- Fue una investigación larga, lo fue, pero no es sólo mío el crédito, es del equipo... -Regina hablaba con la prensa hasta que Emma se acercó a ella y le entregó un papel.
- Doctora, mejor entre ahora a la delegación. - Regina mira sin creer el papel.
- ¿Salió bajo fianza?. - mira a Emma enojada. - ¿Ya?. - la rubia se encoje de hombros.- Regina entra a la oficina de Robin rápido y gritando.
- ¿Sabes cuánto tiempo estuve tratando de poner a ese criminal bajo rejas, Robin?. - dijo ella totalmente desesperada. Robin sonrió al verla.
- Buena tarde, Regina. - ella lo ignoro completamente y continuo hablando.
- Meses, meses de trabajo, noches sin dormir y vos con la fianza puesta en el cajón. - Robin trató de explicarse.
- Él es mi cliente, cuando un cliente recurre a mi, yo lo atiendo. - Regina se acercó a su escritorio.
- ¿Qué cliente?, ¿tus clientes tienen que ser siempre mis bandidos, Robin?. -desparramó los papeles con los casos de los que había sido acusado el hombre sobre el escritorio del hombre. El se enojó y gritó.
- ¡Tiraste todo, Regina! - a ella no le importó nada.
- ¡Mira a quién pusiste en la calle, Robin!. - él miró hacia un costado.
- ¿Y todo para qué?, ¿Para competir conmigo?, vos tenés esa compulsión de querer competir conmigo. - él la miró extrañado y ella le dió la espalda.
- ¿Competir?, vos tenés esa compulsión de querer culparme. - lo volvió a mirar fijo y dijo.
- En vez de estar atrás de mis presos, deberías haberte ocupado de tu hija, deberías haber impedido que ella hiciera esa locura.
- ¿Y si era tan fácil por qué no lo hiciste vos? - ahora lo miró con una mirada más triste.
- Porque yo no estaba ahí, Robin, porque Sofía no vive conmigo, porque te pasaste la vida entera ocultandome todos los problemas de Sofía, todos. - respiró profundo.
- Hasta el boletín de la escuela le ayudas a esconder de mí. - el comenzó a decir que no con el dedo.
- Yo no tengo la culpa de que ella prefiriera venir a vivir conmigo. - Regina perdió la paciencia y gritó.
- ¡¿Qué niño, no prefiere vivir en un lugar dónde lo puede todo?! - Robin la miró con enojo. Y ella se fue de la oficina súper enojada.La secretaria de Robin trató de hablar con Regina pero ella no quiso.
Robin cuando vió que Regina se fue se acercó a su secretaria.- Abby, mándale flores a Regina. - ella sólo sonrió y asintió.
Robin siempre hacia eso, cada vez que ellos peleaban, le mandaba flores a la casa.
Regina entró a su casa, cansada, con ganas de dormir y vió a su empleada Betty.- ¿Betty, seguís acá?. - La pelinegra se sacó los anteojos y se extrañó al ver a su empleada todavía allí.
- Es que me atrase limpiado la cocina. Además Regina, Robin, es un hombre muy bueno, si le contara lo que hizo hoy... - Regina ni la dejó terminar de hablar. - No, no, hoy no me hables de ese cretino, hoy no Betty, hoy no. - trató de irse pero la empleada se puso en su camino.
- Él le mandó flores. - dijo ella con una pequeña sonrisa y Regina las miró.
- A la basura. - dijo eso y dejó el living dirigiéndose a su cuarto.Luego de una gran siesta Regina se levantó y tomó un baño. Al salir escucho que tocaron el timbre, ella continuaba en toalla, así que se colocó una bata y fue a atender, al abrir la puerta su cara cambió a un disgusto total.
- ¿Qué querés, Robin? - ella con una expresión desagradable lo atendió, el pasó y se sentó en un sillón.
- Hola, ¿Cómo estás? Regina, estaba yendo a casa y bajé a saludarte nomás. - dijo el con cara de inocente.
- ¿A tu casa? Si este no es el camino a tu casa. - ella dudaba de las intenciones de él.
- Está bien, yo quería que hablemos de Sofía y nuestro problema. - ella lo miró graciosa.
- ¿Nuestro problema?, ¿Nuestro? - señalaba a ambos con cara de no entender nada.
- ¿Y vos no sos la mamá? - Regina soltó una pequeña risa.
- ¿Te acordás de eso solo cuando te conviene, Robin?. - su expresión cambio y se puso sería. - Vete, afuera, corre, desaparece... - el comenzó a hacer que no con el dedo y habló.
- ¿Qué vamos a hacer? - la pelinegra se acercó a el.
- Prepará el cuarto de ella en tu casa. - dijo sin expresión alguna.
- ¿En mi casa?. - el hombre frunció el seño.
