Salí de la cocina, en donde James y Logan se encontraban, con mala cara. Me irritaba que mi hermano fuera tan sobreprotector, y también me irritaba la actitud de Logan. Subí tranquilamente a mi habitación, tomé mi libro de “Harry Potter” y me acosté a leerlo en mi cama. Tenía tiempo de sobra, eran recién las 18:00 y, la fiesta comenzaba a las 22:00.
Luego de un rato, sentí unos leves golpes en la puerta de mi habitación. Solté un “adelante” desganado, odiaba que interrumpieran mi lectura. La puerta se abrió y detrás de ella apareció un sonriente James ya cambiado para la fiesta.
-Creo que ya querrías cambiarte –Dijo mirándome.
-¿Por qué lo dices? Todavía es temprano –Dije dejando el libro sobre la mesa al lado de mi cama, para luego estirarme.
-Eh, son 20:00 –Dijo y comenzó a reír al ver mi cara de sorprendida.
Había estado leyendo dos horas sin darme cuenta. Tenía que ducharme y vestirme rápido antes de que llegara Sarah.
-¿Y POR QUÉ NO ME AVISASTE ANTES? –Grité alterándome.
-Lo siento, lo siento, creí que ya te estabas cambiando –Dijo James sin poder parar de reír.
Me levanté rápidamente de mi cama, tome mi ropa y un par de toallas y salí rápidamente cruzando el pasillo hacia el baño.
(…)
Después de unos veinte minutos ya me encontraba en mi habitación cambiándome. Mi conjunto se basaba en una especie de top con espalda descubierta, una pollera tubo algo corta, ambos negros, y unos zapatos rosa. No era algo muy de mi estilo pero siempre se puede salir de la zona de confianza.
Una vez vestida, seguí con mi cabello, lo sequé y dejé que se formaran mis ondas naturales, me maquillé naturalmente y me miré en el espejo de cuerpo entero. Esta definitivamente no era yo, o bueno, no parecía. Algo en mi interior me decía que James desaprobaría este atuendo.
Bajé la escalera, deseando que nadie estuviera abajo, o por lo menos no en el living. Pero me equivoqué, ahí, preparando una mesa que sería utilizada como barra estaba Logan. Al principio no me vió, pero al escuchar el taconeo de mis zapatos se volteó rápidamente. Él se quedó observándome fijamente, yo solo atiné a mirar hacia otro lado, incómoda. No me gustaba cuando me miraban tanto, me intimidaba. Volví a mirarlo a él, abrió la boca para hablar y cuando estaba por decir algo, James apareció por la puerta de la cocina. Al verme sus ojos se salieron de las órbitas.
-¿Me puedes explicar que haces así vestida? –Dijo tranquilo, algo que me sorprendió. –Ve, a cambiarte ya.
-Eh, no –Dije bajando el tramo de escaleras que me faltaba para llegar a la sala. -James, no seas exagerado.
-¡Que no sea exagerado! Mírate ____, apenas parece que traes ropa. –Dijo aumentando el tono de su voz.
-James, no me voy a cambiar. Deja de actuar como un padre. –Respondí. Odiaba cuando se comportaba así.
-No estoy actuando como un padre, estoy actuando como lo que soy, tu hermano mayor. –El enojo en su cara se notaba cada vez más. No lo entendía, a veces se enojaba por cosas tan tontas…
-Ya, no quiero discutir, pero tampoco voy a cambiarme, tómalo o déjalo –Dije-
-A ver Logan, imagina que tienes una hermana pequeña y aparece así vestida, ¿tú qué harías? –Dijo James, mirando a Logan, quien seguía como perdido.
-Eh…, yo creo que… está bien… -Dijo de forma pausada, sin quitar su mirada de mí.
-Claro, ¿ves? Logan piensa…. Espera, ¿qué? No puedes estar de su lado, Logan tienes que ayudarme a mí idiota, no a dejar que mi hermanita se revele. –Dijo poniendo los ojos en blanco.
-James…yo creo que está bien- Dijo él muy tranquilo- Me refiero a que todas las adolescentes de su edad hacen lo mismo- Agregó al ver la cara de mi hermano.
-Yo no soy como todas las adolescentes- Dije a la defensiva.
-No me refería a eso-
En ese momento el timbre de la casa sonó.
-Debe ser Sarah- Anuncié.
Fui hacia la puerta, y allí estaba mi nueva amiga.
-Hola Sarah- Dije. Ella me dio un pequeño abrazo. Traía un vestido blanco, muy bonito.- Pasa- Dije haciéndome a un lado.
Ella saludó a Logan y a James.
-___ los demás invitados no tardarán en llegar.- Me avisó mi hermano luego de saludar a mi amiga.
-Está bien.-
-¿No vas a cambiarte?- Me preguntó él.
-No- Le respondí yo.
(…)
Tres horas después.
La música se escuchaba en toda la casa. Más de ochenta personas se encontraban bailando. Yo estaba sola sentada en la mesada de la cocina tomando una coca-cola. La música y el amontonamiento de gente me hacía sentir mal.
La puerta se abrió y Logan se asomó por ella. Al verme esbozó una pequeña sonrisa y se acercó a mí, apoyando sus manos en la mesada a ambos lados de mis piernas. Me ponía nerviosa que todavía no hubiera dicho nada. Seguramente estaba borracho, mañana no recordaría nada. Bajé mi mirada, pero al instante Logan levantó mi mentón e hizo que lo mirara nuevamente. Tenía unos ojos muy hermosos. Se puso serio y me dijo:
-Eres preciosa. –Acercó su rostro al mío un poco más.
-Logan… -Me interrumpió juntando sus labios con los míos. Al principio me sorprendió, pero le seguí el beso, rodeando su cuello con mis brazos mientras que los suyos me abrazaban por la cintura.
No sabía que estaba haciendo, tampoco sabía porque no podía separarme de él. Logan se separó de mi por la falta de aire, y en ese momento alguien entró en la cocina violentamente. Era James.