Adicto al anime y tus besos (JIHAN)

Capitulo 1

- ¿Q-Que estás haciendo? – Se sentía confuso y frustrado al sentir como sus movimientos eran restringidos por esa corbata anudada alrededor de sus muñecas, en donde al poco rato sus ojos solo vislumbraban oscuridad por culpa de una tela cubriéndole.

- Algo que disfrutaras - Un extraño y cálido cosquilleo recorrió su cuerpo al sentir esa gentil voz cerca de su oído.

Hoy para Jeonghan fue un día realmente agotador, aunque en realidad no había hecho nada y se lo paso tirado en su mesa en medio de las clases. Pero, aun así, se sentía con mucho sueño y Jun seguía insistiéndole en ir a una fiesta que ocurriría en la noche de ese día.

El chino insistía en que, si él iba, la fiesta seria aún mejor pues Yoon nunca asistía a esas cosas a pesar de ser de los más populares en su universidad, por lo que, muchas mujeres y hasta hombres irían a una fiesta al saber que a ella asistiría este hermoso joven. ¿Acaso no comprendía que prefería dormir a que estar rodeado de desconocidos borrachos?

- "Pero Hannieee, deberías ir, quizás al fin encuentres alguien que te interese" – Bufo al leer ese mensaje lleno de emoticonos, insistiendo nuevamente.

- "Dudo que encuentre a alguien a quien le guste dormir tanto como yo en ese tipo de lugar" – Respondio de vuelta esperando quitarse de encima eso, pero de inmediato Jun le contesto.

Estuvo un pequeño rato intercambiando mensajes con el chino para que dejara de molestar, cuando de repente choca con alguien, pero por suerte ambos se mantuvieron de pie tan solo un poco desorientados. Quería quejarse con esta torpe persona, pero se perdió en esos cálidos ojos color chocolate.

- Oh, disculpa, no estaba atento a por donde iba, ¿Te duele algo? – Un joven con un cabello castaño oscuro peinado hacia atrás con sensualidad, una polera sin mangas que dejaba ver esos delgados brazos bien trabajados y que tenía una sensación de que se acababa de duchar estaba frente a él, con una cara de perro arrepentido por chocarle.

- N-No te preocupes, también fue mi culpa y estoy bien – Respondió como reflejo, pero la verdad es que no estaba nada bien, pues sentía que en cualquier momento se le caería la saliva al seguir viendo a ese otro estudiante. Su corazón pego un saltito al ver como ese joven de hermosos y adorables ojos felinos sonreía ante su respuesta.

- Ya veo, tendré más cuidado para la próxima, cuídate – Hizo una rápida reverencia el castaño y se alejó, sacando el móvil para llamar, y al ser contestado hablo con un tono nada amable como el de recién - ¡¿Dónde estás con mis lentes, Seungcheol?! – Lo escucho gruñir mientras se alejaba a un paso acelerado.

Jeonghan se quedó de pie, viendo por detrás esa atlética figura que vestía shorts deportivos de color negro y la parte de arriba era de color azul, cargando un bolso en el que suelen llevar todas sus cosas los que hacen deporte. Su móvil vibrando le distrajo de esa interesante vista, a lo que suspiro luego de comprobar que era de ese chino testarudo e infantil, a lo que se negó nuevamente con rapidez esperando que, al levantar la mirada, volviera a encontrar a ese atractivo joven. Pero nada, ya lo había perdido de vista, pero que importaba, probablemente se lo volvería a encontrar.

- ¡Ahí estas, pecador! – Apunto con su dedo a un joven que tenia el cabello teñido en gris y que lucia un uniforme de basketball, quien al ver a su amigo empezó a correr para alejarse - ¡Devuelvemelas! – Grito el castaño antes de empezar a correr detrás del mayor.

Cualquiera que rondara en torno al gimnasio y las canchas en ese momento, podía ver la escena de una infantil pero divertida persecución, en donde al final ambos cayeron agotados al pasto de la cancha de fútbol que nadie usaba en ese momento. Ambos respiraban agitadamente mientras veian el hermoso cielo sobre ellos.

- No se porque te importan tanto estas gafas si ni si quiera tienen aumento o algo por el estilo – Suspiro el peligris mientras se sentaba al recuperar ya el aliento.

- Ya te lo explique, son parte fundamental de un cosplay – Bufo aun agotado, disfrutando el frescor que entregaba el suelo bajo el.

- ¿Pero porque los ocupas siempre, Shua? – Cuestiono algo curioso, pupes nunca se había animado a preguntar aquello.

- Para alejar a los estúpidos que quieren distraerme cuando estoy leyendo mis mangas. Créeme, cuando estoy sin las gafas, me distraen a cada momento – Tomo un largo respiro para finalmente sentarse y mirar a su entorno.

- ... Cierto, recuerdo que cuando me anime a hablarte es cuando no las ocupabas – Sonrió divertido el mayor – Oye, gracias por venir a jugar hoy a pesar de que te lo pedí a última hora. Realmente necesitamos practicar para estar listos para el próximo partido y justo a varios les da por faltar. ¿Cómo se supone que practicaremos con tan pocos jugadores? – Bufo un poco cansado, pues después de todo al ser el líder tenia que cargar con esas cosas.

- Sabes que siempre estaré para ayudarte, Cheol, pero no te desquites al menos con los que si se justificaron bien, como Mingyu – Le dio unas amistosas palmadas en el hombro para luego finalmente ponerse de pie.

- Joshua, insisto, ¿Por qué no te unes al equipo? Juegas bien, tienes buen cuerpo y sabes que a las mujeres le llaman más la atención los deportistas – Seungcheol se puso de pie mientras ponía carita de cachorro para convencer a su amigo, a quien le ofrecía una mano para ayudarle a ponerse de pie.

- Siento que nunca me escuchas – Dramatizo, aceptando esa ayuda para ponerse de pie y luego dejar su mano abierta en dirección al peligris en silencio, pidiéndole lo que le habia quitado. Este suspiro derrotado para finalmente de su bolso sacar unas gafas y ponérselas en esa mano.

- ¿En serio tu única excusa es que no tendrías tiempo de ver tus caricaturas? – Puso una expresión triste, pues realmente le gustaba la idea de jugar algún partido importante junto a ese buen amigo que se habia hecho.

- Más respeto, animal sin cultura. Es arte – Con gusto tomo las gafas para ponérselas, sintiéndose de inmediato cómodo. Esas gafas simples sin ningún tipo de aumento las compro en un inicio para hacer cosplay de ciertos personajes, pero al ver el efecto que provocaban en cómo la gente le trataba, se animó a ocuparlas casi a diario al estar fuera de casa.

Al ya tener lo que tanto buscaba, recordó que cuando termino de ducharse se dio cuenta de que no estaban entre sus cosas, así que salió rápido luego de vestirse, suponiendo que se trataba nuevamente de su amigo. Cuando en su bolso busco el móvil para llamar a este idiota, se había chocado con "El ángel de Humanidades".

Nunca lo había visto de tan cerca y no pudo evitar fijarse en ese largo cabello rubio, hermosa piel de un tono claro y esos cansados pero hermosos ojos casi negros. Ahora comprendía el nombre que le daban, pues era sorprendente que un hombre fuera tan bello y perfecto. Pero, sabía que no importaba lo de afuera en una persona así que no debía dejarse afectar por aquello.

Era una lástima que no podía quitárselo de la cabeza, pues con esa perfección y belleza, podría hacer tantos cosplays... o esas excusas se daba, ignorando como su corazón se agito.