El ambiente olía a muerte.
Desde que estalló la guerra solo se apreciaba la muerte por todos lados, pero todo eso ya terminó, la guerra había terminado. O eso creíamos.
Mire a Taehyung , seguía inconsciente. Estaba sentada con el acostado encima de mis piernas en las ruinas de una casa, aun no podía creer que casi lo perdía, ese pensamiento rondaba en mi cabeza todo el tiempo. Le acaricie su carita, en esos momentos parecía tan vulnerable, nunca llegue a pensar que fuera a ser alguien tan importante para mí, hizo que sintiera cosas que nunca sentí, alteró absolutamente mi mundo, desde el día en el que llegó..
TIEMPO ATRÁS
La cúpula estaba brillante y muy azulada ese día porque, nosotros no veíamos el cielo, solo esa jodida gran cúpula de cristal en la que vivíamos, no era una forma de sobrevivir muy agradable que digamos, en este mundo no vivías, sobrevivías. El gobierno quería hacer de esto un mundo perfecto con gente perfecta viviendo perfectamente sus patéticas vidas. No podías hablar de cómo se hacían las cosas, pues al mínimo atisbo de deshonra hacia el gobierno y su sistema, eras desterrado fuera de la cúpula, y quien sabe, ese sería un mejor destino, probar las alas de la libertad y estar fuera, pero, una vez que tuvieras la libertad, ¿qué harías? ¿Preferirías seguir con tu lujosa, cómoda pero falsa vida?.
Todas las mañanas pensaba en lo mismo, cuando tuviera una oportunidad de salir de aquí y que haría una vez fuera. No soportaba la idea de continuar encerrada en este lugar. Era todo tan irreal.
El camino desde mi ático hasta el instituto era un poco largo, tiempo suficiente para prepararme para aguantar a los insoportables de mi instituto, joder, como los odiaba. Iba a un centro privado y eso hacía que fueran aún más insoportables. En esta sociedad si tus padres o familia son del gobierno tienes privilegios. Los que tienen dinero pero no pertenecen al el solo podían sobornar y comprar algunos y aun así, pasabas a ser un perro del estado, era preferible ser pobre y no tener nada antes que ser uno de ellos.
Cuando llegue al instituto se me hizo algo tarde, al entrar en clase vi que estaban todos ya sentados y el profesor presentaba a un alumno. Un chico nuevo. Fui a mi mesa y me senté, cuando le mire nuestras miradas se encontraron, tuve una sensación muy extraña, el chico era terriblemente guapo, su piel era preciosa, una enorme y extraña sonrisa que extasiaba y unos ojos rasgados aunque grandes que cautivaban, parecidos a unos egipcios, el al completo era sin duda muy apuesto, por lo que veía todas las de mi clase estaban mojando las bragas por él. El toque de chico malo que le dio al uniforme y el aire de superioridad que llevaba me hizo pensar que él era….un chulo de mierda. Perdió mi atención enseguida.