Quiero Que Me Quieran [CL #1]

1 | La Boda

—Hermanos, estamos aquí reunidos para celebrar la unión de Wendy Marino y de Oliver McCarthy, en Sagrado Matrimonio.

Una boda. Para muchos el momento más importante de su vida.

Todo parece tan perfecto.

El vestido, los invitados, la fiesta. Pero lo más importante es esa persona que está a tu lado, esperando el momento de dar el sí. Esa persona que te acompañara por el resto de tu vida.

—Tú, Oliver McCarthy ¿Aceptas recibir por esposa a Wendy Marino, y prometes serle fiel tanto en la prosperidad como en la adversidad, en la salud como en la enfermedad, amandola y respetandola, hasta que la muerte los separe?

—Acepto —dijo él con una sonrisa.

—Y tú, Wendy Marino ¿Aceptas recibir por esposo a Oliver McCarthy, y prometes serle fiel tanto en la prosperidad como en la adversidad, en la salud como en la enfermedad, amandolo y respetandolo, hasta que la muerte los separe?

—Acepto.

—Entonces por el poder que me confieren, yo los declaro marido y mujer. Puede besar a la novia.

Oliver besó a mi hermana mientras todos aplaudían emocionados.

¡Si! Esta no era mi boda.

De hecho yo era la dama de honor, la hermana de la novia, Serena Marino, quien llevaba toda la ceremonia a un lado esperando el momento de comer el pastel.

La fiesta también fue terrible: sentada en la mesa con toda mi familia. Todas mis primas y primos estaban con sus parejas, mi hermana con su nuevo esposo y yo... yo estaba sola, como siempre.

—¿Y tú cuanto traerás un novio Serena? —preguntó mi tía con una sonrisa maliciosa.

—No la presiones tía —interrumpió mi hermana—. Aún es joven para esas cosas.

—Pues debería ir empezando ¿No creen?

—Solo no quiero conocer a alguien que luego de nuestro tercer hijo me abandone por la mucama —respondí molesta y me levanté de la mesa antes de ser castigada por mi padre.

Fue algo cruel echarle sus desgracias en cara, pero ella había comenzado.

Seguí recorriendo la boda de mi hermana. Todo se veía hermoso. Mamá estaría muy orgullosa de ella.

Ella significaba todo para mí. Wendy no sólo es mi hermana, es mi mejor amiga y una gran influencia para mí. Y a pesar de que quería estar feliz por ella, este momento se me hacia amargo.

Dentro de un tiempo Wendy se mudaría con su nuevo esposo, tendrían hijos, una familia. Y yo estaría sola en casa con papá, adoptando centenares de gatos.

—Invitamos a los novios, Wendy y Oliver, y los acompañamos para el primer vals.

Mi hermana y su esposo se tomaron de las manos, se dirigieron al centro de la pista y comenzaron a bailar, mientras todos se ponían a su alrededor, admirando a la feliz pareja.

Luego de unos minutos, papá interrumpió pidiendo la mano de su hija, mientras que Oliver se iba a bailar con su madre.

Esperé unos dos minutos y antes de que mis tías se acercaran a Wendy, corrí hacia ella y pedí el próximo baile.

—¿Cómo estas Serena? —preguntó mi hermana mientras bailabamos juntas.

—¿Cómo debería estar? La familia sigue entrometiéndose en mi vida —respondí con desgana.

—Ignóralos. Solo tienes diecinueve años. Tienes mucho por delante. Y tal vez ni siquiera tengas que casarte ni construir una familia. Eres libre de vivir como quieras.