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Me encuentro nuevamente en la oficina de el hombre más guapo y caliente que jamás hubiera conocido.

Si, Harry Styles... El dueño de mis pensamientos desde que lo conocí en la primera consulta, agradezco a mi madre por haberme obligado a venir en un principio.

-Y bien señorita, ¿Ha tenido alguna molestia?-. Exclamó con un tono autoritario.

Yo sólo lo miré confundida.

-Ay.. TNcita ( o dita, ya pues su apodo o como les gustaría que Hazz las llamara) eres tan inocente-.

En menos de lo que pensaba en un movimiento ágil y rápido, ya lo tenía devorando mi boca de una manera tan excitante y no se como llegué a estar encima de él en la silla de su escritorio.

-Espera Harry, más lento-.

-Mmmh, te deseo hasta el infierno, ¿de verdad quieres ir lento?-. Harry hunde su cabeza en mi cuello y comienza a dejar pequeños besos suaves y húmedos por mi piel. Porque yo no  quiero ir lento-. Entierra sus manos en mi cabello y masajea al ritmo en que me besa.

En un acto de desesperación aparto todas las cosas y los documentos del escritorio, haciendo que estos cayeran al piso, y me montó encima de él, de tal manera que mis piernas quedaron enrolladas a su cintura y mi coño pegado a su erección.

-¿Quieres jugar un rato?-. Me dijo mientras se frotaba contra mi.

-Mmmhhh-. Mascullé en forma de asentimiento.

-Me encanta que me gimas-. Esta vez gruñó frotando con mayor intensidad.

-Me encanta gemirte Harry.

Traía puesto: una falda negra con estampado floreado y un top negro que cubría sólo hasta la parte inferior de mis costillas.

Harry me tomo en brazos de nuevo, pero esta vez sujetándome del culo me llevo hasta el sillón.

Después de recibir varios apretones en mis nalgas por parte del ruloso... Me dejó caer de una manera suave sobre la fría piel de el mueble.

Me enderecé con la espalda totalmente recta.

Éste comenzó a desabrochar su cinturón en mi cara, para después seguir con su bragueta, acto seguido por el cual yo me lamí los labios.

-¿Estas ansiosa?-. <como mierda no iba a estarlo>.

-Si-. Dije mirándolo de manera seductora.

Él término de desabrocharse todo y se bajó los pantalones junto con los bóxers.

Dejando su ancho pene ante mis ojos, lo tomó entre su mano y lo acercó a mi rostro, agitandolo un poco de modo que su glande golpeaba mi mejilla.

-Vamos hermosa, ¿quieres tragarte mi polla?.

-¿Eso quieres? ¿quieres que te folle la boca hasta llenarte la garganta?.

El repetía y yo estaba más que mojada, no miento cuando les digo que su pene era la cosa más hermosa del universo, tan ancho y largo pero sin exagerar, sin ningún rastro de vello, la forma en que se ergia y sus venas sobresalían me encantaba.

-Si Harry, te haré lo que quieras, dame un poco-. Digo mirándolo a los ojos y abriendo levemente mi boca sin dejar de conectar con sus ojos, me encantaba hacerlo, se que eso lo calentaba.

-Eso nena, ahora... Come un poco-. Mierda como me encantaba que me hable así, inclina su pelvis hacia mi rostro en busca de un poco de atención, se puede notar lo desesperado que está pero esto es típico de el... nunca lo va a admitir, así que me gusta jugar con ello.

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⏰ Última actualización: Jul 01, 2020 ⏰

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