Love Me [◇JinTae/TaeJin◇]

~ 11 ~

Seokjin ingresó y se afirmó en la puerta, soltando un denso suspiro. Su sesión había finalizado y ni siquiera sabía cómo había conseguido escabullirse de las preguntas de Natalie. Si cerraba los ojos todavía podía sentir su mirada interrogante sobre él.

Tras evadirla durante los últimos minutos de la sesión, agradeció que lo dejara marcharse. Seokjin se permitió dar un pequeño paseo por el parque más cercano para despejarse, o para intentar maquinar algún plan que le permitiera sostener su marioneta de mentiras. Se sentía demasiado abrumado.

Colgó el abrigo en el perchero y enseguida oyó un maullido. Yoonie apareció caminando rápidamente desde el corredor, como si hubiese salido de la cama para ir a recibirlo. Jin se agachó y lo acarició sobre el lomo. Tan pronto como comenzó a dirigirse hacia la cocina, el gato puso en alto sus orejitas triangulares y corrió por delante de él. Sabía que era hora de comer.

Después de llenar el pequeño plato plástico con alimento balanceado, miró en todas direcciones. El departamento estaba demasiado silencioso. Vio hacia el reloj de pared que estaba colgado en la pared frente al televisor, era mediodía. Sólo entonces tomó consciencia de lo largo que había sido su pequeño paseo.

Le acarició una vez por encima de la cabeza cubierta de pelaje suave y blanco, y salió de la cocina. Su mayordomo había traído junto a la camita, el plato, el alimento, el arnés con correa, la caja de arena y algunos juguetes para Yoonie. Prácticamente olvidó que el animalito posiblemente tenía dueño, otra vez estaba actuando de forma precipitada.

Era extraño que Taehyung no estuviese despierto. Presionó los labios recordando cómo lo vio la noche anterior, ¿Estaría descansando bien?... Se sentó en su sofá rojo, junto al azul de Tae. Incluso en eso eran diferentes. Un contraste tan evidente como blanco y negro. Estiró el cuello y volvió a suspirar. Necesitaba idear alguna forma de evadir la bendita sesión de terapia, y lograr que Natalie desistiera de verlo o de ver a los doctores de Taehyung, Pero ¿Cómo? Su peor temor era que toda la historia sobre su motivo de regreso acabara derrumbándose. Porque si él no tenía novio, ¿Para qué había vuelto?, ¿Para qué había comprado ese lugar?. Y si, además, Tae acababa enterándose de todo, definitivamente huiría de él. ¿Qué clase de acosador se muda contigo y monta todo un escenario donde además llevas tiempo siendo su pareja y tienes amnesia?.

Se cubrió el rostro con ambas manos. Eso era lo que más lo aterraba. Separarse de Taehyung. Ya se lo habían arrebatado una vez. No soportaría que ocurriese de nuevo.

Para cuando lo notó, por su mejilla izquierda bajaba una lágrima. Tenía que pensar. Pensar en cómo decírselo sin espantarlo. Sin que sonara como un disparate. Sin que fuera a tomarlo por loco.

Acabó de pie frente a la puerta de su habitación. No había ningún sonido, posiblemente seguía durmiendo. Iba a dar media vuelta, pero escuchó una tos áspera y fuerte que duró algunos segundos. Ni siquiera titubeó. En un abrir y cerrar de ojos entró, preocupado por su estado.

Vio un pequeño ovillo cubierto de mantas dar un pequeño brinco. Luego, Taehyung se sentó en la cama y lo miró, entre sorprendido y asustado.

—¿Estás enfermo?, ¿Te sientes mal? —Jin acabó dejándose caer sobre la esquina del colchón para buscar tocarlo. Una tos así indudablemente acarraría algo peor. Taehyung seguía estático cuando él le tomó el rostro entre sus manos—. Tienes fiebre —comentó comenzando a angustiarse.

El menor se removió hasta que Seokjin lo soltó.

—¿¡Qué estás haciendo!? No entres sin antes golpear —dijo mirándolo con molestia, su voz ya estaba ronca.

—¡Lo siento! Pasaba por afuera y t-te oí, entonces... —Por supuesto, no podía hacer lo que quisiera por muy preocupado que estuviera—. No volverá a ocurrir —afirmó. Taehyung no respondió, su mirada severa se mantuvo en él durante algunos segundos más. Seokjin llegó a sentirse verdaderamente arrepentido—. Quería saber si estabas bien —admitió, bajando la cabeza.