25 DE ABRIL
Parado en la estación del autobús, con una lluvia torrencial cayendo y los audífonos puestos, Kim Taehyung espera el camión de la ruta 14. Cuando llega el autobús, Tae corre para entrar lo más rápido posible y no mojarse. El autobús esta casi vacío. Tae, tuvo la mala suerte de mojar sus zapatos nuevos, los Gucci que recién envió su madre de París. El autobús inicia su marcha.
Después de 25 minutos de camino, la lluvia no cesaba y Tae había llegado a su destino. La ultima estación de la ruta. Fue el ultimo en bajar. El autobús giro y se fue en sentido contrario, unos metros mas adelante estaba la primera parada de regreso a la ciudad. Se refugio en la parada del autobús, desalineándose la camisa y la corbata. Ir a una escuela de niños ricos le hacia rabiar. El no era rico, pero no vivía nada mal. Taehyung no debe conducir, aun es menor de edad.
—¡Mierda! ¿No pararas de fregar estúpida nube?—. El chico refunfuño.
La parada no estaba más iluminada que por una tenue luz amarillenta. Al otro lado de la calle no había casas o edificios, solo una pequeña cerca de púas que se extendía varios kilómetros, si, Taehyung vivía hasta la maldita periferia de la ciudad, donde casi no hay nada, solo casas costosas separadas por varios cientos de metros, perdidas en el bosque a las afueras de Busan.
Era noche, Tae no debió de haber dicho "si" cuando Leny le pidió que la acompañara por un café. En sus oídos se escuchaba una canción de Bach, pero se estaba muriendo de frió.
Cuando la lluvia comenzó a detenerse, Tae estaba dispuesto a emprender camino hacia su casa, cuando noto una figura proveniente del bosque, se asusto, pero no se movió. Cuando la figura humana se las ingenio para atravesar la cerca por una parte donde el alambre de púas estaba cortado, Tae noto que se trataba de un hombre, alto y de buen porte, no vio su rostro, traía una capucha negra. Totalmente paralizado, vio como aquel tipo cruzaba lentamente la calle, la piel se le erizo.
El sujeto llego hasta la parada y también se refugio de la lluvia, parecía cansado, Tae trago saliva. El no le veía el rostro, pero el otro hombre si.
—¿Traes un cigarrillo?—. Pregunto el hombre, tenía una voz joven.
Tae se giro hasta donde el hombre —No, lo siento—. Contesto cortésmente, más por miedo que por amabilidad.
—Es una lastima, te vendría bien, estas temblando—. Se descubrió el rostro y sacudió su cabeza para secar su cabello húmedo.
Cuando Tae vio su rostro tuvo una extraña sensación. La vestimenta de aquel sujeto era descuidada, jeans rotos, botas tipo militar, sudadera y abrigo con capucha. —La parada para tomar el autobús de regreso a Busan están del otro lado, a unos 200 metros—.
—No voy a Busan, solo estoy refugiándome de la lluvia. Vivo a algunas cuadras de aquí—. Dijo sonriendo.
La lluvia para por completo.
—Oh, disculpa. Me voy. Buena noche—. Tae hizo reverencia y camino en dirección al fraccionamiento de lujo.
Nam Joon lo miro alejarse, nunca había visto a ese chico del "barrio rico", era extraño, ya que el no vivía muy lejos de ahí en el "barrio pobre".
Taehyung llego a su casa.
—¡Papá he llegado!—. El enfermo hombre que ni a caso podía hablar solo hizo un gesto suave con sus labios.
Se acerco la enfermera —Hoy comió muy bien y ya tomo todos sus medicamentos—. Le dijo a Tae. —Muy bien Violet, ya puede irse—. Taehyung no tenía trabajadores, mas que la señora que les lava y hace el aseo y la enfermera de su padre y si a caso, el jardinero que cortaba el césped de todas las casas mas próximas, la mas cercana estaba a 300 metros.
Tae estaba cansado y solo llevo a su padre a dormir, para el pronto tirarse en su cama. No podía dejar de pensar lo que ocurrió en la parada del autobús ¿Por qué ese chico vendría del bosque con una lluvia tan terrible cayendo a tan altas horas de la noche?. Y su rostro... ¿Por qué lo dejo tan inquieto? Buscaría el modo de volver a encontrarse con el, por que sencillamente le había llamado la atención
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●DEL OTRO LADO DE LA CALLE● TERMINADA NamTae +18
Fiksi PenggemarA punto de cumplir 18 años y tras una noche lluviosa, Kim Taehyung se encuentra con un extraño. Basto la más insípida de las charlas para que ese sujeto se vuelva parte de su vida a partir de aquella noche. Tae no tiene intenciones de dañar a nadie...