15 Maneras De Enamorarme.

8ª Manera de Enamorarme.

Regresa a casa sano y salvo.

— ¡No me interesa cuando cueste solo sigan buscando! — grite con desesperación al comite de SHIELD.

— Sr.Stark, este no es el momento para perder los papeles así que seria mejor si mantiene la calma — la palma de Nick se poso en mi hombro. Lo movi bruscamente sacando de este el toque tan incomodo.

— Steve...ha estado desaparecido 6 meses y lo mejor que tienes para decirme es que me calme pedazo de inutil — mantuve mi postura y solte un suspiro pesado —, o lo encuentran ustedes o tomare cartas en el asunto.

Me di media vuelta sin escuchar queja alguna y sali de la habitación, al llegar a la salida y subir a mi vehículo, golpee el volante soltando lágrimas de frustración y dolor, solo me preguntaba que tan lejos de mi estarías, si me extrañarias o si simplemente estarias igual de alterado que yo.
Manejaba a toda velocidad, me negaba a pensar que tu tal vez...
El pensamiento no logro llegar a mi mente, un golpe abrupto hizo que terminará dando vueltas en el aire junto a el vehículo que conducía, creí que te pude ver por un segundo Steve pero mis ojos pesan tanto y solo me queda cerrarlos.

Hace 6 meses.

— Tony no puedes venir conmigo — Steve tomaba entre sus dedos su tabique —, es demasiado peligroso y..

— Oh si claro y como yo no soy el maldito  Iron Man correré peligro, ¿verdad? — estaba hirviendo de la furia, Steve tenia que ir a una mision en Sokobia y me pedia que me quedara por mi bien, tal vez le haría caso si el detalle de que soy un superheroe no existiera.

— No va a tardar nada Shellhead — me sonrió amablememtee pero evite su mirada —, vamos no seas así.

Me di la vuelta y lo deje parado ahi, estaba yendo a mi taller para seguir trabajando aquella armadura que tanto deseaba  terminar mucho antes de haber comenzado a — prácticamente — salir con Steve. Una mano me detuvo para tomarme de la cintura rápidamente y girarme con elegancia.

— Necesito que me esperes — me abrazo con mucho cariño.

— Oh si mientras tanto ten una misión con la Agente 13, después de todo me da igual — me queje y el me abrazo con mas fuerza.

— Ella no irá, no seas tan celoso — con sus manos tomo delicadamente mis mejillas y deposito un beso en mis labios —, necesito que me des el permiso de ir.

— Podrías ir aun sin mi permiso.

— Pero jamas me concentraría, sin saber que confías en que volveré, no podría— un beso mas profundo nos unió, era una jugada muy buena de parte suya, nuestras respiraciones combinadas mientras nuestras lenguas practicaban una pequeña pelea amorosa nos hacía agitarnos como dos adolescentes enamorados o pubertos.

— Regresa a casa sano y salvo — dije escondiendo mi rostro en su cuello.

— Recien e empezado a enamorarte, creeme que no continuarlo sería un gran retraso en mi progreso.

Ahí estaba otra vez, tan burlón. Nos abrazamos aun mas, tal vez quería asegurar que lo tenía conmigo, podríamos ahora terminar en mi habitación teniendo un poco más de esos toques que tanto nos emocionaban pero necesitaba ese toque cariñoso, primoroso y cálido. Cálido como solo Steve sabía tratarme.

— Es momento — un beso en mi frente apareció repentinamente y el abrazo con pesadez fue desapareciendo dejando ese vacío previamente conocido por mi.

Tomo sus cosas y agito su mano en modo de despedida mientras salía por aquella puerta que comencé a odiar con todo mi ser, me apoye en el borde de esta y acomode con mis manos la chaqueta de Steve, cuidadosamente para que esté llegará en una pieza.