Reencarnando en una hada

Capitulo II

    Cuando abrí mis ojos, pude ver que me encontraba caminando a través de un largo túnel, y en el final de esté, aparecía una brillante y cálida luz.

    Comencé a sentir agua bajo mis pies, pero seguí caminando.
Y, a medida que avanzaba, el agua parecía subir cada vez más.

     El agua me llegaba a la altura de la cintura, pero ésto no me detuvo, quería llegar a esa luz tan misteriosa.
    Me aproximaba cada vez más a la luz, y sentía la suave calidez proveniente de está.

    Cuando al fin pude estar lo suficientemente cerca de ella estiré mi mano para poder alcanzarla, y en el preciso momento en el que logre tocarla, la luz se desvaneció, y el agua comenzó a subir rápidamente. Subió tanto que comenzaba a quedarme sin aire, el pánico me invadió, sentía como el agua empezaba a entrar por mi garganta con cada intento que hacía por respirar.

    ¡No puede ser! ¿A caso voy a morir otra vez?

    No, definitivamente no voy a morir esta vez.

    Nadé con mis ultimas fuerzas hacia el final del túnel, donde anteriormente se encontraba la luz, pero al llegar dirigí mis manos hacia mí garganta, ya no podia luchar más...

    Me doy por vencida... quizás esté sea mi destino después de todo.

    Miles de pensamientos cruzaban por mi mente.

    Y justo cuando mis ojos se cerraban, vi mi cuerpo brillar y vi como esté se convertía en una luz, una luz cálida, como la que ví anteriormente. Y ésto, por alguna razón, me dio tranquilidad. Aún sumergida bajo el agua, podía "respirar" con total normalidad.

    De repente, una pequeña puerta aparecío frente de mí, está se abrió y algo dentro de ella parecía familiar, me dio mucha curiosidad, podía ver pequeños árboles y el cielo azul. Entonces, comencé a acercarme a ella.

    No creo que un par de árboles me hagan daño, al fin y al cabo.

    ¿Qué más podría pasarme?

    Convertida en una radiante luz, me dirigí a la puerta y pasé a través de está. Y, para mi sorpresa, apenas crucé al otro lado, el agua y la puerta desaparecieron.

    ¿Ahora donde estoy? ¿Que es este lugar?

    Me encontraba convertida en una luz que flotaba en el aire.
    Comencé a observar detenidamente el lugar donde me encontraba, y al dirigir mí mirada hacia el cielo, vi algo sorprendente.
    Los árboles eran miles de veces más grandes que los que había en el orfanato. Estos eran gigantescos, hermosos, llenos de color y vida. Simplemente majestuosos.

     Mientras flotaba decidí explorar un poco el lugar, no fue tan difícil como creía, podia moverme como yo quisiera, con tan sólo pensar a donde quería ir, me movia rápidamente hasta allí, recorrí un poco del lugar en solo unos pocos minutos y pronto supe que me encontraba en un bosque, un inmenso bosque. Todo era maravilloso y grande, menos yo.

    Pasaron horas y la noche llegó. Pequeñas luces flotantes comenzaron a aparecer a mi alrededor y me hicieron adentrarme al interior del bosque.
    Para mi sorpresa, ellas me guiaron a donde se encontraba una pequeña bebé envuelta en un manto dorado, la cual parecía estar sin vida. Las luces me empujaban cada vez más al cuerpo de la niña, hasta que fui absorbida por está, me encontraba dentro de su cuerpo, sin entender que estaba pasando, sin poder moverme, sin poder salir... Pero, decidí quedarme allí, se sentía bien.
Repentinamente deje de ser una luz y todo quedó en la total oscuridad, me sentía rara, como si me estuviera encogiendo. Sentía cómo mis recuerdos desaparecían poco a poco. Pero decidí relajarme y dejar que todo fluyera, solo me quedaba aceptar lo que me estaba pasando.