- Embarazada? Como puede ser eso posible si siempre nos cuidamos!
- Ya sé que nos cuidamos pero de alguna forma sucedió. Le dije con mis ojos empapados al ver su reacción.
El hizo una pausa y continuó..
- Esto no es para nosotros, tengo pareja! Que quieres que haga?
- Como que tienes pareja? Pensé que lo nuestro iba en serio! Que significa esto?
- No te hagas la desentendida, tengo 47 años, pensaste que estaría a mi edad soltero? Que serias la primera en mi vida?
- Por que no me lo dijiste? El dolor que me estas causando es demasiado. Yo creí que me amabas!
- Podemos darle una solución ya mismo? O pensar en un plan? No creas que no sentí nada por ti cariño, pero esto no lo podemos continuar!
- Que decís Alex? Yo no voy a pensar en ningún otro plan, lo hecho, hecho está! Hice una pausa para calmarme y luego le dije – Cuando estuvimos juntos no pensaste que podía pasar?
- Basta ya, dejame pensar. Dijo con voz entrecortada para luego agregar – Un aborto solucionaría todo! – Dijo con vos seca e hiriente y luego me gritó - Elena, Elena vuelve!! Tenemos que hablar! Elena!!Solo me di vuelta y camine sin saber a dónde ir.
Lágrimas en mis ojos, la punta roja de mi nariz y mis labios amoratados por el viento frio y seco que circulaba a mi alrededor ese primero de junio.
Se podría decir que era uno de los inviernos más crudos que había trascendido sobre la ciudad “Comandante Luis Piedra Buena” en la provincia de Santa Cruz.
Era una hermosa ciudad con no más de cinco mil habitantes, a la que sólo podías ingresar a ella por la ruta número tres o en avión desde el aeródromo del lugar.
Nuestros inviernos solían ser menos duros, pero con los últimos daños ecológicos que habíamos presenciado y los distintos cambios climáticos habían hecho la diferencia. Sinceramente este había sido uno de los inviernos más helados y controversiales que la ciudad estaba soportando o tal ves yo lo sentí así!
Al seguir caminando, sentí un dolor en mi pecho que no me dejaba respirar y una voz en mi cabeza que solo retumbaba con pensamientos dolorosos.
(Que fue lo que paso? Planeaba una vida con ese hombre! Que le sucedió? Quien será la otra mujer? Realmente será como él dice? Por que no quería este bebe?)
Cuando mi cabeza me trajo de vuelta a la tierra me di cuenta donde estaba y comencé a llorar descontroladamente.Ver ese paisaje tan hermoso desde tanta altura. Un puente de más de 10mts de altura, con sus columnas redondeadas apoyadas sobre el agua casi a punto de congelarse, dividiendo uno de los lagos más importantes de la provincia. Sus columnas más arriba se entrelazaban formando fuertes uniones, en su mayoría pintado de un rojo pasión y las barandas de las sendas peatonales con un blanco bastante desteñido por los días soleados que había soportado.
El lago reflejado como espejo del cielo, de color azul oscuro aclarado por las pequeñas capas de hielo hechas a los costados del mismo, la luz del sol que comenzaba a descender lentamente llamando al atardecer, las escarchas formadas sobre los árboles mas altos que se encontraban alrededor del mismo.
El caño del cual me encontraba sujeta estaba congelado y muy resbaladizo, se podía notar a simple vista las abolladuras del mismo y lo desteñido que se encontraba por el pasar de los años.
La calle de ese puente eran poco transitable ya que habían habilitado quilometros más allá la nueva ruta para cruzar, con doble carriles de ambos lados.
Yo continuaba ahí sin saber que estaba haciendo, con que objeto mi cabeza me había llevado a ese lugar.
Ese puente lo había conocido por primera vez cuando salimos con Àlex. Aquella noche que lo conocí, el me trajo hasta aquí. Me dijo que solo seriamos él y yo, y que tendríamos una vida juntos.- Cuantas mentiras! Falsas esperanzas! Quién eres para hacerme esto? (grite con todas mis fuerzas hasta quedarme sin aliento!)
Notando como el vapor de mi boca se exparcia con facilidad. Como mi mandíbula hacia castañeos entrecortados del frío y bronca que tenía.
(No habrá sido el destino que me trajo hasta aquí’? Y si haciendo esto se me pasaba el dolor que sentía? Tal vez mi corazón dejaba de sufrir! Y si ya era hora de partir de este mundo!? Que me detendría? Ya no tengo nada que perder!!!)La rabia y frustración que sentía me había hecho perder el juicio. En ese preciso momento cruze mis piernas hacia el otro lado del barandal, escale unos cuantos peldaños y tome con fuerzas una bocanada de aire pensando en que sería la última, cerré mis ojos, ya estaba dispuesta a entregarme a mi destino.
