Capítulo 21: Lo echaste a perder, ¡te odio, Skyler!.

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Capítulo 21: Lo echaste a perder, ¡te odio, Skyler!.

Skyler.

Dedicado a la bella Yolylinda16 Gracias por tu apoyo incondicional.  💞

No sé nadar.

Nunca en mi regalada bien he aprendido a dar brazadas y dudo mucho que hoy sea el día que, por iluminación divina, aprenda. Intento dar pequeños saltos en el agua para mantenerme a flote, sin embargo, esta me cubre completa pero los saltos me permiten poder tomar algo de aire, al menos.

Joder, esta agua está demasiado fría y para colmo siento que estoy tragando demasiada.

De pronto, unos fuertes brazos me rodean la cintura y me alzan hasta que el aire vuelve a ingresar en mis pulmones. No me importa quien sea en este momento, lo único que quería era un poco de aire.

Escucho el crujir de mi disfraz a medida que el chico sale de la piscina y me lleva a no sé donde. Yo me limito a toser como loca debido a la gran cantidad de líquido tragado. Entonces me decido por identificar a mi salvador y todo mi jodido mundo se cae cuando me percato que estoy en los brazos de Sean. Quiero patalear y gritarle que me baje pero sé lo estúpido que sería puesto que es quien me ayudó después de todo.

Finalmente me deja en pie frente a la puerta trasera de la fraternidad, en donde me espera Z.

— Gracias, Sean— digo entre dientes porque estoy muriendo de frío y no quiero ponerme en evidencia frente a Zachary.

— ¿Estás bien, Caramelo?— parece preocupado por el modo en que sus manos recorren mi cuerpo, a pesar de no poder tocar mucho por el grosor del disfraz.

— Estuvo discutiendo con Sidney y ella la empujó.

Zachary ignora olímpicamente a Sean y tira de mí hasta adentrarnos en la casa. La fiesta está en sus buenas, todos juegan diversos juegos que simulan ser muy divertidos pero aún así varias cabezas giran cuando pasamos cerca y puedo notar las miradas extrañas que me dirigen. Chicas guapas se murmuran para luego soltar risas disimuladas.

Mi corazón se estruja. Yo no voy a fiestas, yo no bebo, yo no permito que nadie tire de mi escaleras arriba como ahora, yo no sonrío de sólo pensar en algún chico, yo no sueño, yo no soy quien defiende la integridad de otros mucho más marginados que yo. Al contrario, soy quien se mantiene al margen de la situación contemplando desde lejos los problemas ajenos sin dar siquiera una mísera sugerencia. Ya la mía eso suficientemente difícil como para pensar en otra y esa es una de las razones por las cuales me cuestiono como Debra y su escuadrón
suicida tiene tiempo para joderme la vida.

No pertenezco aquí.

Aprieto la mandíbula con la intención de no permitir dar a traslucir mis emociones. Sé manejar el rechazo debido a años de experiencia y en todo ese tiempo he notado que llorar no sirve de nada, sólo amaina el dolor porque es una vía de escape pero la verdad no cambia nada.

Zachary abre una puerta y extrañamente la habitación está vacía. Nos adentra en el interior para luego echar el cerrojo a sus espaldas.

— ¿Por qué no hay personas follando aquí?.

Sí, es lo único en lo que puedo pensar en este momento. Él ladea la cabeza como si me acaba de salir un tercer ojo y es cuando recuerdo lo molesta que estoy al irse junto a su amiguita, Juls, a saber Dios hacer qué cosa. Siendo sincera yo nunca he acreditado a Zachary como infiel, sí como un idiota o mujeriego pero nunca como un imbécil que juegue con ambas a la vez si se encuentra en una relación estable.

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