- En tu casa, ¿vos no criaste a Sofia?, ¿vos no sos el papá de Sofía?, la criaste, la separaste de la mamá... - dijo totalmente tranquila, acomodándose los cabellos. - ¡Continúa criandola, mi hijo!. - esta vez gritó y golpeó el sillón.Continuaron discutiendo por unos minutos más, hasta que Robin decidió que Regina no iba a ceder, entonces aceptó.
Al otro día.
Robin se levantó, cepillo sus dientes, se arregló y bajó a desayunar.
- Buen día, Betty. - el hombre saludó a su empleada, con la que tenía tan buena relación.
- Buen día, sr. Robin. - le dejó todo el desayuno en la mesa.
- Betty, ¿Qué dijo Regina de las flores?. - preguntó mientras bebía un sorbo de su café.
- Lo mismo de siempre señor, me mandó a tirarlas a la basura. - Robin negó con la cabeza. - Pero tranquilícese señor, que en poco tiempo, ustedes van a estar de nuevo juntos. - la empleada le dedicó una sonrisa a Robin. - Señor, recuerde que su hija está por llegar al aeropuerto.
Robin casi escupe todo el café.
-¡Sofía!. Gracias, Betty. - le da un beso en la mano a la señora y sale volando para el aeropuerto.- Robin vió a su hija y ella corrió a abrazarlo.
- ¡Papa!, que nostalgia. - miró tratando de encontrar a alguien. - ¿Y mamá?. - el miró hacia el suelo y Sofía entendió todo. - Trabajando. - habló con un tono de decepción.
- Ella quería venir, pero no la dejaron, hija. - trató de que su hija no se ponga triste.
- Si, me imagino. - tomó su maleta y comenzó a caminar.Regina bebió un sorbo de su cafe, lo dejó en la mesa y comenzó a leer los papeles de un nuevo caso, hasta que entró Emma.
- Así que, ¿hoy vuelve Sofía?. - le dejo más papeles en la mesa. - Que poca vergüenza de Robin, pedirle a un amigo que se haga cargo de una adolescente problemática. Eso es muy de Robin. - se da cuenta de que le llega un mensaje de Robin y lo lee. - Ya están en la casa de Robin. Termino de leer todo el caso y me voy. - Emma solo asintió y salió de la sala.
Regina estuvo 1 hora terminando de leer el nuevo caso y salió directo para la casa de Robin.
- Hola, Regina. - intentó darle un beso en la mejilla a la mujer pero ella lo esquivó. - ¿Y Sofía?. - con poca paciencia, entró a la casa mirando para todos lados en busca de su hija.
- En la playa. - dijo rascándose la cabeza esperando que su ex-mujer no se enoje. - Ni siquiera me esperó. - se sentó en el sofá y guardó sus anteojos de sol.
- Se puso un poco mal cuando no te vió en el aeropuerto. - fue a buscar unas copas, vino y se sentó al lado de ella.
- Tenía un nuevo caso importante. - le sirvió y ella tomó la copa.
- Pero ahora que ya no estás ocupada... - el rubio comenzó acercarse, ella bebió un sorbo del vino y frunció el seño. - Y Sofía no está en casa... Nose... Talvez podríamos... - estaban demasiado cerca, se cruzaban las respiraciones, el le miraba los labios, ella se mordió el labio, sabiendo que a él le encantaba eso, lo miró a los ojos, de repente cambió su expresión a una de seriedad y le dió unas pequeñas bofetadas. - Voy al baño. - se levantó, fue al baño y dejó al rubio con una sonrisa en el rostro.
Cuando entró hizo sus necesidades, lavó sus manos, pero antes de salir por el espejo vió algo de color rojo detrás del hinodoro y era un sostén. Lo tomo con dos dedos, con asco y salió del baño.- Robin, te olvidaste esto en tu baño, pensé que lo necesitarias. - lo tiró en su cara y tomó sus cosas para salir de la casa.
- Gina, Gina, no te enojes, esto debe ser de Betty. - comenzó a mentir y ella volvió a ver el sostén.
- Yo creo que es algo pequeño para Betty ese sostén. - dijo colocándose sus anteojos de sol.
- Gina, por favor. No vas a pensar que... - Regina lo interrumpió.
- Robin, no sé cómo explicarte esto, porque parece que después de 10 años todavía no lo entendiste. - acomodó su pelo detrás de las orejas. - Estamos divorciados, ¿te acuerdas?. Podés hacer lo que quieras, no me importa lo que hagas de tu vida, o con quien lo hagas. - trató de irse pero el rubio le tomó la mano.
- Gina, por favor. - la miró con ojos de cachorro.
- Llámame cuando Sofía vuelva. - se soltó del agarre y dejó la casa.
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amor y ley.
FanfictionRegina Mills es una delegada con un carácter bastante fuerte y una mujer de muy poca paciencia. Robin de Locksley es un abogado criminalista, exitoso y conocido. Ambos viven en un pequeño pueblo llamado Storybrooke. Regina Mills y Robin de Locksley...