Me he mentido desde hace tiempo, repitiéndome a mí misma que lo que sentía era mucho más leve de lo que pensaba. Me he engañado tanto que he tenido que caerme para ver que empezaba a sangrar por la primera caída, y que este segundo golpe solo reabre lo poco que estaba cicatrizado.
Y tengo miedo, porque sé lo que es esto.
Y como sé lo que es esto, lo siento ya, ahora.
Todo lo que ha pasado hasta ahora ha sido contigo, y ni lo sabes. Ha habido cientos de besos y caricias que se han quedado en las nubes.Estás en el verde oscuro de las copas de los árboles, en el naranja del atardecer, en el azul oscuro del mar cuando hay tormenta, en el negro del hueco entre la almohada y la cama cada noche y en el amarillo de las flores secas de los jardines. Pero yo aún no sé de qué color son tus ojos, porque cuando los miro me caigo por la pupila, y me mato. Y así me he quedado.
Y aquí estoy, en tu pupila, hundidísima como en arenas movedizas. Me estoy moviendo pero me hundo más y más y no hay manos que me salven.
También te he mentido a ti. Sé lo que es esto y no puedo con ello. Te he mentido desde hace tiempo porque no puedo mirarte de otra manera. No sé si no eres la persona, o si no eres el momento. Pero eres la persona y el momento. Y si te digo lo que siento nos vamos a perder, así que deja que te mienta y que te diga que esto no importa. Que estaré bien. Que se me pasará. Porque se me pasará, pero es mentira. Pero se me pasará.
