No lo aguanto más, terminaré asesinandolo y si no soy yo será él mismo, es tan idiota que nisiquiera puede cuidarse a sí mismo. Enserio.
Disculpen, me desquite con ustedes cuando es el tonto de mi compañero de instituto, Félix Calidoneo; pero bueno, se preguntarán quien soy, me llamo Gema Reyes.
Y eso es lo único que tienen que saber. ¿O qué quieren escuchar toda mi historia sin sentido alguno y aburrirlos completamente?
Pues no lo haré, pues también me aburrire yo.
Mejor les habló de Félix, ese maldito infeliz. Nunca me ha hablado y no crean que es de esos casos de el popular hablándole a la nerd. No.
Él es tan marginado como yo, pero el día de hoy se me acerco solo para una cosa.
Besarme.
Obviamente lo golpee por eso, pues tuvo el atrevimiento de robarme mi primer beso.
¿Y saben lo que dijo luego de eso?
—¿Acaso no te gusto, Gemita? —dijo con un odioso tono.
—Eres un desgraciado —escupí con todo el veneno que tenia en mi ser. Sus ojos marrones oscuros destilaron un extraño brillo, como si sintiera dicha por mi rechazo.
Se acercó tanto a mí que mi pecho chocó con el suyo poniéndome algo nerviosa.
—Uno que te ha dado un beso que te encanto —susurró en mi oído, sintiendo su respiración en mi cuello me estremecí.
Pero claro que no sería débil. Puse mis manos en su pecho para empujarlo lo más lejos de mí que pudiera, me repudiaba su sola cercanía.
—Maldito...—sin decir nada más tomé mi mochila y la coloque sobre mi hombro yendome de ahí tan rápido que no quedase ni mi sombra.
Se los digo.
Félix Calidoneo, JAMÁS me va a gustar, ni aunque sea el último hombre de la tierra.
Lo odio, demasiado.
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Odioso Amor
Teen FictionComo siempre dicen los adultos al ver a dos amigos discutiendo o un joven y una chica sin soportar respirar el mismo aire, siempre dicen la misma frase: "Del odio al amor hay un solo un paso" En el caso de mi mejor amiga, fueron muchos pasos