Maletas listas, Cancún los esperaba. Estaban empezando una nueva tradición, la de recibir año nuevo en la playa, y no quisieron que el 2019 sea la excepción.
-¿Y tu mamá, y Estrella?
Esteban salía hacía el hall de la casa y se encontró con Héctor que esperaba sentado en los escalones.
-Demorando, como siempre.
-Bueno, pero ya están las maletas afuera por lo menos, vamos a esperarlas. ¿Arnoldo?
-Está esperándonos en el estacionamiento.
-Bien... por fin nos vamos, ¿no? ¿Estás ansioso?
-No lo sé, creo que no.
-¿Por? Pensé que estabas más entusiasmado.
-No, no es por el viaje pá, estoy preocupado por otra cosa.
-¿Qué cosa? ¿Tu novia?
-Sí.
-Héctor son vacaciones familiares, no me digas que se enfada por eso porque desde ya te estoy diciendo qué...
-No. –lo interrumpe. –No es lo que piensas. Ayer, cuando nos despedimos, me crucé con Gabi. ¿Te acuerdas de ella?
-¿Tu novia de la secundaria?
-Sí.
-¿Y qué paso?
-Me pasó que me sentí raro, hacía tanto que no la veía que sentí que tenía que correr a hablar con ella, no quería estar ahí como su novio, pero me di cuenta que la extraño. Extraño ser su amigo, nos llevábamos muy pero muy bien y con Amelia, también me llevo bien... pero no he dejado de pensar lo bien que me llevaba con Gabi.
-Ufff, qué difícil tu lugar. Pero te entiendo, me pasó exactamente lo mismo cuando tu mamá regresó. Una conexión de verdad no se logra con cualquiera.
-Me estoy dando cuenta ahora.
-¿Y qué te dijo Amelia?
-Nada, se dio cuenta, y las cosas se pusieron tensas. Nos queremos, yo la quiero mucho pero no sé, nunca había sentido esto.
-¿De qué hablan? –interrumpía María con su llegada.
-De lo mucho que tardan mi amor. –Contestaba Esteban. –Y de que Héctor vio a Gabi.
-¿Tu novia de la secundaria?
-Sí. –María se sentaba a su lado en los escalones. –La vi y me di cuenta que la extraño. Pero no sé si la extraño como novia, con Amelia me siento muy bien pero con Gabi teníamos una conexión de poder charlar horas y horas, o quedarnos callados ambos y jamás aburrirnos. Con Amelia no me pasa muy seguido.
-¿Sigues enamorado de Gabi? –preguntó directo su madre.
-No, yo creo que no. Simplemente la extraño como amiga.
-Pues así se empieza muchacho... mírame como me tiene tu mamá.
María se rio.
-No le hagas caso a tu papá. Quizás lo que te pasó con Gabi es que nunca pudiste cerrar bien esa relación, ella se fue a vivir a otro lado y ustedes terminaron por eso, no porque se dejaron de querer. Quizás la extrañas para ponerle un fin.
-Puede ser, porque quiero a Amelia, no quiero hacerle daño.
-Pues aprovecha estos días lejos y reflexiona mejor, trata de aclarar tu mente y fíjate bien con quién quieres estar.
-No hay caso, tu mamá da mejores consejos que yo. –Héctor les sonríe a los dos. -¿Qué está haciendo Estrella? ¿Otra maleta?
-Debe hablar por teléfono con su noviecito.
-¿Qué? –dijeron al unísono María y Esteban.
-Estrella tiene novio. Bueno eso creo.
-¿En serio? –seguía sorprendido Esteban.
-Creo.
-Listo, estoy. –llegaba su hija.
-¿Tienes novio? –la interrumpe rápidamente su papá.
Estrella se pone nerviosa y mira a su hermano, era el único capaz de haberse dado cuenta.
-No.
Esteban hace una señal de alivio exagerada y todos se ríen.
-¿Vamos? –se levantaba María.
-Vamos sí, antes que a papá le dé un ACV.
-Ya, mocosa. –abrazaba fuerte a su hija.
-Igual me faltó decir que... no es mi novio.
Esteban abrió descaradamente su boca.
-Tú único novio voy a ser yo. –Estrella y Héctor se ríen. –No se rían es en serio.
-No, no es en serio. Amor, no le hagas caso al celoso de tu padre. Cuando quieras puedes contarnos, y presentarnos a tu novio. O no novio. No sé mucho de relaciones actuales. Pero créeme que tienes toda la confianza para hacerlo.
-Gracias má.
-Y esto va para los dos. Siempre, pero siempre se cuidan cuando tengan relaciones. No importa con quienes se acuestan. Háganlo con protección.
