Los Jeon eran una familia tranquila, bastante agradable y sobre todas las cosas amaban a sus hijos. Tenían un trabajo que les permitía mantener una buena estabilidad social y económica, sin embargo debido a la posición en la que estaban viajaban constantemente.
Ese día no fue la excepción. Con un beso en la mejilla y un abrazo para ambos de sus hijos se subieron al auto con su equipaje para llegar apresuradamente al aeropuerto. Esa noche Park Jimin iría a la casa de los Jeon a pasar una agradable noche con su mejor amigo Jeon Jung hyun y su hermano menor Jeon Jungkook.
-Jungkook, ¿Puedes encender el televisor porfavor?-
-Si hyung.- Al encender la televisión el canal de las noticias los recibió diciendo que debido a los constantes cambios climáticos esa noche habría una tormenta. Y bueno por qué quejarse si Jungkook era amante de ello.
-No tarda en llegar minnie kook.- Pequeños tintineos en el techo de la casa indicaban que comenzaba a llover.
-Si no llega pronto se mojara todo y yo no pienso saludarlo asi.- bufó
-Oh vamos Jungkook, es mi mejor amigo, ya lo conoces, ¿no te cae bien acaso?-
Ese no era el problema, el problema era que cada vez que Jungkook veía al chico bajito y de cabello negro se le aceleraba el corazón de forma que sentía se saldría de su lugar, se ponía muy nervioso y sus manitos comenzaban a sudar, mientras sus mejillas tomaban un bello tono carmín. Y no mencionemos la estampida de elefantes que paseaban por su estómago.
-N-No es eso...Solo que no quiero mojarme.-rodo los ojos.
-Awws eres aún un bebé jungkook.- apretujo sus mejillas y mientras éste se quejaba un sonido en la puerta principal los hizo separarse para que el mayor se dirigiera a abrir.
-Jimin-ah que bueno que llegaste, estuviste a punto de quedarte atrapado en la tormenta.-
-Hace frío Jung hyun, déjame pasar.- Alargó sus palabras y río mientras el contrario cerraba la puerta.
-Hola Jungkook.- ahí estaba, sentado con una cobija amarilla alrededor de todo su cuerpo y las mejillas rojas.
Tan lindo~. Pensó
-H-Hola jimin.-
La noche había pasado rápido, demásiado rápido a decir verdad, pues Jungkook se dirigía a su habitación después de lavar sus dientes y Jimin dormiría con Jung hyun en su habitación.
El pensamiento de que su hermano estuviese junto a su jiminie lo hacía enojar, pues estaba enamorado y este nunca lo notaría, y si lo hiciera...¿Que? Era solo un niño de 14 años, no tenía nada para ofrecerle y solo había tenido un novio con el que a penas si logro darse unos cuantos besos como para saber estar en una relación o al menos quererlo de la forma correcta.
Con un pequeño dolor en su pecho se acostó en su cama, mientras las ahora gruesas gotas de lluvia caían sobre su ventana anunciándole que si bien el tiempo en que los tres estuvieron juntos había pasado en un abrir y cerrar de ojos el resto de la noche sería larga.
Comenzaba a cerrar sus ojos cuando escuchó la manija de su puerta ser girada sigilosamente. Abrió los ojos y se sorprendió al ver a Jimin ahí, más aún cuando el azabache entro a su habitación completamente y cerraba la puerta con seguro detrás de el.
Pretendió hacerse el dormido pues sabía que si decía algo fracasaria rotundamente en el intento, cuando estaba con él sus palabras se atascaban en su garganta y si lograba artícular algo salia entrecortado.
Sintió un movimiento en el lado izquierdo de la cama y luego un cuerpo caliente que cada vez se apagaba más a el.
-Jungkookie~ ¿Estás dormido? Se que no lo estás.- ronroneo con voz gruesa. En ese momento Jungkook abrió sus ojos encontrándose con los profundos y obscuros de jimin puestos directamente en él, en ese momento Parecía que conocía hasta sus más obscuros secretos.
