Capítulo 4 - Amigos de la infancia

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Hinata guardó el teléfono con una sonrisa y salió de casa. Naruto, como se llamaba en realidad kyubi9, era un chico demasiado agradable. Desde que ella tuvo el valor de escribir ese primer mensaje no habían dejado de hablar y todos los días conseguía sacarla más de una sonrisa. Hablando con él las cosas eran diferentes, se sentía emocionada cada vez que le llegaba un mensaje suyo, deseosa por responderle y ver con qué la sorprendía esta vez. Era muy fácil hablar con él, el tema fluía solo, sin que se preocupase por cómo mantener la conversación viva; todo tan diferente a Kiba. Su pareja había pasado a segundo plano, pues, además de que ya no llamaba con tanta frecuencia, sus conversaciones solían ser más calmadas. Hinata ya no se preocupaba por si venía o dejaba de venir, le dejaba ir a su aire y cada vez tenía más claro que Kiba y ella debían terminar. Se sentía mucho más conectada con ese chico de internet al que ni siquiera había visto en persona que con su propia pareja. 

No obstante, la situación le asustaba. ¿Qué pasaba si Naruto no resultaba ser cómo ella creía? ¿Y sí cuando se vieran en persona la conversación no fluía igual? Era mejor dejar de hacerse preguntas, ni siquiera estaba segura de que a Naruto le interesase ella más allá de una amistad, ni siquiera estaba segura de si a ella misma le interesaba para algo más. 

Hinata suspiró, ¿a quién quería engañar? Estaba más que claro que se había enamorado de Naruto y apenas le conocía de unas semanas, ¡su único vínculo con él era mediante el teléfono! ¿Por qué demonios era tan enamoradiza? Había esperado tanto a un chico que la hiciera sentir de la misma forma que lo hacía Naruto que, ahora que lo había encontrado, había sucedido lo inebitable.

-Eh, tú, petarda -la empujó Ino una vez se encontró con ella en la estación-, ¿en qué piensas?

-Nada, nada.

-Demasiado rápido contestas tú -señaló, mirándola sospechosamente-. Desembucha.

Hinata aún no había hablado del tema con nadie más que con Shino. Su amigo, demasiado callado como para irle con el chisme a nadie más, era también la mejor persona a la que pedir consejos; pero le había dicho exactamente lo que ella sabía.

-Deja a Kiba y vive -Shino siempre era escueto pero conciso-, llevas con él tanto tiempo que no sabes qué es estar sin él. 

Como siempre, Shino decía en alto las palabras que Hinata sabía pero que no era capaz de verbalizar. Era absolutamente cierto que no sabía estar sola, que 4 años de relación era demasiado tiempo, y más aún de la forma unidireccional que había sido, siempre siendo ella la que tuviera que tirar del carro. No obstante, Kiba había conseguido que ella le necesitase, haciendo que fuera tan difícil para Hinata acabar con esa relación. ¿De verdad se iba a meter de cabeza en otra con un chico al que acababa de conocer? La respuesta estaba clara, no podía, necesitaba tiempo para sí misma, significase lo que significase eso. Tenía que dejar a Kiba porque esa relación era insostenible, daba igual que acabase de conocer a Naruto y tuviera un interés romántico en él, tenía que tomar las riendas de la situación y echarle cara; con Naruto las cosas sucederían como tuvieran que suceder. 

-Hinata -insistió Ino al ver que no respondía. La muchacha se había perdido en sus pensamientos y se había olvidado por completo de su amiga-, ¿todo bien?

Hinata la miró y asintió, pero luego comenzó a negar. Necesitaba hablar con alguien del tema e Ino parecía una persona que sabía bastante de chicos, ¿qué podía perder?

-Sé que nunca te lo he contado -comenzó-, pero tengo pareja.

-Algo me imaginaba, siempre te veo con el teléfono...

-No, no es él -interrumpió-, con el que hablo es con un chico al que acabo de conocer.

Ino alzó una ceja.

Lo que no nos cuentan del amor (Naruhina AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora