Después de la muerte de mi madre debería darme el lujo de no estudiar, pero mi padre no piensa así, el cree que si hay una invasión zombi yo debo seguir yendo a la escuela, con mi padre no hay manera de faltar a la escuela.
Cuando era pequeña mi máxima inspiración era ser parte de la preparatoria Liverdate, di tramites hace 6 meses y fui aceptada; pero nunca conté que a los siguientes tres meses mi madre moriría por un accidente automovilístico.
- ¡Sofí! Es hora de levantarse no quieres llegar tarde a tu primer día de clases- me dice mi padre más emocionado que yo.
-Okay, te juro que me estoy apurando- contesto yo un poco dormida.
Me levanto de mi hermosa cama, me lavo mi cara, voy por unos jeans, una camisa colorida y por ultimo lavo mis dientes.
-No es broma Sofí, ¡apúrate! Ven a desayunar- dice mi padre a punto de perder la cordura.
-Ya estoy bajando la escaleras- contesto con un tono grosero.
Llego a la cocina. Cuando de pronto veo a mi padre con un gesto de alegría.
-Hola princesa ¿Cómo dormiste?
-Bien
-Emocionada por tu primer día de clases- pregunta mi padre bastante feliz.
- Si mega recontra archi feliz- la verdad no, pero si era honesta, mi padre se daría cuenta de mis pocas ganas para ir a la escuela.
Termino mis deliciosos waffles, tomo mi mochila y como siempre mi padre saca la cámara.
-Di primer día de preparatoria.
SHIKLICK
Después de esa horrible foto, me despido de mi padre y me pongo rumbo al colegio.
Al llegar a la escuela sentí como si todos fueran depredadores y yo un simple conejito indefenso a punto de ser comida.
Había varios grupos en la escuela. Los nerds, las populares, los normales, los cantantes, y yo solo pensaba en cuál podría encajar.
Llego a mi casillero, un poco triste porque sentí como una impotencia, ya que todos estos alumnos me recordaron a los viejos tiempos donde todavía vivía mi madre, en ese momento veo un chavo con un saco azul, era guapísimo, en ese instante me perdí, por un segundo podría decir que todo mi pasado había sido olvidado, simplemente desapareció. El noto que lo estaba mirando y volteo muy lento hacia mí, trate de no ser obvia, pero mis nervios me delataron, haciéndome salir corriendo.
Al llegar a mi salón todo iba bien hasta que vi a una excompañera mía de mi secundaria su nombre era Camila que seguramente sabía sobre la muerte de mi madre; no quería que esta escuela me viera con lastima; pero a quien engaño Camila era algo chismosa con malas intenciones. Pero debía tener la esperanza de que si hablaba con ella capaz no decía nada sobre mi situación. Intente de que Camila no me viera, para no tener ningún problema, pero parece que no soy invisible.
- ¿Sofí eres tú? - me habla Camila bastante contenta de verme.
- Hola Camila no te había visto- no podía ser grosera con ella, debía saludar.
- Lamento mucho tu pérdida- me dice Camila muy apenada, en ese momento siento un susto por toda mi piel, la agarró del brazo para contarle que quería dejar eso bien guardado; pero no alcance porque ahí la maestra nos interrumpió para que tomara lugar.
Termina la primera clase y era momento de cambiar a la segunda clase, me sentía aliviada de haber logrado terminar las primeras 2 horas; estaba muy contenta porque mi salón era bastante "cool" y creo que podría soportar un año en la escuela con esos compañeros. Pero les digo que mi vida va de peor a peor.
Estábamos en clase de inglés cuando de repente escucho que el maestro dejo de explicar porque había llegado el coordinador, creo que los maestros le tienen miedo al coordinador porque en una patada los puede correr, a quien engaño yo también le tendría demasiado miedo.
- Sofí puedes venir- el profesor interrumpe mis pensamientos
- Si claro- me levanto de mi lugar y sentí un poco de intimides, pero qué pude haber ello el primer día de clases.
- El coordinador quiere verte en su oficina
- Okay en seguida voy para allá.
Qué problema tiene el coordinador conmigo; voy hacia la oficina y siento que voy a ser regañada, pero qué hice, me he portado muy bien.
Toco la puerta de su oficina.
TOCK TOCK
- Adelante- me contesta
- Hola, me dijo el profesor de inglés que fuera a su oficina- lo digo con una cara de susto terrible.
- No tengas miedo no es nada malo, solo tengo que decirte una mala noticia.
- Okay
- Decidimos que te vamos a cambiar de salón
- Está bien- la verdad no estaba bien me sentía a gusto en ese salón de clases.
- Tu salón será el que está en el pasillo 3
Me dirijo al pasillo 3 y cuando toco la puerta del salón para que me dejaran pasar veo que me abre el chico del saco azul.
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Su sonrisa
Teen FictionLa vida puede ser en verdad complicada, pero nunca borres esa hermosa sonrisa que tienes. Ese consejo lo seguira Sofi en esta loca historia de amor.