Capítulo 17

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  El cielo se fundía en un cóctel de colores radiantes y embriagadores: rosa, violeta y azul. Admirabas el atardecer acostada sobre el tejado de un edificio, no sabías en donde estabas o como habías llegado allí, pero poco te importaba gracias a la gran vista.

  Pensabas en el tiempo, ¿Cuánto habías estado recostada allí? La ventisca era suave y gentil, era difícil concentrarse en un único pensamiento cuando todo lucia tan cálido.

  Cálido...

  Habías olvidado algo, más bien, a alguien. Si, eso, a alguien. Cálido, muy cálido, no lograbas recordarlo. En medio de la frustración, te pusiste de pie y asomaste tu cabeza por el barandal del edificio. Estabas en un hospital.

-Aquí trabajo- Murmuraste para tu mismo.

  Entonces otra ráfaga de recuerdo aturdió tu mente. Rizos, y algo cálido.

-(T/N)...- Oíste una voz de tras de ti, como un susurro tranquilo.

  Al voltear te encontraste con él, estaba parado en el borde del barandal.

  "Rizos y algo cálido"

- ¡Sherlock!, ¿Qué estas...? - No te dio tiempo a terminar la oración, se había arrojado hacia atrás, cayendo hacia la nada- ¡SHERLOCK!

  De repente, una suave melodía empezó a oírse a lo lejos. Esa canción esa canción era...

*****

  Tu corazón palpitaba ferozmente dentro de tu pecho, creías que escaparía en cualquier momento. Aturdida y desconcertada, comenzaste a levantarte y a desenvolverte de las frazadas sobre ti. Entonces volviste a la realidad.

-¿Sherlock?, ¡¿Sherlock?!

-Estoy aquí, mujer- Volteaste tu cabeza. Efectivamente, el detective estaba observándote con su violín en mano y, como siempre, vestido con camisa y zapatos.

  Suspiraste pesadamente, llena de alivio.

-Estabas llamándome una y otra vez mientras dormías. Creí que sería bueno tocar algo y despertarte- La melodía que escuchabas era, nada menos, que la canción de tu papá. Te estremeciste al pensarlo.

- ¿Cómo la sacaste tan rápido?

-La ha estado practicando una y otra incansable vez- El doctor apareció, de repente, alcanzándote una taza de café, mientras salía de la cocina- Usare ese violín para leña si sigues tocando de noche, Holmes.

  Te reíste moderadamente. El ambiente era bastante tranquilo esta mañana, intentaste sacar de tu cabeza las secuelas del día anterior. Sherlock te miro inquisitivamente, como leyendo tus pensamientos.

- ¿Qué has soñado, por cierto? - Esperabas que preguntaba, lo veías venir.

-Oh, nada raro, solo que tu morías- Declaraste con la mirada perdida. Watson levanto la vista del periódico que comenzaba a leer y Sherlock se limito a sonreír- Solo tu te pones feliz cuando alguien sueña que has muerto.

-Es un sueño curioso. Si entendieras tanto de la psiquis como yo, (T/N), sabrías armar las piezas del rompecabezas- Ahora su sonrisa era arrogante. Como dije, era una mañana tranquila. Por ahora.

  Tu móvil comenzó a vibrar de repente, dejaste a un lado la taza de café y lo tomaste.

¡Buen día, mi deseada reina!

La inadaptada y el funcional (Sherlock x reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora