3 | Mirada Psicópata

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Abrí los ojos, mientras bostezaba exageradamente. Me revolví en mi cama, tratando de buscar fuerzas para levantarme. Al fin, me puse de pie, me calcé mis pantuflas y fuí hasta la cocina. Eran las diez de la mañana, pero en invierno siempre era una buena idea dormir un poco más.

Caminé arrastrando los pies hasta la cocina, esperando encontrar a papá, pero sólo se encontraba Oliver tomando un café, sentado en un banquillo del comedor de espaldas a mí.

Lo que parecía en momento perfecto para una puñalada, se había visto arruinado cuando noté que no tenía cuchillos a mano, así que sólo podía hablar.

—¿Qué haces aquí? —pregunté en cuanto lo vi—. ¿Y mi hermana?

Oliver volteó lentamente.

—Ella esta...—se detuvo en cuanto me vio.

Oliver quedó paralizado, mirándome fijamente. Cerró la boca y tragó saliva. Sus ojos comenzaron a recorrer todo mi cuerpo. Era raro e incómodo.

—¡Hey, Idiota! ¿Y mi hermana? —repetí.

—Ho-hola Serena —titubeó para hablar—. Te ves muy linda.

Observé lo que llevaba puesto. Tenía puesta una remera vieja azul de mi padre que me quedaba como un vestido, con unos shorts negros y el cabello despeinado. Y eso sin hablar de las ojeras y el maquillaje de la boda que no me había quitado la noche anterior antes de dormir.

—Muy gracioso, tonto. Tú te ves terrible. Aunque eso ocurre siempre.

—¿Tú crees? —Se miró a si mismo avergonzado— Eh.. yo...

Wendy y papá entraron desde el patio trasero hablando, por lo que Oliver se calló al instante.

—¿Qué hacen aquí?—pregunté apenas los vi pasar—. Se supone que tendrían una noche de bodas y no vendrían hasta mañana.

—La tuvimos—contestó Wendy ante la atenta mirada de mi padre—. Vinimos a desayunar con papá y contigo.

—¿En su primer día de casados? ¿A las diez de la mañana?

—Yo pagué su boda. Yo me aseguraré que mi hija esté bien —contestó papá, abrazando a Wendy.

—Asi que tendrás que soportarme un poco más hermana. Por lo menos hasta que nos vayamos a nuestra luna de miel en el Caribe ¿No amor? —Wendy esperó a que Oliver contestara, pero él no dejaba de mirarme de manera extraña.

—Eh.. supongo que tenemos que hablarlo—respondió al fin, bajando la cabeza y apretando los puños.

—¿De qué hablas?—preguntó mi hermana preocupada, así que papá interrumpió.

—Serena, estábamos pensando en ir a almorzar todos juntos ¿Qué te parece?

—¡Yupi! Tiempo en familia—hablé sarcásticamente. No me entusiasmaba en nada.

—Eso es. Somos todos una familia—respondió Wendy intentando sonar optimista—Pero ¿Serena puedo hablar contigo un momento?

—¿Acaso no estamos hablando ahora?

—En privado.

—Acabas de decir que somos familia. ¿Por qué guardar secretos?

—¡Serena! Vamos afuera.

Wendy tiró de mi mano y me llevó al patio trasero, dejando a papá y a Oliver solos.

—Necesito que hagas un esfuerzo.

—¿De qué hablas?—pregunté.

—Con Oliver. Sé que no te simpatiza.  Pero ahora es mi esposo. Haz esto por mí. Intenta llevarte mejor con él.

Quiero Que Me Quieran [CL #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora