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Matías Candia.

Después de mandarle ese último mensaje a Rod, me dispuse a levantarme de la cama, realmente no tenía planeado salir de allí en todo el día, pero tampoco me causaba una gran molestia hacerlo. Me dirigí a mi armario y saqué ropa, la mayor parte de mis prendas eran negras, aunque había una que otra blanca o de otros colores. Terminé de cambiarme y bajé las escaleras hasta la cocina, me acerqué a la heladera y tome una lata de "Monster", cuando la abrí una bocina captó mi atención desde afuera, era era el auto de Rodrigo, salí de mi casa con llave en mano y cerré la puerta para luego dando un trago a mi lata entrar al auto de mi amigo. - 

Hola Mati

Hola Rod

Le extendí mi lata de bebida energética como hacia de costumbre cuando llevaba una y él tomo unos sorbos antes de devolverme la. No había algo destacable que haya que recalcar de la conversación, hablamos de las mismas boludeces de siempre sin un rumbo exacto, sin un destino marcado, el solo manejaba, y yo solo hablaba, tanto nuestra charla como nuestra salida no tenían rumbo, eso era lo lindo de estar con Rod, nunca sabía que iba a pasar, de que íbamos a hablar, a donde íbamos a ir, cuantas veces me iba perder en sus lindos ojos, o cuantas veces me iba a quedar cautivado con su risa de idiota con las estupideces que decíamos. ¿Saben? Hace no más de un año me di cuenta que estaba perdidamente enamorado de este chabón, que me hipnotizaba su sonrisa, que me perdía en sus ojos, que moría de amor con cada uno de sus gestos, nunca le dije y aún no esta en mis planes decirle, que me gusta, Rod no es gay, ni bisexual, ni, nada, creo. Ahora que lo pienso, nunca se lo pregunté, sería muy repentino que se lo preguntase ahora, de la nada.

Rod estacionó, y yo desvíe la mirada hacia el frente para ver donde estábamos, no conocía el lugar, parecía un descampado pero lleno de flores, era lindo, lo miré nuevamente él no tenía cara de saber donde estábamos y se veía igual de perdido que yo, esbozo una sonrisa y rió, yo también lo hice, no sé porque reímos, quizá porque estamos en medio de la nada, porque no sabemos como llegamos, o porque a pesar de no saber ni donde estamos, ni como llegamos, nos encontramos en un raramente hermoso lugar. No hacía falta que hablemos, nos entendíamos con gestos, concordamos sin ni una palabra que íbamos a bajar, y así lo hicimos, bajamos del auto y nos sentamos entre las flores, divertidos, aún nos reíamos.

Eu, emo

¿Qué pasa otaku?

¿Como vamos a volver? -Rió

De la misma forma que llegamos -Dije sonriendo

¿Como llegamos?

No tengo ni idea -Nos empezamos a cagar de la risa, no sé si por nuestra idiotez por no saber como volver,o por no llorar por la misma razón, después de un rato ya ni nos acordábamos que estábamos en medio de un descampado lleno de flores en medio de la mismísima nada, ahora estábamos hablando de otras idioteces más, eso me gustaba de estar con Rod, que no importa donde estemos, siempre nos olvidábamos de todo y eramos solo nosotros. Nosotros y nuestras risas, nosotros y nuestros chistes internos que nadie entendía, nosotros y nuestro humor negro y ácido que solía disgustar, nosotros, un emo de mierda, y un otaku mogólico.

Emos y otakus. [Matias Candia x Rodsquare]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora