Maria
-Te gusta el sushi?
-Marta Sánchez, me cago en la puta, que pregunta es esa?- me levanto bruscamente del sofá destapándonos a las dos- dime que tú también lo adoras porque sino esto no va a ninguna parte- bromeo señalándonos, y ella hecha la cabeza hacia atrás de la risa.-Pues podríamos cenar por ahí, no? que es mi ultimo día- propone. Mañana se marcha a Málaga y seguramente no vuelva a verla hasta la gala final, en Tarrasa.
Quería haber disfrutado de este fin de semana que nos quedaba juntas, pero desgraciadamente no ha sido posible. De echo ha sido una mierda (quitando lo de las firmas). Pero quiero olvidarme de ello, y quiero hacer que ella lo olvide también.
-Perfecto, conozco un sitio de puta madre- me siento de nuevo con ella y le cojo de la mano- por cierto, tengo una propuesta para ti- digo. En principio iba a esperar para esto hasta la noche, pero si no lo suelto ya, reviento.
-Illo, illo, que miedo.
-Que va, es bueno- suspira y me hace un gesto con la cabeza para que lo suelte.-Esto...cuando dijiste que te ibas a mudar con Marilia...lo decíais en serio?
-Ehhm...si, en principio si, es la idea- responde un poco desconcertada. Obviamente no se lo espera.-Pues...yo...bueno...hay un...-tartamudeo sin saber bien como decirlo
-Mari, que pasa? Arranca ya por dios- me presiona dandome un apretón a la mano.
-Digo, que se alquila un piso aquí abajo, en mi bloque. Es como este: dos habitaciones, un baño...suficiente para vosotras, no? Ademas os lo podéis permitir, y si queréis puedo hablar con la casera y que os lo reserve hasta que Marilia...bueno y...
-Maria!- me interrumpe cuando ve que entro en bucle- lo dices en serio?- asiento y espero a que diga algo mas, una espera eterna.-Illo sería increible- dice por fin y abro los ojos como platos- vivir en Madrid, con Marilia, y contigo aquí al lado...la hostia- salta a abrazarme y caemos tumbadas en el sofá.
Me esperaba que me dijese que era pronto, que Marilia no iba a querer, que estos pisos son una puta mierda...algo así. Pero estoy sorprendida, para bien.
-Eres genial- dice con la cabeza aún enterrada en mi cuello. Le tiro un poco del pelo y sube la cabeza para mirarme.
-Quiero estar contigo Marta. Si tengo que echar a los vecinos para tenerte cerca mío lo voy a hacer, lo voy a hacer todo, vale?- le digo, pero me interrumpen sus labios y nos fundimos en un beso.
Me incorporo para sentarme con ella encima, sin interrumpir el beso.
Se lo he dicho en serio, quiero tenerla y cuidarla, mucho más ahora que nunca.
Termina el beso mordiendome el labio y dandome un pico. Pff...
-Mierda!- grita de repente mirando el reloj. Se levanta de encima mío y corre hasta el baño- Había quedado a merendar con la tía de la otra noche, te lo dije, no?
-En serio? Te vas?- digo alargando mucho la a para darle penita.
-Pero llego para nuestra magnifica cena, ponete guapisisima, eh- vuelve al salón corriendo y me da un beso en la mejilla.Me jode un huevo que se tenga que ir justo hoy y ahora, cuando nos queda tan poco tiempo para nosotras, pero no para de repetirme que no puede cancelar la mierda esa.
-Marta!- la freno justo antes de que salga por la puerta- Te quiero- se da la vuelta y vuelve para besarme. Cuando parece que el beso a terminado me da un pico, y cuando parece que es el último, me da otro, así como diez seguidos hasta que sonríe y se va de nuevo.
-Y yo a ti.
Se marcha y ya quiero que esté de vuelta.
Solo se me ocurre salir a la terraza para verla irse, pero me encuentro con algo que a simple vista me descoloca por completo.
Una moto aparcada a la entrada del portal, con alguien subido que no puedo ver por el casco. Pero la moto me trae a la mente unos recuerdos de mierda que pensé que ya había olvidado, pero desgraciadamente vuelven todos a la vez.
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MARTÍA *She used to be mine*
FanficMarta, 18 años, entró para vivir su sueño en Operación Triunfo y la conoció a ella. María, madrileña, una mujer con las cosas claras en la vida. Quizas son polos opuestos, pero se iba a atraer como nunca antes las había pasado.