Emos y otakus. [Matias Candia x Rodsquare]

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Rodsquare

El sol se estaba poniendo, y nosotros seguíamos ahí, en medio de la nada, charlando. Suponía que eran las ocho, pero no tenía muchas ganas de sacar el celular y fijarme, nunca tenía ganas de sacar el celular cuando estaba con Mati, cuando estaba con él no tenía nada más en que pensar. Un rato más pasó suspire sabiendo que teníamos que irnos, yo ya vivía solo pero era consciente de que Matías tenía que volver a su casa en cierto horario, me levanté del suelo y le extendí la mano para ayudarlo, la aceptó y subimos al auto.

Que paja tener que volver. -Dijo

Mal, pero sabes que no podes volver muy tarde emo. 

Que te haces el preocupado por mis horarios otaku mugroso. 

Reí, el también. Nos quedamos callados, no era un silencio incomodo, de hecho, todo lo contrario, ningún silencio entre nosotros era incomodo, y nunca lo fueron, cuando nos conocimos, y hablamos por primera vez, aunque no hayamos tenido tema de conversación en el momento y hubo muchísimos silencios, ninguno fue incomodo.

Paré el auto en un semáforo, todavía no tenía mucha idea de como volver, así que me dispuse a mirar a Mati para preguntarle si reconocía algo del camino, sin embargo, a penas lo vi me di cuenta que estaba dormido, su cabeza estaba contra la ventanilla y estaba en un intento de hacerse bolita sobre el asiento, no pude evitar sentir ternura ante tal escena, sonreí y volví a mirar el camino, suponía que estaba solo en esto de volver, suspiré y seguí manejando cuando la luz verde entró en mi campo de visión. Tarde un rato en darme cuenta donde estaba, y dí varias vueltas antes de llegar, pero conseguí ubicarme y llegar a la casa de Matias. No iba a despertarlo, simplemente bajé del auto, di la vuelta, abrí su puerta y lo cargué como a una princesa, no pude evitar burlarme internamente, caminé a la puerta de la casa y toqué el timbre, su madre abrió la puerta y me dejó pasar para llevarlo a su cuarto.

Que lastima que este dormido, justo íbamos a cenar. -Dijo su madre mirando la cena lista en la mesa. - Oh, Rod, ¿quieres acompañarnos en la cenar? -Me preguntó cuando vio que deje a Mati en su cama.

No gracias señora, tengo unas cosas que hacer. -Le sonreí, no tenía nada que hacer, pero comer con los padres de mi mejor amigo e interés romántico no me parecía el mejor plan para la noche, me agradeció por todo y me abrió la puerta para poder irme.