15 Maneras De Enamorarme.

13ª Manera de Enamorarme.

"Déjame entre tus manos".

Abrí los ojos y una bocanada de aire apareció inmediatamente en mis labios, mis signos se dispararon y veía a todos lados; la enfermera me vio alarmada y corrió a llamar al doctor.

No podía moverme bien, me sentía tan pesado e inútil pero al llegar los doctores me estabilizaron calmándome lentamente.

— Necesito que llamen a Steve Rogers — ordene mientras me chequeaban.

— Eso será imposible, hay órdenes superiores que me abstienen de eso señor Stark — fruncí el ceño.

— ¿Se puede saber de quien? — estaba mareado pero mantenía mi compostura.

— Lo siento señor Stark por el momento no será posible — sonrió amablemente y rodee los ojos.

Literalmente me acababa de levantar con la intención de ver a Steve y calmar sus penas, pero la labor parecía imposible en esos momentos, más que imposible tal vez. Me inyectaron un suero que me dejó inconsciente rápidamente volviéndome a la negrura de mis pensamientos.

Me encontraba nuevamente a oscuras, solo, pensando en qué demonios pasaba y por que era tan inútil como para no preguntar más cosas; eres un genio Stark. Oh maldita sea, mis pensamientos estaban como alborotados, necesitaba calmarme, una cachetada mental.

Acomodando todo lo que pasaba por mi cabeza, me calmé, me levantaría de una maldita vez y hablaría claramente con Steve. Él debe estar esperándome o simplemente desesperado — o tal vez yo quería creer eso — hice un esfuerzo mas y logre abrir mis ojos.

Esta vez más calmado. Más sensato.

A mi lado encontraba una cabellera rubia, ondulada y ya conocida por mi parte; veía ciertos papeles con importancia pero su semblante parecía calmado cosa que me frustraba más.

— Sabía que no demorarías en despertar — comentó sin verme — era cuestión de tiempo.

— ¿Qué diablos haces aquí? — observe a ambos lados buscando señal de algún rubio de mi preferencia — ¿Y Steve?

— Son las 2 de la mañana Tony, está durmiendo y mañana temprano se le dará la noticia de tu despertar — puso las hojas a un lado y me observo analizándome.

Algo extraño pasaba en su actitud, como si supiera algo que yo no o simplemente era mi imaginación.
Trague saliva y antes de decir una palabra me interrumpió.

— Cuando tía Peggy hablaba acerca de Steve había un brillo en su mirar único — sonrió melancólica —, era el hombre perfecto para ella con o sin suero ¿no crees?

— A qué quieres llegar con esto, por que no quiero hablar contigo, la ex de el, acerca de sus aventuras amorosas — respondí irritado.

— Sabes que él no pertenece aquí — se paró y tiró unos papeles a mi regazo — y así dices amarlo.

— Que dem-...

Eran los papeles de mi investigación acerca del viaje en el tiempo, donde resultó afirmativo el hecho de que podría ocurrir más no indague más en ello, era un arma de doble filo y afectaría directamente la línea temporal que vivíamos, podría hasta llevarse a Steve ese hecho.

— ¡Tienes que ayudarlo a regresar! — me exigió murándome furiosa.

— ¡Estas loca! — recrimine furioso — Steve no volverá a el pasado.