Nota de amor

Prólogo

La vida es complicada, en especial para quienes apenas comienzan a vivirla. Es curioso como nos vamos formando a lo largo de esta, para que de una u otra forma, acabemos en la misma situación. ¡No se asusten!, no estoy hablando de la muerte, es algo más hermoso y desde cierto punto de vista, algo más aterrador que la misma muerte es más creo que en algún punto de esta etapa vamos a desearla. Estoy hablando, del amor.

Piensalo: naces, tus padres te cargan, lloras, sonrisa de tu madre al verla por primera vez te calma. Llegas a casa por primera vez, y... Realmente no te asombra, eres un bebé ¿que más querías? Lo único que haces es dormir, comer, llorar, cagar y tener una habilidad especial para que todo aquel que te mire logre escapar un leve sonido agudo mientras hace un gesto extraño con el rostro. Pero hablando de tus otras habilidades anteriores. Durante los siguientes tres años seguirás haciendo lo mismo, dejando a tus padres totalmente agotados. Entre esos años aprenderás a caminar, hablar, tocar, empezarás a conocer nuevas cosas. Después de la etapa digamos "sencilla" de tu vida, aquí se irán complicando las situaciones. Primero, te obligan a ir a la escuela, luego comienzas a tener más deberes, aprendes nuevas cosas, haces amistades con gente de tu misma edad. Luego te graduas y pasas a la primaria. Comienzas a estresarte por la tarea, los exámenes, ahora aprendes mucho más. Los chicos piensan que las niñas son asquerosas y viceversa con las niñas. En el mejor de los casos descubres el amor antes de comprenderlo. Por lo que tu primera desilusión no será tan memorable como en un futuro. Pasan los años y sigues aprendiendo. Pasas primaria, secundaria, prepa y demás, aprendes que la vida te dará patadas, golpes y desilusiones. Conoces gente nueva y crees que seguirán contigo hasta el final, pero de algunos tienes que despedirte o renunciar, solo para conseguir algo mejor para ti y para los demás que te rodearon alguna vez. Esta bien, es parte de la vida. Y siguiendo con eso. Hay una parte de esta donde conoces lo que es sentir algo por alguien además de tu familia. Descubres, que hay diferentes formas de amar y al final, crees comprender lo que es el amor.

Y al final, te encuentras en un punto de esto, que una de dos:

O crees tenerlo todo. Todo a tu alrededor es perfecto. Todos tus ideales son realidad. La gente que te rodea es perfecta. Tus sueños se están realizando y nuevos proyectos están por empezar. Esta todo bien en tu vida, pero te hace falta algo. Ese algo que te ayudará a porfin tenerlo todo en tus manos.

O simplemente, la vida no te sonríe para nada. El único ideal que es realidad es que estás viva. No hay casi nadie a tu alrededor. La vida, simplemente no es perfecta. Solo necesitas un milagro, uno que marque la diferencia entre un antes y un después.

Allí es donde entro yo... Bueno, en realidad mi cafetería es la que hace la magia o el milagro. Por muchos años este lugar ha sido testigo de mágicos comienzos románticos, citas perfectas, rompimientos tan fuertes, despedidas conmovedoras y reencuentros imposibles. Lo que me hace a mi, Carlos Morgan, un experto en la materia. Los pueblerinos de aquí, creen que la cafetería tiene un ambiente tan romántico que es como un imán para el amor, en todos sus sentidos.

Y está historia en particular, comienza con dos jóvenes que están en los dos puntos extremos de los que anteriormente mencioné. Cada quien correspondiendo por su lado.

Aunque bueno... En realidad ambos tuvieron que pasar diversas situaciones para que esto sucediera. Y de allí daremos comienzo a los orígenes de esta historia.

No sabría decir si esto es un cliché o simplemente unas coincidencias muy elocuentes, pero está en lo personal, es de mis historias favoritas.

Pero antes de comenzar, un pequeño recorrido por las vidas previas de nuestros protagonistas, antes de que estás dieran un giro inesperado