Changing love

1. Secretos mal guardados.

Acostada en su cama y sin fijarse de la hora escribe en su ordenador rosa, no ha pegado el ojo en muchas horas, pero por suerte sabe ocultar muy bien su cansancio y sus ojeras.
-¡TOC, TOC! Hermana.
-Linda, ¿Qué tal tu mañana?
-Más bien, ¿Que tal tu desvelada?

Su hermana parece minuciosamente informada de sus horarios, es una chiquita muy linda, es la hermana que todos quisieran, o al menos eso pensaba Kath.

-No le digas a mamá, se pondrá como loca y tratará de dormirme con calmantes.
-Okey, okey. Ya empezaste tu fabuloso/dramático día.

Ella es la única persona en el planeta que sabe animar a Kath, sus ocurrencias son lo mejor.
Kathia le da muchos abrazos acompañados de cosquillas a su hermanita Susy.

-Traeré tus tostadas Kath.

La pequeña le da un beso en la mejilla antes de ir a el corto camino hacia la cocina.

{Creo que es hora del baño, ugh}

Deja su ordenador sobre su cama y entra al baño de su habitación, se quita la pijama que se puso ridículamente porque no durmió ni un poco. Abre la ducha caliente.

{"Gracias cordiales por su honorable atención" No, no. Muy serio. "Infinitas gracias por ser tan cool" ¡Menos! ¿En serio? ¿Qué te sucede Kath? "Muchas gracias por su atención, quedo atenta a su respuesta" Definitivamente sí.}

Mientras su cabeza se nublaba cada vez más de ideas de despedida cordial con buena impresión había completado la rutina de baño, fueron como dos segundos, o eso sintió. Se envolvió el troco en una toalla y salió del baño; pensaba quedarse más pero Sus estaba llorando.

-¿Qué pasa chiquita?

Se agacha para quedar a la estatura de su pequeña cajita de consejos.
Llora desconsolada como cuando se cayó al mar su zapato de princesa y jamás volvió, pero... ¿Por qué ahora?

-¿Te irás del país? ¿No te veré nunca?

-No revises mi ordenador, te lo he dicho mil veces; y sí hermanita, pero será poco tiempo, a un voluntariado.
-¿Cuánto es poco? ¿Si es voluntario por qué te obligan?
-Poco es lo que creas necesario para cumplir los sueños, y no me obligan Sus. Quiero hacerlo, pero volveré.
-¿Mamá está enterada?
-Aún no... pero pronto.
-Me quedaré solaaaaaa.

Este es de esos momentos en los que te das cuenta cuando alguien te ama, no quiere perderte... por eso la amo más que a nadie, y cuando se pone así por mí, mucho más.

El momento es interrumpido por una chica recién levantada quejándose de los lloriqueos de la pequeña Susy.

-Chicas, ¿Qué pasa?

A penas podía abrir los ojos para caminar y no caerse.

-Buenos días universitaria
-Hola Marg
-¿Por qué llora peque?
-No es nada hermana...
-Kath se quiere ir a otro país y ne quedaré sola

El llanto volvía. Y Kathia tiene más o menos cinco segundos para inventar una excusa y evitar la reacción de Margaret, que por supuesto, no tenía idea de cual sería, ¡Es tan impredecible!

-¡No puede seeeer!
-Te lo puedo explicar Marg...
-Es fabuloso, el destino confabuló con mis planes.

Kath no sabía como responder a eso, su hermana tenía los ojos llenos de brillo mientras se notaba que imaginaba un plan perfecto del que su hermana probablemente era partícipe. Sin decir nada se fue con el ánimo en el cielo.

-Ah, y son las 7:56am hermana.
-¡Demonios!

Dejando totalmente a la mitad las conversaciones toma la mochila, toma el ordenador rosa y lo mete, junto con sus audífonos.

{¿Falta algo? Carajo, no me importa, es como el quinto retardo en dos semanas. Casi récord}

Sale corriendo de la habitación, toma una manzana verde en el camino y sigue corriendo como nunca, ó... ¿Cómo siempre? Era el colmo, vive a unas cuantas calles de su escuela.
Han pasado meses desde que le pasan cosas emocionantes en la calle, debe ser porque ya nunca camina con calma hacía su destino. Siempre iba de prisa. Dos cuadras más... vamos... una y media... una... media... ¡RING!
Justo a tiempo, de nuevo. Camina por el pasillo hacia su clase, tiene química.

-Hola hormiga.
-Hola Kath.
-¿Justo a tiempo?
-Tu me conoces, siempre muy cumplida con los horarios.

Sonríe luego de un beso de mejilla, y su amigo Anthony la mira como de costumbre. ¿hormiga? Larga historia. Anthony mojó sus pantalones y se desmayó cuando fueron a ver "Ant man" al cine, fue una total locura; lo recordaría como una tragedia, pero no, mejor usarlo de apodo hasta la muerte y recordarlo a diario, decisiones fáciles.

-¿Hoy irás a mi casa? Estuve revisando las opciones.
-Por supuesto, todo por ti gatita. ¿Cuáles te gustan?
-Brasil, España y Argentina.
-¡Demonios! ¿Lo imaginas? Tu y yo juntos en Argentina, paseando de la mano y pijamadas todos los días.
-Fabuloso, está en la lista de cosas que muero por hacer con mi mejor amigo.
- Ja ja sí.

{Otra vez lo arruinaste con Kathia... bien hecho campeón, sigue abriendo la bocota}

{Ant tiene buen gusto con la ropa, mis outfits soñados de verano están en camino, lo amo tanto}

Son interrumpidos por Ashley, quien sabe perfectamente las intenciones de cada uno con el otro, debía cortar la tensión. Sí o sí.

-Hola tontines, ¿Me extrañaron?
-¡Por Dios Ash! ¿Cuándo volviste?

Típicos saludos de chicas, ruidosos, llamando la atención y con los abrazos más largos e incómodos para los chicos que quisieran abrazarlas de ese modo.

-Te extrañé mucho linda. Volví ayer, pero no podía pasar un día más sin ver a mi chica favorita.

{También es mi chica favorita}

-Hola Ashley
-Uy, cariño... faltó el Cooper.
-No exageres boba.

Siempre ha existido cierta tensión entre esos dos. Pero actúan muy bien de amigos, todo sea por Kath...

-¿Quieren ir por un café, chicos?
- Por mi bien.

-Kath...¿Y la maestra?
-Ay, tienes razón, lo olvidé.
-Buff, por eso no tienes novia.
-Ash... tiene razón.
-Adiós chicos, iré sola.

Se levanta irreverente, y como siempre manifestando su gran ego y fantásticos outfits. Ella siempre quiere hacer cosas malas,  pero los dos chicos inseparables tienen muy claro lo que desean.