feliz por ellos—Bien, mi trabajo ha terminado.
Sin más, se retiró de la habitación en un destello verde y dorado.
–Entonces... Yo...
Tony no término de formar una oración completa, ya que Steve lo estaba besando con adoración.
–Eres la cosa más hermosa y espectacularmente brillante que he conocido en mi vida— Steve tomó su rostro en ambas manos—eres mi vida entera. Nuestros hijos y tu son mi vida entera.
Tony no hacia nada más que sonreír como idiota entre lágrimas, aún no procesando muy bien su estado actual.
–Bien, nos cansaremos ya mismo.—Steve lo tomó en brazos y se dirigió a la salida de la habitación.
–Espera... ¿Que?
–Viernes, prepara todo e infórmale a los chicos...
–No será necesario, capitán— respondió la IA—Los Vengadores ya se están encargando de todo y el doctor Banner los espera para realizarle su control al señor Stark.
–Gracias Viernes, vamos para allá.
–Espera un momento—Tony lo miró, captando por fin la situación—vamos muy rápido.
–Ya discutiremos eso en la luna de miel.
–Pero...
Steve lo calló con un beso.
–Después, ahora hay que ver como están nuestros niños, te amo.
Sin más, Steve se llevó a Tony al laboratorio de Bruce para que le hiciera los chequeos pertinentes con una enorme sonrisa, quien iba a pensar que un día, los experimentos locos de su futuro esposo le podrían dar lo que siempre había deseado.
La vida y Tony, son simplemente perfectos.

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