Ya no hay amores, de los que insistían, ya no hay caballeros que conquisten doncellas o a otros caballeros, en esta ecuación que hoy planteo los genitales quedan fuera y a las preferencias ni las tomare en cuenta, encasillase en la que quieras o te corresponda, dejemos de lado el absurdo lenguaje inclusivo, y entendamos con el corazón, que la gente ya no lucha por amor, ya no habrá Romeos que mueran por Julietas, y no me refiero a lo que ya todos sabemos, a que fue un amor de adolescentes de días y que junto con su amor, los movía la rebeldía. Ya no hay un chico tímido en su cuarto escribiendo una carta para la chica que le gusta, yo deje de hacerlo, cuando esa chica se paro enfrente de la clase y les cantó a mis compañeros lo que yo escribí en esa carta, yo termine destrozado, ellos burlándose de mi, en cada ocasión que podían y mi carta... en la basura. Y es que cada vez es más difícil encontrar personas que aprecien esos detalles. Por que una carta es lindo, dos ya es abuso y tres ya es acoso, y no hablo del problema real que enfrenta la sociedad, en donde un ser con dos dedos de frente cree que es algo agradable y hasta un cumplido acosar a alguien solo por ser a sus ojos atractivo, esos casos son correctos denunciarlos, pero hoy no hablo de eso, ni de la doble moral de las personas que si es feo es acoso y si es atractivo es un admirador. No hablo de eso. Le perdimos el sentido al amor, al gustarnos, al disfrutar de la compañía de una persona, durante años tuve una frase en la cabeza que entendía lo que significaba pero nunca la supe desarrollar, " Una persona sin amor es como una casa vacía". Quiero que recuerdes tu casa el día antes de salir de vacaciones, y no esa semana entre abril y marzo, no, unas vacaciones largas como las de verano, durante tres meses te encuentras ausente, y al llegar a casa y si eres cuidadoso, notas que hay telarañas, cucarachas, polvo, suciedad, humedad y podría seguir enumerando cosas; ahora imagina que esa casa, abandonada, tus padres ya no viven ahí, y tu te has mudado por que tu y tu pareja han tenido o han adoptado un niño o una niña, y con el perro y los dos coches no cabían en la casa y se te olvida que existe, sigues pagando el derecho por tenerla, pero ya no la visitas, ya no hay nada de interés en esa casa, solo una caja con fotos, y muebles haciendo polvo, un día te darás cuenta que tienes que vender la casa, por razones que solo tu conoces, y llega una nueva dueña y es decoradora de interiores o algo parecido, y decora la casa, la limpia, quita las capaz de polvo y las telarañas. Fumiga el lugar, por que claro que hay respetar la vida de los animales pero eso ya era una plaga, había ratas por todos lados, pero ella las ha sacado, y la casa vuelve a ser como era antes, un lugar acogedor, con nuevos muebles, nuevas cortinas y un aromatizante a flores primaverales, y entonces la dueña la pone en venta la exhibe y llega un comprador. Pues nosotros somos esa casa, quiero que imagines, tu vida estando solo, te descuidas, te dejas la barba o dejas de depilarte y no hablo desde el machismo, es una cuestión meramente estética, y poco a poco nos abandonamos, y así ninguna persona quiere estar con nosotros, estamos infestados de ratas. humedad, insectos, y llegara alguien que nos arreglara por dentro, y no hablo de que nos hará bajar de peso o cortarnos el cabello, verá en nosotros un posible hogar o verá el potencial que somos para alguien más. Y comenzara a arreglarnos y querernos y nos pondrá en renta, y no hablo de que venderá nuestras caricias, hablo de que nos presentara con sus amigos y amigas, les dirá nuestra virtudes, actuara como un vinculo con el mundo del que te desconectaste por tres meses o tres años. O ella será la que quiera quedarse, y no te dejará jamas pues en ti encontré un hogar. Pero en estos tiempos es más cómodo pagar un momento la renta de un departamento he irnos moviendo de casa en casa, y no hablo de quedarnos sedentarios en el amor, pero estamos abusando del nomadismo emocional, y ya no respetamos la casa que quizá nos ofrece alguien. Mi poema anterior era una critica superficial a este tipo de "amor" actual da asco.
Y respeto a la carta del principio, ya no me duele recordarlo, yo conocí más chicas me enamore de muchas más y sigo escribiendo mis poemas, pero ahora con mesura, y sabiendo que no cualquier casa puede convertirse en un hogar, pero que un hogar puede ser en cualquier casa.