Innecesariamente oportunos

CAPÍTULO 3

Alexander:

Mi cama la sentía tan cómoda pero después de un largo rato debía pararme, no para hacer algo en particular ya que ahora mismo no tengo mucho que hacer, sobretodo ahora sin un coche que pueda utilizar para transportarme al trabajo, además, ya es demasiado tarde para ello.
Pude olfatear por mi habitación aquel aroma que Will dejo, me era tan relajante y delicioso que me quede un buen rato sentado sobre mi cama con los ojos cerrados percibiendo aquel aroma, pero mi gran estomago decidió interrumpir mi momento de placer.

Me levante, pero pude ver en el mueble de mi cuarto que había un plato con comida, con la poca que me quedaba en mi refrigerador, olía más deliciosa de lo normal; tal parece que hoy mi nariz esta sintiendo demasiado placer, por llamarlo de alguna forma. 

Lleve aquel plato hasta la cocina, lo deje en la mesa y me senté en una de las sillas para poder comerlo, pero antes de poder dar mi primer bocado, ¡realmente era más delicioso! No pude evitarlo, y en un momento a otro pude devorar aquel delicioso platillo, simple pero no le quita lo maravilloso. 

Regrese a mi habitación, necesitaba darme un buen baño, después de lo de anoche prefiero no salir y tener extraños olores por el cuerpo. 
Entré al baño con una toalla completamente desnudo, abrí a las llaves de la regadera, y está comenzó a salir de a poco en poco, y por más que abría la llave de la caliente, no salía. ¡Rayos! Había olvidado también éste pequeño detalle... Pero que más da, debo de bañarme.

El agua provocaba que mi piel se pusiera de puntas, al igual mi respiración se agito al cambio de temperatura algo inesperado y no acostumbrado, pero ya no había marcha atrás.
Con mucho esfuerzo, termine de bañarme, mi pelaje estaba completamente mojado, pero lo seque un poco con la tolla que tenía. Al salir, me percate de algo que antes no vi por estar distraído en la comida que me dejo Will, había una nota, supongo que es de él. Tome aquella nota, al parecer era una invitación a un café, me emocione mucho al pensarlo, verlo de nuevo hizo que mi cola se alocara y se moviera a todos lados, aunque ahora tiene sus motivos. 
Me aliste lo más rápido que pude, una prenda algo "casual" debería de ser lo indicado... Unos tenis negros, camisa de mangas cortas blanca ajustada al igual que un pantalón ajustado color azul.

Estaba a punto de salir, pero tocaron la puerta muy apresuradamente, cosa que se me hizo extraño, ¿vendrán a cobrar la renta? Ojalá y no sea eso...

Aki: ¡Amigo! ¿Qué tal? - tras la puerta estaba mi gran amigo Aki, quien se lanzó a mí para poder abrazarme al abrir la puerta 

Alex: Aki, ¿qué haces aquí? - correspondí su abrazo dando unas palmadas en su espalda

Aki: Razón uno: hace bastante tiempo que no nos vemos, soy tu mejor amigo y debo de verte en cualquier momento por si algo ocurre. Numero dos: soy tu mejor amigo como dije jeje. Y por último: quería invitarte a un lugar que vi hace poco, ¡te va a encantar! - tenía una voz de entusiasmo, y ni hablar de su cara que era igual

Alex: Perdón por ser grosero al no aceptar tu invitación, pero debo de ir a otro lugar... - le enseñe la carta a Aki, la leyo para luego verme confundido 

Aki: ¿Acaso sabes a que lugar te invitó? - mire de nuevo la carta, leí todo al píe de la letra... tenía razón, no había una dirección de donde era la "cita"... - No te pongas mal Alex, ¡mejor vayamos a donde te dije! - me dio unas cuantas palmadas en la espalda, puesto que me decepcione un poco, tal vez ya no podría verlo

Alex: Supongo... Supongo que tienes razón... - suspire, pero intente poner mi mejor cara para Aki, siempre se preocupa por mí - Vayamos, no hay de otra, tú ganas.