Comencé a sentir un cosquilleo y calor por todo el cuerpo, la adrenalina recorría mis venas, sentí que el corazón se aceleraba muy de prisa. De apoco iba soltando y relajando mi cuerpo, dejando que el mismo se abalanzara hacia adelante y mis manos dedo a dedo se fueron desprendiendo del barandal.
Debajo de mí podía escuchar el correr del agua entre los pilares del puente, sentir como se desarmaban pedacitos de hielo al chocar contra los mismos, estaba a punto de soltar mis últimos dedos cuando sentí una voz a lo lejos...(Será él? Alex? Vendrá por mi?)
- Señorita, Señorita por favor baje de ahí!! Sea lo que sea que la allá hecho subir debe tener otra solución no solo está.
Titubeante y con lágrimas que mojaba todo mi rostro le respondí:
- Él solo me utilizo, hizo que me entregara a él y ahora me dejó porque estoy embarazada!!
- Eso no es excusa para hacer lo que esta haciendo. No resolverá nada con esto!
- Ya no se que hacer? No tengo a nadie! Entiende?
- Baje de ahí, e intente comprender que ahora no está solo su vida en riesgo, su bebé también lo está! Así que por favor cruze el barandal, descienda de ahí y me cuenta todo, tal vez yo pueda ayudarla. No soy consejero ni nada de eso, pero por algo estoy en su camino.
Me dijo entre desesperadas y entrecortadas respiraciones, mientras extendía sus manos para ayudarme..
Tranquilizadoras fueron sus palabras, lo que me hizo volver hacia atrás y sujetarme bien de la baranda para poder descender y dejar que él me tomara.- No se quién es usted pero gracias, no sé en que estaba pensando. Le dije al tiempo que me acomodaba temblorosa entre sus brazos, con mi rostro empapado y mis ojos exaltados.
- Tranquila ya pasó!! Me respondió con una voz calma y tenue al relajarse y envolverme con su cuerpo.(Quien era él? Que hacia en ese sitio? Por que no siguió de largo cuando me vio?)
Eran algunas de las preguntas que me pasaban por la cabeza cuando nuestras miradas se cruzaron.
Tenia el cabello recogido con un rodete, en sus lados rapado, pelo color marrón claro. Mejillas rosa por el frio.. Una esbelta nariz que enmarcaba su rostro, sus ojos redondeados color celeste oscuro. Sus cejas, dos gruesas y bien definidas cejas. Una barba que rodeaba el contorno de esos hermosos labios, labios carnosos y pulposos que se encontraban listos para ser devorados.
Por cómo me sujetaba, parecía ser un hombre muy atlético ya que sus brazos eran fuertes como roca.
En fin parecía un buen y apuesto hombre!Al encontrarme más tranquila, me di cuenta de lo que había intentado hacer segundos antes!
(Si no me hubiera hablado, yo no estaría viva!) Pensaba mientras lo miraba fijamente, pero una atracción muy fuerte se centró en el centro de mí.
En ese preciso momento quería devorar esos labios, acariciar ese cuerpo que me sujetaba, ingresar en lo más profundo de esos ojos!
Un calor avasallador empezó a subir por mi espalda ruborizándo mis mejillas, poco a poco notaba que él estaba tan o más exitado que yo por el momento. Nuestros cuerpos comenzaron a respirar en un tono más elevado, lograba sentir mi corazón en los oídos. Qué me estaba pasando!
Mi cuerpo no lo resistió, mi corazón latía más y más rápido, me comenzaban a sudar las manos y cuello, mis piernas se debilitaron a tal punto que me apoye sobre su cuerpo. Sus brazos me rodearon y apretaron contra él para no dejarme caer.
- Se encuentra bien señorita?
Fue lo último que pude escuchar de su boca ya que empezaron a aparecer imágenes en blanco y negro en mi cabeza, pequeños destellos de luz al abrir mis ojos y fué entonces cuando me desmaye.
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Más que amigos. [EDITANDO]
RomanceDeslisee mi mano por su cuello hasta llegar a su pecho donde me detuve a jugar con los vellos que desbordaban de su remera. Él paso su mano por detrás de mí cuello y comenzó a acercarse lentamente hacia mi boca, posó su nariz en mi mejilla, logré s...