Capítulo VIII

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-De esto- Respondió Emma y besó dulcemente al amor de su vida.

-Emma- Jadeo Regina al sentir el contacto.

Se besaron durante mucho tiempo, sus cuerpos reaccionaban a cada movimiento, todo era como antes, solo que sin los recuerdos de la rubia.

-¿Puedo pasar?- Preguntó uno de los encargados desde la puerta.

-Adelante- Dijo Regina separándose apenas un poco de Emma.

-La siguiente actividad es el sauna ¿gustan ducharse ya?

-Por supuesto- Respondió Emma con una mirada traviesa.

-Bien las regaderas están tras esas puertas, después tomen una toalla yo las espero afuera- Dijo el hombre y salió.

-¿Sería mucho una ducha juntas?- Cuestionó la salvadora.

-Creí que habíamos acordado que nos disfrutaríamos estos días.

-¿Eso es un sí?

-La espero en la ducha señorita Swan.

La morena salió elegantemente de la bañera, camino como una reina hasta las duchas y se giró para ver la reacción de su mujer.

-Voy enseguida.

La temperatura del agua era perfecta, pero a pesar de eso Regina sentía una necesidad de sentir el calor de Emma.

-Señora alcaldesa que bello cuerpo tiene- Dijo la rubia abrazando a la morena por la espalda.

-Quitemos todo este barro para que yo pueda admirar el suyo Señorita Swan.

Con dulzura Regina lavo el cuerpo de Emma, cada parte de ese blanco y delicado cuerpo fue tocado por la reina y cuando ya no quedaba ningún rastro de barro Regina se atrevió a besar poco a poco los lugares que sabía que a Emma la derretían.

-Ohh Regina, eso… eso, se siente tan…

-¿Siempre es tan elocuente Swan?

-No pares por favor.

La morena obedeció y continuo besando el cuerpo de Emma, el cuello, los pechos y poco a poco más abajo, cuando estaba a punto de llegar a aquel preciado lugar la puerta se abrió.

-Señoritas no tarden, el sauna está listo- Anunciaron.

-¿Siempre será así?- Gruño la rubia- No interrumpen en el momento perfecto.

Regina rió y asintió dándole la razón a su compañera.

-Terminare esto en el sauna.

Ambas se envolvieron en un par de toallas y salieron hasta la habitación donde su día de Spa continuaba.

-Esta es la última estación del Spa, tienen tiempo libre pero les recomiendo no sea mucho porque podrían deshidratarse- Le sugirió el hombre.

-Entendido- Dijo Emma ansiosa.

Entraron y automáticamente comenzaron a sudar.

-¿En que estábamos?- Pregunto Regina

La rubia no contestó y se limitó a besar con pasión a la morena, se acomodaron en las maderas que servían de asiento y con sincronía sus cuerpos comenzaron a moverse.

-Siento que ya he estado contigo Regina.

-¿Un Deja Vú Swan?

-Para nada, es más que eso y sé que tú también lo sientes, admítelo.

Regina no contestó y solo se dedicó a besar a la mujer que tenía encima, las toallas empezaban a estorbar y con unos movimientos hábiles por parte de ambas se deshicieron de ellas.

Sacrificio (SwanQueen)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora