Entre Flores y Cosméticos

Flor de Jazmin o Jazmin en Flor

Jazmin y Pablo sellaron su pacto de no agresión con un leve apretón de manos, la sonrisa entre ellos surgía producto de la liberación que sentían al poder al fin comunicarse y limar sus asperezas.

─Gracias Jazmin de verdad por la oportunidad que me estás dando.

─El agradecimiento es mutuo. No sé tú pero yo siento que me quite un gran peso de encima.

─Justo iba a comentar lo mismo. Pienso que dar este paso nos vislumbra un enriquecedor futuro y me refiero a mi intención de que entre nosotros nazca una sincera amistad.

─Aún lo creo prematuro pero me comprometo a intentarlo.

─¡Gracias! Con eso me basta. Ahora me voy para que sigas trabajando.

─Cuídate, nos estamos viendo.

Jazmin tomó su celular para ver la hora y haciéndole únicamente caso a su instinto agarro su cartera, metió en ella algo que le sería necesario y salió apresuradamente. Nada la haría desistir de lo que tenía pensado y cumplirlo en ese momento se le convirtió en una prioridad. Sabiendo que la reacción que tuvo no fue la indicada, esperaba que no fuese demasiado tarde para enmendar su error porque seguramente como ella la mujer que amaba no lo estaría pasando bien.

─¡Claudia! Por favor dile a las chicas que debí salir por algo de última hora.

─¿Algo grave Jazmin?

─¡No! Espero de corazón no lo sea.

─¡Ok! Cuídate.

Sumida en una crisis de llanto se hallaba Florencia cuando Cecilia abrió la puerta de su oficina para dejar unas facturas pensando ésta no estaría allí.

─¡Flor! ¿Qué paso? ¿Por qué estás llorando de esa manera?

─¡Ay Cecilia! Lo arruine.

─¿Qué arruinaste? ¿Un arreglo? ¿Un pedido?

─¡No! Arruine mi vida. La maravillosa vida por la cual espere tanto.

─¡Flor! Perdóname, pero no te entiendo.

─¡Jazmin! Ya no quiere vivir conmigo.

─¿Querrás decir Mauren?

─¡No Cecilia! Ella también me va a dejar sola.

─¡Flor! ¿Qué hago para ayudarte? ─Cecilia ya desesperada la abrazaba con fuerza mientras Florencia seguía llorando desconsolada. ─eres muy importante para mí ya no llores más, por favor. ¡Háblame! No puedo verte así.

─¡Perdóname Cecilia! No quiero angustiarte, duele mucho enfrentar esto que me pasa.

─¡No te preocupes por mí! Trata de calmarte y me cuentas que te pasa para poder ayudarte.

─No estoy bien ¿Sabes? Hoy es uno de esos días en que no debí moverme de casa. Trate mal a Mauren, tuve un cruce de palabras con Pablo y con Jazmin... con ella lo eche a perder todo por mis inseguridades.

─¿Quién es Jazmin?

─El amor de mi vida, Ceci. La mujer que amo.

─¡Que hermoso Flor estás nuevamente enamorada! Eso me alegra mucho. ¿Por qué dices que dañaste tu relación con ella?

─Porque deje se filtrara entre nosotras una parte de mi pasado con Bea que no he podido superar y eso basto para que decidiera no mudarse conmigo.

─¡Dios! Perdóname que te lo diga pero nada bueno te ocurre si el nombre de esa mujer es pronunciado. Yo no olvido que por poco no acaba con tu vida.