Un corazón que nunca existió

Un

Había una vez una princesa que era muy feliz en su castillo, habían flores, animales, plantas muy bonitas...

Habían muchas cosas pero la princesa necesitaba algo más, no sabía que, pero sabía que algo o alguien necesitaba.

Llamo a uno de sus sirvientes para que hiciese una cola de chicos para que ella encontrase a su príncipe azul, pero le tenían que traer regalos también.

Habían muchos chicos interesados por la princesa, sus padres estaban muy contentos porque su hija, la princesa, encontraría a su príncipe.

El primero le trajo una cesta de uvas, otro flores, otro unos zapatos, otro un vestido...

Le hicieron muchos regalos pero el regalo que más le gusto fue un potro y tres cachorros. Estaba muy contenta, se lo regalo el mismo chico, era muy guapo y dulce, pero en realidad le había contratado otro era un chico feo,antipático y gruñón. La princesa quería el chico q le dio el regalo, le daba igual que le hubiera contratado el otro chico o que no le hubiera regalado nada, era su príncipe azul.

El chico se llamaba Jose Manuel, José Manuel le dijo al que le contrato, q amaba a la princesa y la princesa a él. Él que le contrato le encerró en una mazmorra, la princesa se extrañó porque no volvía, habían quedado para comer, y de pronto apareció el feo,antipático y gruñón, se llamaba Alejandro, la princesa nunca le había visto, pero le contó quien era y la princesa dijo " ¡Guardias llevaos lo! " Y se fue.

José Manuel no vino, pero recibió una carta, ponía: " querida princesa aún no me has dicho como te llamas, te quiero decir que quiero que quedemos en un precioso bosque de flores, es precioso, también te quiero decir que tus ojos brillan en el mar, te diré que siempre tu corazón va con el mío vaya donde vaya, apareces en todos mis sueños y eres mi ángel de la guarda.

TE QUIERO ".

La princesa lloro y fue hacía el bosque, había una torre y ponía una carta que decía "sube a la torre", la princesa subió y había alguien, no se le veía la cara, decía " princesa, te acuerdas que te escribí en la carta que no me habías dicho como te llamas, me lo puedes decir ahora por favor".

La princesa dijo "claro me llamo Aurora, pero me llaman mis amigas Auro".

Rápidamente se fue corriendo y dijo "no soy Jose Manuel, soy Alejandro, jajajajajajaja".