Sacrificio (SwanQueen)

Capítulo VI

-¡Abuela! ¡Abuelo! – Gritó el muchacho con lágrimas en los ojos – Chris volvió a golpear a mamá.

La mesa cayó en un profundo silencio, Regina no lograba procesar lo que había escuchado, le parecía una mala broma del destino, ella había dejado libre a Emma para que viviera feliz pero no era así.

-Ven Henry – Pidió la alcaldesa – No llores por favor.

Abrazó a su hijo y acarició su cabello de la misma manera que hacía cuando el chico era un bebe, poco a poco se fue tranquilizando y cuando dejo de llorar le pidió que le contara que sucedía.

-Señorita Mills lamento que haya escuchado esto, no tiene porque preocuparse – Dijo el muchacho educadamente.

-Henry aunque no lo creas me interesa lo que pasa contigo y tu madre – Contestó Regina seriamente – Por favor cuéntame.

-Vamos hijo siéntate, te voy a traer una taza con chocolate – Agrego Snow.

-Gracias abuela – Henry tomo aire y empezó a hablar.

-Mamá estaba con él y unos amigos, creo que empezaron a beber, realmente no lo sé porque yo había salido con unos chicos del colegio.

-Continua cariño – Lo animó Regina.

-Llegue y ya no estaban las visitas, entré al salón principal para saludar a mamá y a Chris y solo vi un vaso roto y a mama llorando en el sillón.

-¿Dónde está Chris? – Preguntó David con la mandíbula tensa.

-No lo sé abuelo, su auto no estaba.

-¿Y Emma? – Preguntó Zelena cuidadosamente.

-No quiso venir y eso me enoja mucho, no quiere dejarlo ¡Le da miedo estar sola y ella no es así, lo sé! – Gruño el chico llorando nuevamente.

-¿Ha pasado en otras ocasiones? – Cuestionó la morena con miedo.

-Un par de veces hace algunos meses – Respondió Mary Margaret poniendo una taza frente a su nieto.

-¿Y no han hecho nada ustedes? – Soltó una Regina furiosa.

-Chris es el hombre más importante de todo California, cuando intentamos hacer algo todo nuestro esfuerzo fue en vano, lo único que nos quedaba era orientar a nuestra hija y apoyarla.

-No lo puedo creer – Bufó Zelena – Derrotan grandes villanos y no pueden hacer nada contra un simple mortal.

-Ahora no Greeny – Gruño la morena.

-No quiero llegar a mi casa abuela ¿Puedo quedarme aquí esta noche?

-Por supuesto Henry, tu habitación siempre está lista.

-¿Por qué no quieres estar con Emma ahorita? – Pregunto Regina

-Estoy enfadado con ella Señorita Mills, no soporto ver que mi madre es débil ante Chris – La morena se tapó el rostro con ambas manos y no pudo evitar soltar algunas lágrimas.

-No es la Emma Swan que conocemos – Susurro Zelena en el oído de su hermana.

-Lamento que hayan escuchado esta terrible historia – Se disculpó David – No queríamos hacerlas sentir mal.

-No te preocupes, aunque creo que lo mejor es que nos retiremos, ustedes necesitan tiempo en... familia – Dijo Regina con el corazón roto.