Terminaba el tercer ensayo, todos se marchaban a sus habitaciones, Kaminari y Bakugo terminaban de poner todo en su lugar. Pronto anochecería, todo estaba en paz, todo estaba bien, al punto en quizás era extraño de creer, con todo lo que había sucedido últimamente en sus vidas, especialmente Bakugo, que había experimentado de primera mano la mitad de estos sucesos.
—No ha estado tan mal, ¿hay algo en lo que no seas bueno, Bakugo? —preguntó Kaminari, preparando para los gritos.
—¡Por supuesto que no ha estado mal! Pero ustedes siguen fuera de tiempo.
—Tú tocas demasiado rápido, Jiro sabe más de música que nosotros.
—Cállate... Ya lo sé —gruñó Bakugo entre dientes.
¿Qué demonios con Bakugo últimamente?, pensó Kaminari. Lucía... ¿doblegado? ¿Apagado? No, no... como intentando ser razonable o algo así, era muy extraño. Aunque no era nada malo realmente, Kaminari sabía que Bakugo era alguien inteligente y de buenas intenciones, quizás que estuviera haciendo los esfuerzos de reparar sus modales era una buena señal.
—Oye, no sabía que te gustaba tanto la música —continuó Kaminari, para cambiar el tema— ¿Qué escuchas?
Bakugo lo observó como un animalito que teme ser atacado, fue cosa de segundos, algo en sus ojos, aunque su rostro siguió serio. ¿Será que tenía miedo a abrirse y responder algo honestamente? Bakugo desvió la mirada mientras acomodaba los platillos en su lugar.
—Rock... y... música clásica.
—¡No es cierto! —exclamó Denki, no podía creer que alguien tan explosivo escuchase algo tan armónico.
—¡¿Estás buscando pelea, maldito?!
—Uh... n-no, lo siento, es sólo que me sorprendió, disculpa Bakugo, ¡es un buen gusto!
—Cómo si no lo supiera.
Kaminari se quedó en silencio, cuando los dos terminaron, caminaron en busca de irse cada quien, a su habitación, estaban por separarse cuando una idea peligrosa e inhóspita lo sacudió como un pequeño relámpago. Ni siquiera lo meditó dos segundos luego de que se le ocurrió.
—¿Quieres venir a mi cuarto? —preguntó.
—¿Ah? ¿Para qué quiero ir a tu cuarto? —Bakugo lo miraba furiosamente, nada ajeno a lo usual.
—Tengo algunos discos y... bueno... —El rostro de Kaminari tenía algo de culpa, culpa por no haber estado ahí cuando todos los demás habían ido a rescatarle; además, pese a todo, quería conocerlo, quería hablar con Bakugo, ¡las oportunidades no se dan, hay que hacerlas!
—... ¿Discos?
—Ya sé, "¿Quién demonios tiene discos hoy en día", ¿no?
Extrañamente, Bakugo parecía interesado.
—Vamos, quiero ver tu patética colección, solo te daré un minuto, idiota —dicho eso, metió sus manos en los bolsillos y empezó a caminar— ¿Qué esperas?
—¿E-Eh?... ¡Digo, sí, voy!
El minuto se transformó en minutos, luego en una hora, luego en dos. Kaminari le mostraba sus discos y Bakugo los criticaba o alaba según sus gustos. En un viejo walkman que tenía Kaminari, cada uno con un audífono en su oído, escuchaban los que ambos creían que eran los mejores. Bakugo no decía mucho, se quedaba con una mirada fría y templada, que parecía perdida pero relajada. Kaminari lo observaba de reojo de vez en cuando, sólo para notar como su expresión cambiaba ligeramente cuando llegaban los coros, o en las partes estridentes que "ponían la piel de gallina de lo buenas que son"; Kaminari se encontró a sí mismo pensando que Bakugo era guapo, cuando lo veías en ese estado en realidad tenía su encanto... sus ojos bajaron hacia su torso, diablos, podía ver su abdomen marcado a través de la tela, sin duda su físico estaba diez veces más trabajado que el de Kaminari, aunque no se quedaba atrás, era evidente la diferencia (además de esos cuatro centímetros de diferencia de altura que si bien no eran tantos le daban todavía más ventaja a Bakugo); no estaba seguro qué tanto le miraba, pero no podía parar, eso hasta que sintió que Bakugo iba a voltear. Por suerte logró evitar ser descubierto. Sintió que sudaba en frío, intentó pasar la saliva por su garganta seca, su corazón dio un apretón, ¿qué diablos estaba haciendo?
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Besos de mil vatios [KamiBaku]
FanfictionVatio es una medida para la potencia. Sus besos eran seguramente una fuerza tan potente... Su quirk es la electricidad, ¿sería por eso que sus besos eran tan intensos? Ah, qué demonios. [Pequeño One-shot de Kaminari y Bakugo dando primeros besos y...