Cría de Dragon

El azul del mar, el azul de sus ojos.

 El titulo de esto me recuerda a cierta canción XD

¡Espero que lo disfruten! 

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Azul. El cielo, el mar, su iris de mirada perdida. Todo era azul. Pero, no era el mismo azul que lo pintará todo. El cielo tenía un tono más claro por el sol que los guiaba, el mar, poseía el profundo color con tintes oscuros que imponían respeto a pesar de permanecer manso. Y, por último, su iris, que observaba su avance y a la vez nada, el dolor de sus ojos era triste ¿Como es que un color podía percibirse como una sensación?

- Francis me ha dicho que estamos a un día de viaje...

Decía Matthew acercándose a su hermano, el cual se alejaba de todo y todos en el barco cada vez que podía. Ya habían pasado tres semanas desde que habían zarpado de los puertos del viejo mundo.

-...Es una buena noticia.-Dijo Matthew con ánimo.-¡Es tan cansado viajar de esta forma! ¡Pero pronto podremos extender las alas! ¡Ah!.-Sonrió para su hermano.-¡Ya quiero mostrarte los profundos cañones de rocas naranjas! ¡Las llanuras! ¡Tienes que ver los bisontes! ¡Son enormes y tan fuertes!

Alfred sonrió por el ánimo de su hermano. Pero Matthew pudo notar que sólo era una sonrisa fantasmal.

-Si. También estoy ansioso de regresar a nuestro hogar.-Contestó.

Matthew le miró pensando que más podía hacer para alegrar a su hermano.

-¡Ah! Acabo de recordar que en la cocina preparaban unas tartas de fruta. Espera, tomaré unas para que las pruebes ¡Te van a encantar!

Matthew le volvió a sonreír y deprisa lo dejo un momento.

<<Soy un idiota>> De dijo Alfred sabiendo que estaba arruinando todo.

Su hermano había sido paciente con él. No lo había bombardeado de preguntas cuando por fin se reunieron. Matt, era bueno y sólo esperaba a que Alfred confiara en el para que pudiera contarle lo que había sucedido. Sin presiones.

"Plop" Alfred desvío la vista al mar al ver como un pequeño pez saltaba fuera del mar y en un segundo volvía a desaparecer en su inmenso cuerpo.

<<Soy un idiota>>

Gruñó de nuevo, extendió las alas y voló con dirección a mar abierto. El aire salado en su rostro, las gotas de sudor en su cuerpo, el sol que lo acaloró deprisa, Alfred siguió volando sin cuidado y cuando creyó estar lo suficientemente lejos del barco, gritó; gritó con todas sus fuerzas tratando de liberar su frustración en medio de la nada, atrapado entre el mar y el cielo. Y, como si todas sus fuerzas se hubieran evaporado con su grito. Sus alas dejaron de funcionar.

Alfred sin más deseos de seguir volando, cayó al mar.

...

Scott se quedó callado sin apartar la vista del fuego de la chimenea largo rato antes de volver siquiera moverse. Entonces, tomó la botella de alcohol y le dio un largo, largo trago.

Hizo un quejido y suspiró.

-No me gusta meterme en la vida de los otros.-Comenzó a decir por fin.-Porque odio que se metan en mis asuntos, pero esta mierda no la puedo dejar pasar.-Gruñó de nuevo.-No creo en las coincidencias...No esa mierda...¡Mierda!

Gritó enfadado.

Alfred por otro lado seguía haciéndose un ovillo en el mueble, asimilando y uniendo hilos. Sin decir palabra mientras que Scott le daba la espalda frente al fuego.